sábado, 20 de octubre de 2018

Neurozapping. 4) Saber y ganar y la discalculia.

—Jorge, ¿hacia dónde vamos? — Pregunta el conductor del coche al llegar a una bifurcación, mientras voy sentado en el asiento de atrás.
—Para allá — digo yo, mientras señalo con el brazo.
—No sé si te has dado cuenta que no veo hacia dónde señalas… — me dice, mientras se ríe.

—Jorge, ¿cuál es el presupuesto de tu proyecto? — Pregunta mi compañero de trabajo que se sienta detrás de mi.
—Espera, que lo miro — Miro en el ordenador la cantidad y me levanto para responder
—Dieciséis mil…, jo, se me ha olvidado, espera que lo vuelvo a mirar — Miro el ordenador y veo que son dieciséis mil doscientos ochenta y cuatro. Me vuelvo a levantar.
—Dieciséis mil doscientos…, se me ha vuelto a olvidar. Lo miro otra vez y te digo —Vuelvo a mirar.
—Dieciséis mil…. Te lo envío por correo.

—Jorge, ¿cuánto es cinco por cuatro?
—Veinte — responde Jorge inmediatamente.
—¿Y cuatro por cinco?
Jorge se para y como solo consiguió memorizar cinco por cuatro pero no cuatro por cinco tiene que pensar la respuesta. Menos mal que sí se aprendió la propiedad conmutativa del producto.
—Veinte — responde Jorge un rato después.

Números, situación espacial, cálculos,… son cosas que casi cualquier persona puede hacer con normalidad. Además, se supone que cuando has estudiado una carrera de ciencias, como por ejemplo Física, se asume que puedes sumar de cabeza o hacer multiplicaciones, divisiones… También, a base de repetirlo, sabes el valor del número de Avogadro, la constante de Planck o la constante de gravitación universal (y ni eso, realmente solo recuerdo el orden de magnitud del número de Avogadro, todo lo demás, lo tengo que buscar). Y por supuesto, sabes orientarte para ir a ver a una persona cuando te indica que está en la 5ª planta, pasillo de la izquierda, 6ª fila a la derecha.

Fuente: Getty Images

Pues no. No es así. Y lo peor no es eso. Lo peor es que al ver que todo el mundo es capaz de hacerlo, te sientes estúpido pero al final luchas por conseguir lo que quieres y, en la medida de lo posible, que no se note que no sabes sumar, aunque te metas las manos en los bolsillos y muevas los dedos para hacer los cálculos, siempre que no sea sumar más de 5, que son los dedos de la mano y si ya es complicado usar una mano, imagina usar dos cuando están en dos bolsillos diferentes...

Existe trastornos que no son conocidos y, además de poco conocidos, poco diagnosticados y mucho menos tratados. Entre estos trastornos está la discalculia o discapacidad para las matemáticas. Es un trastorno similar a la dislexia, que sí es más conocido, quizá por aquello de que la cultura son las letras y si no sabes leer, vas mal…

Hay varias teorías acerca de cuales son las causas de la discalculia, pero lo preocupante no es que no se sepan las causas, sino que, en muchos casos, no se diagnostique. La gran mayoría de la población no sabe que es la discalculia, muchos nunca llegan a saber que la tienen, simplemente se creen (nos creemos) que somos tontos, y algunos nos enteramos de que este trastorno existe y que lo tenemos cuando ya estamos entrados en años y por casualidad.

¿Hasta qué punto los médicos y pediatras se preocupan por detectar la discalculia, mientras que la dislexia se detecta muy pronto?

¿Hasta que punto los maestros y profesores se preocupan por averiguar si un alumno tiene discalculia cuando no consigue aprender las tablas de multiplicar (y le da «capones» porque «no se esfuerza»), mientras que si con 5 años te cuesta leer, en seguida le dice a los padres que es posible que tenga dislexia? Es más, ¿saben lo que es la discalculia por formación o lo aprenden por curiosidad?

