sábado, 25 de enero de 2014

Una breve historia de casi todo: 3) El universo del reverendo Evans

   Leyendo el capítulo que nos ocupa he recordado la historia de Caroline Herschel, hermana del astrónomo descubridor del planeta Urano. Caroline, gracias a un pequeño telescopio que apodó el barredor de cometas, tuvo mucho éxito al detectar un buen número de este tipo de cuerpos celestes.

  Como nos cuenta Bryson en este capítulo, el pastor protestante Robert Evans también muestra, como astrónomo aficionado, una extraordinaria habilidad en detectar uno de los eventos más raros de observar y más espectaculares del universo: la muerte de una estrella masiva en forma de supernova, que el autor define poéticamente como “picotazos anómalos en la cúpula del firmamento”.

  Bryson consigue, en mi opinión, dar al lector una imagen bastante reveladora sobre la dificultad que entraña encontrar una supernova: 1.500 mesas con un puñado de sal en cada una de ellas, y Evans de un vistazo localizará un grano de sal en particular.

  Por su relevancia en comprender los procesos que suceden en una supernova, Bryson nos habla de un astrónomo de carácter mucho menos amable que Evans, pero con un notable instinto para proponer ideas revolucionarias. A Fritz Zwicky debemos, además de haber acuñado el término supernova, la idea de la existencia de las estrellas de neutrones y de lo que los astrofísicos llaman actualmente materia oscura.

  Pero las supernovas son mucho más que fenómenos estelares efímeros, y eso lo descubrió otro astrónomo peculiar y polémico. Fred Hoyle fue el responsable del término “Big Bang” en tono de burla, pues no creía que el origen del universo estuviera en ese “Gran Petardazo”. El logro de Hoyle fue pensar en el colapso necesario para dar una supernova, y la manera en que podían producirse los elementos químicos más pesados. Los hornos termonucleares de las estrellas sólo son capaces de producir los elementos más ligeros que el hierro. Aquí es donde interviene el colapso gravitatorio de la estrella y el bombardeo de neutrones que imaginó Zwicky para crear el resto de elementos.

  Ya sólo queda el mecanismo de dispersión. La explosión de la supernova, como un Big Bang a pequeña escala, difunde los elementos químicos hacia el espacio interestelar. Este es el instante de dispersión que el reverendo Evans detecta. Es de justicia, como él dice, que haya alguien observando en el momento en que la luz de esta inseminación cósmica alcanza la Tierra.

Y lo bueno es que en los días de redacción de este resumen, la fortuna del reverendo nos ha acompañado: en la Galaxia M82 (o Galaxia del Cigarro), situada en la constelación de la Osa Mayor, una enana blanca acaba de convertirse en supernova. El grupo de estudiantes del Observatorio de la Universidad de Londres, junto a su profesor, se encontraban el 21 de enero probando un telescopio que apuntaba al único trozo de cielo que aún se hayaba despejado, cuando captaron la luz que había abandonado la estrella hace 12 millones de años, época en la que todavía existía vegetación en la Antártida y había numerosas poblaciones de pingüinos en Sudáfrica.

La Galaxia M82 antes y después de detectarse la supernova.
  
Y sin extenderme más, aquí van mis preguntas/propuestas:
  • ·   ¿Hasta qué punto pensáis que puede influir una cualidad innata (la observación, la abstracción, la imaginación…) en los avances científicos? Además de la preparación académica, ¿hay un