Si hay una componente genética en la discalculia, ¿créeis que existe relación genética entre discalculia y dislexia? Lo pregunto porque yo tengo discalculia y mi hermana dislexia. A ella se la detectaron con 5 años y yo me enteré con 33…

Siento toda esta parrafada personal.

Por cierto, el capítulo habla de Jordi Hurtado, Saber y Ganar y, por supuesto, la discalculia, pero eso ya lo sabéis porque habéis leído el capítulo, ¿verdad? ;o))

Y por supuesto, si queréis participar en las Tertulias y resumir un capítulo del libro, solo tenéis que decirlo en los comentarios o aquí.

¡Buena semana!


P.S. Si alguien lee esto, tiene discalculia pero quiere estudiar Física o Matemáticas, que no se desanime. Se puede hacer perfectamente, además, aparte de alguna constante que otra, es una carrera de letras y solo hace falta saber griego para sacarla adelante.

22 comentarios:

  1. Hola Jorge,

    Me ha encantado el enfoque que le has dado a tu resumen. Aunque siento que sea debido a que tengas discalculia. Pero me alegro de que lo hayas sobrellevado hasta el punto de haber hecho una carrera científica.

    Y no, está claro que no se le da la misma importancia a la discalculia que a otros trastornos como la dislexia. Tal vez sea porque escolarmente es algo más complicado de sobrellevar la primera que la segunda (leer se necesita para todas las asignaturas, mientras que la habilidad con los números se limita a unas pocas). Pero no es justo para los que la padecen, pues podría mejorar su calidad de vida si se hubiera realizado una detección temprana de este trastorno.

    ¡Que tengáis una feliz semana!

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    1. ¡Gracias Conxi!

      Pues yo pensaba igual que tu hasta hace media hora... Creía que era porque leer se necesita en todas las asignaturas, pero el caso es que, he empezado a leer un libro sobre matemáticas y neurociencia y resulta que ni la lectura ni contar, son «procesos» innatos, y sin embargo si lo es la numerosidad (algo así como la capacidad de identificar cantidades a «punto gordo»).

      Esto me lleva a pensar que no es que sea necesario leer en todas las asignaturas, sino que culturalmente se ha creado la necesidad de leer pero no la de tratar con los números...

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    2. Totalmente de acuerdo. La capacidad de contar es innata. Por cierto, ¿cuál es el libro que comentas?

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    3. El libro es «Matemáticas y Neurociencia. Las claves de nuestra capacidad para operar con números» de Daniel Gómez Domínguez (@amloii). Es el último libro de la colección Neurociencia y Psicología que está sacando El País. Si corres al quiosco más cercano, es posible que todavía esté, porque salió ayer.

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  2. Hola Jorge, y hola al resto

    Yo también tengo síntomas, pero yo NO creo que yo tenga discalculia, te explico. Creo que la discalculia se diagnostica cuando hay muchos de esos síntomas y además estas gravemente afectado, habrá niveles y yo creo que no llego a discalculia.

    También creo, por lo que he observado en mi trabajo y por lo que he observado como padre, que las cabezas de TODA la gente son distintas y comprenden cada una de una forma distinta. Por lo tanto creo que en Educación aplicamos las metodologías que creemos mejor se adaptan a “la cabeza media”. Me ha parecido entender en el capítulo que parte de la discalculia podría ser debida a la genética (a una cabeza especialmente diferente) y parte podría ser de la cultura (no adaptarse bien a la metodología). Por esa razón coincido que habría que ser más expertos en estos temas, si vemos que una metodología no funciona debemos de cambiar la metodología y probar otras.

    Creo que es sobre todo en los niveles inferiores donde se debe de trabajar esto, SIEMPRE HE PENSADO QUE EL TRABAJO DE MAESTRO ES MUCHO MÁS DIFÍCIL QUE EL DE PROFESOR. He observado a niños construyendo el conocimiento de forma totalmente distinta a como yo esperaba que lo construyeran después de las explicaciones, también hay que sentarse y escuchar para intentar darles las herramientas precisas que necesitan para construir en su “mente original”. Como bien dice el autor, la experiencia (la rutina, la repetición…) es un grado si lo has sabido aprovechar, ya que aunque todas las mentes sean “originales” existen patrones que si los detectas los puedes usar conforme te fallan las metodologías más “normales”. De todas formas, por muchos años que te dediques a esto, siempre encuentras una cabeza lo suficientemente distinta y que te sorprende

    Pero todo el rollazo del párrafo anterior no tiene sentido en clases masificadas (o en clases de educación superior). Yo he tenido la suerte de trabajar muchos años con grupos reducidos y en ellos es donde puedes tener la suerte de detectar algo. Digo que en cursos superiores no tiene sentido porque en principio es en primaria y en la ESO donde tenemos que conseguir que el alumno gestione sus capacidades, cada uno las que tenga, y por supuesto de la forma que crea más conveniente.

    Un saludo a todos (menudo rollazo de profe os he soltado, y lo que es peor, he dicho CREO, ni siquiera tengo la certeza de que las cabezas funcionen así, XD)

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    1. Hola Juan Carlos,

      Creo que lo que dices sobre no adaptarse a la metodología es fundamental. No todas las cabezas reaccionan igual a como se transmite la información, y menos cuando hay algún trastorno por detrás. Es necesario sentarse y hablar, adaptarse y que todos pongan de su parte sabiendo como funcionan individualmente, pero para poder hacerlo es necesario que las clases estén menos masificadas. Algo que, a este paso, no sucederá nunca...

      ¡Gracias!

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  3. Hola, Jorge
    Gracias por tu bonito y literario resumen, y por compartir tu experiencia sobre el tema, que por lo que nos cuentas te toca de cerca. Y eso me hace pensar que debes ser un buen científico. Por que creo que las adversidades nos empujan a superarnos y a crear acertadas ambiciones.

    Estadísticamente mi opinión no vale nada, sin embargo, he de decir que ignoraba que existiera un trastorno llamado discalculia. Por el contrario, sí que sabía de la existencia de la dislexia. Y no solo eso, si no que sé en qué consiste. Por lo que es probable que por motivos que desconozco se de más importancia a uno que al otro. Me convence el razonamiento de Conxi.

    Desconozco si es genético y si los dos trastornos están relacionados. Tampoco sé, si ahora, los profesores y médicos se esfuerzan en detectarlo. Me parece interesante lo que dice Juan Carlos.

    Por último, he de decir que tal vez yo también tenga algo de discalculia. He admitir que de la lista de síntomas yo padezco algunos.
    Un abrazo y buen fin de semana a todos

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    1. ¡Gracias Cristina!

      Cuando no sabes que te ocurre algo, te esfuerzas por hacerlo mejor. Quién sabe... si lo hubiera sabido antes me habría frustrado y no lo habría intentado. En el caso de mi hermana que comentaba, como tenía problemas para leer desde siempre por la dislexia, nunca ha sido una persona a la que le gusta leer porque se tiene que esforzar mucho más. Quizá es uno de esos trastornos que no hace falta conocer ;o))

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  4. Hola Jorge:
    Gracias por compartir tu experiencia. Sabía que el libro iba a aumentar aún más mi hipocondría o bueno a decir verdad, en este caso, a saber más de algunos síntomas. Yo como JC y Cristina tengo algo de discalculia, a veces lo achacaba a que me ponía más nerviosa de lo normal pero no, hay síntomas que son claros. Odio hacer la compra, doy la cantidad lo más exacta posible para no hacerme el lío en la devolución de la compra. Y qué decir del banco, ya me lio, ahora eso sí a tiro hecho, reclamo como una loba y me lo devuelven. Me hago un pequeño lío con la izquierda y la derecha cuando se lo explico a alguien y soy un tanto cómico porque lo indico con los brazos y sino me sale la palabra golpeó el brazo en cuestión. Pero si que tengo buena memoria para números de teléfonos y algunas cosas más. Ahora cuando escribo los scikus en el ordenador, me esta dando por contar las sílabas con los dedos de la mano como niña chica (en papel no).

    En cuanto al comentario de JC del papel de los maestros lleva razón. Tuve problemas con las matemáticas por esto mismo. Recuerdo cuando hacíamos el cálculo mental, me quedaba atascada, me sacaban a hacer problemas en 4º de EGB y lo pasaba muy mal porque no me salía nada, creo que de ahí sali con miedo escénico porque aparte no pronuncio la r y el escribir la palabra "Problema" era ya costoso era decir "Ploblema", creo que no tenía el cerebro ni colocado. Fue aquella profesora la que hablando con mi madre la que le propuso que hiciera juegos de cálculo. Mi madre me ayudaba a hacer los problemas y luego no entendía muy bien por qué jugábamos a las cartas, en concreto a la escoba, juego que tenías que sumar el número 15. Desarrollé la habilidad del cálculo gracias a ese juego. Ahora no me preguntéis por otro juego que no sea la escoba ni el cinquillo, el mus no pude.

    Gracias a esa profesora mis matemáticas fueron otras y mi visión de abstracción diferente. Los cursos superiores fueron mejores sin necesidad de profesora de apoyo. Fue a base de trabajo, de tesón. Cierto es que hasta que entender determinadas cosas me costaban pero bueno se superaron.

    Jorge, te alabo que pudieras estudiar Físicas a pesar de ello. Demuestras tesón y capacidad de superación.

    A mi el cerebro mi juega a veces alguna que otra mala pasada, si fulanito se llama Ramon me da un día por llamarle Monchi, o si estoy todo el día bien de pronto cambio los nombres, no sé si esto os pasa a vosotros.

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    1. Hola Anna,

      tu profesora tuvo una buena idea con los juegos de cálculo en casa. No lo vemos a menudo (de hecho yo no lo veo, quizá porque no tengo hijos) pero la educación en casa y aprender jugando es una de las mejores opciones. Los padres, además de educar tienen que enseñar, sin interferir, en lo posible, en las labores de los colegios, pero enseñar al fin y al cabo.

      ¡Muchas gracias!

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  5. Hola a todos.

    Gracias Jorge por esta magnífica anotación. Te imaginaba una persona fuerte y decidida, así que esa capacidad de auto superación no hace sino confirmar mi primera impresión. Es de alabar tu esfuerzo y también que nos cuentes tu experiencia personal porque has logrado que me fije en cosas que ni se me habían pasado por la cabeza.

    Creo que cada vez echamos más trabajo sobre los hombros de maestros y profesores en el sentido de que son seres humanos y con la cantidad de alumnos en sus clases es una tarea casi imposible controlar «todo» lo que pasa en su aula. Sin embargo, tienes toda la razón en que el sistema educativo está más centrado en la capacidad de lectura que en las matemáticas, por eso creo que se detectan antes los problemas de dislexia. Seguimos creyendo que la capacidad de cálculo es algo que tenemos que «estudiar» o eso de que hay personas de letras y otras de matemáticas. Si a alguien se le dan mal las mates decimos rápidamente que no pasa nada, es que no todos tienen esa capacidad. Pero eso no se nos ocurriría decirlo de alguien con problemas para leer o, al menos, no sin antes habernos esforzado al máximo para ayudarle.

    Y respecto al origen de este problema, estoy casi convencido de que tiene que haber un componente cultural, pero principalmente genético que relaciona la dislexia y la discalculia…

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    1. Hola José Luis,

      al final, dado que somos seres sociales y culturales, tenemos que cuidar y educar la sociedad para que no ocurra eso de que si se nos dan mal las matemáticas no pasa nada y si se nos da mal leer tenemos que hacer todo lo posible.

      Es un tema que se trata bastante poco, pero creo que aquí en las #TertuliasCiencia, ponemos nuestro granito de arena, y bastante bien, creo yo ;o))

      ¡Gracias!

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  6. Holas tardíos

    Gracias Jorge por compartir tus cosas, ahora te admiramos más todavía.

    Sí, hay muchos niños diagnosticados de dislexia. Yo diría que bastantes más de los que debería haber según los % de la población. Hay incluso profesores que detectan alguno nuevo cada año, curioso.
    No, no se detecta casi ninguno de numlexia (fua, vaya palabreja). Son más torpes y punto.
    Eso demuestra, como decís, que hay un componente cultural.

    En los centros hay profesionales dedicados a evaluar a los niños y ni mucho menos todos son detectados. Pero también hay padres que llevan a sus cachorritos a médicos privados para tener un certificado que les facilite los estudios. Hay mucho que mejorar.

    Reconozco, a agua pasada, que he tenido algunos alumnos que encajarían con este problema. Estaré más atento de ahora en adelante.

    Yo no tengo problemas de este tipo, bueno, no tenía porque la edad...

    Apurando un poco, algunas mañanas no me acuerdo de los números de la noche anterior, pero eso es por otra causa.

    Viva la profe de mates de Anna.

    Besos

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    1. Hola Santos,

      no sabía que en los centros había profesionales dedicados a ello. ¿Están en todos o depende del «presupuesto»? Lo de los padres, me parece bien que les evalúen en médicos privados, pero que lo hagan bien, leñe. Al final, lo único que hacen es crear «zoquetes»...

      La edad es un factor que fastidia mucho, pero mejor a edades tardías que tempranas ;o))

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    2. Están en todos los centros. Los profesores/maestros derivamos a los que vemos que tienen alguna necesidad educativa (tanto por dificultades como por capacidades relevantes) y los orientadores los evalúan (hacen también otras cosas, orientan profesionalmente, coordinan programas de tutorías...).

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    3. Estas preguntas que hago demuestra lo poco que sé sobre la educación. Me parece genial que haya orientadores en todos los centros.

      ¡Gracias, Juan Carlos!

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  7. Hola a tod@s:

    Hoy me ha pasado una cosa muy curiosa, bueno curiosa curiosa en si no es, es que ha dado la casualidad con el hilo de este tema sobre la discalculia y la dislexia que ha sido coincidente. Jo, vaya forma de enrollarme, al grano.


    Iba a firmar un contrato y tomé el metro, en una parada se sentó una señora con un libro de Luz Rello cuyo título es "Superar la dislexia", me quería quedar con el título (dada mi miopía) y la verdad que no he sabido disimular bien...y me he puesto a hablar con ella, sobre que estábamos debatiendo en un foro sobre la discalculia y la relación con la dislexia. Ella me comentó que en el libro habla sobre los dos y que en muchos niños que tienen que dislexia presentan lo otro.


    Ha hecho estudios sobre niños y presenta a través de juegos de ordenador como afrontar la dislexia. La autora era una persona disléxica.


    Me ha parecido muy interesante la conversación en tan corto trayecto y bueno lo quería compartir por si os interesaba el libro. Acaba de salir esta semana


    Salu2 y si soy muy charlatana, demasiado


    Anna

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    1. ¡Es una casualidad! Yo me voy a apuntar el libro por si tengo oportunidad de encontrarlo. Por lo que he visto en google, la autora es investigadora, así que puede que haya buena información al respecto.

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  8. Buenas noches a todos

    Sé que vengo un poco tarde, pero aún así, no quería desaprovechar la oportunidad de poder comentar.

    Antes de nada, decir que me ha encantado el enfoque que ha escogido Jorge para el resumen, que le brinda ese toque atrayente de cercanía y personalidad.

    En cuanto a la discalculia, desconocía de su existencia, mientras que de la dislexia sí que conozco algunos aspectos. Por tanto, coincido con vosotros en el factor cultural; y es que, desde siempre, parece que lo de que a uno se le dieran mal las matemáticas o que tuviera dificultades para su compresión no era nada del otro mundo, mientras que la exigencia respecto al ámbito de la lectura aumentaba considerablemente (hecho bastante injusto ya que toda rama del conocimiento nos aporta en nuestra formación y educación personal). Quizás esto se debiera al pensamiento extendido de ver a las ciencias, y entre ellas a las matemáticas, como disciplinas de las que sólo podrían disfrutar aquellos con mayor inteligencia. Por tanto, al alumno al que le resultara difícil el ámbito numérico, posiblemente no se le diera mayor importancia y se pensara que solo era cuestión de inteligencia y talento; mientras que se ignoraba la posibilidad de que contara con discalculia (esto es solo una generalización, por supuesto habría excepciones).
    Desafortunadamente, desde mi punto de vista, mi opinión de alumna y lo que una escucha en el instituto, quedan todavía vestigios del "ciencias es para listos" o "los de ciencias son más inteligentes que los de letras", que siguen influyendo a muchos hoy día.

    Nada más por hoy, solo agradeceros vuestros comentarios con los que voy aprendiendo un poco más.

    ¡Hasta la próxima!

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    1. Hola María,

      a mi, personalmente, eso de que todavía se piense que las «ciencias son para listos», me fastidia mucho. Hay mucha gente que pierde la oportunidad de hacer algo que posiblemente le gustara.

      Un ejemplo que hablé el otro día con una compañera de trabajo. Ella estudió estadística. En los primeros cursos tenía un profesor de matemáticas que hizo que las odiara, no las enseñaba bien. Así que se fue por la rama de «ciencias mixtas» porque no se consideraba lo suficientemente inteligente como para estudiar una carrera de ciencias en el futuro. Cuando ya estaba en esa rama, tuvo un profesor de matemáticas que hizo que le encantaran y que las viera sencillas. Sin embargo, como ya iba por «ciencias mixtas» no pudo acceder a la licenciatura de matemáticas y se tuvo que conformar con estadística. Y es realmente genial en matemáticas...

      ¡Gracias!

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  9. Buenas a tod@s. Llego tarde últimamente, pero aquí estoy.

    En primer lugar gracias a Jorge por resumir el capítulo y contar tu experiencia de primera mano. He de decir que no había escuchado en mi vida la palabra discalculia hasta que leí el capítulo, por lo que aún estoy tomando conciencia del problema.

    Yo también creo, como algunos de vosotros habéis apuntado, que debe haber cierta analogía fisiológica entre la dislexia y la discalculia, ya sea con una base genética o ambiental (cultural). Lo cierto es que al ser un problema mucho menos conocido, el infradiagnóstico hace que haya mucha gente sin tratamiento que, como dice Santos, se cataloga como "un poquito torpe" y a correr. Al final, si no reconoces el problema como un problema, sino como torpeza... todo se transforma en "a mi no se me dan bien los números". Y esto puede desviar vocaciones científicas. Me alegro que el caso de Jorge no fuera así ;)

    No sé si entraría dentro del cuadro de síntomas y signos de la discalculia, pero veo con relativa frecuencia en mis alumnos problemas para el cambio de unidades. Preguntar cuántos mililitros son 50 microlitros o querer pesar en una balanza (escala en miligramos) 20,2 gramos muchas veces requiere que cojan lápiz, papel y "regla de 3 que te crió". ¿Puede ser esto un síntoma de discalculia o es simplemente falta de entrenamiento?

    Sea como sea, me apunto al club de fans de la profe de matemáticas de Anna, jejeje.

    Un abrazo y a seguir disfrutando del debate.

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  10. Hola Miguel Ángel,

    tu comentario me dice que sigue habiendo poca gente que lo conozca y me reafirmo en lo útiles que son las #TertuliasCiencia y que ojalá se nos una más gente para comentar, debatir y resumir.

    Lo del cambio de unidades yo también lo vi muchas veces mientras estudiaba, creo que es un problema generalizado, sobre todo cuando entras en unidades que no son comunes en el día a día. Normalmente no nos bebemos microlitros de leche ni comemos microgramos de algo, así que supongo que es porque nuestro cerebro todavía no está habituado. Incluso siendo mayores, con unidades no cotidianas como los julios, tengo compañeros a los que les cuesta ver cuanto es un kJ y tienes que andar haciendo símiles con coches y mosquitos...

    ¡Gracias!

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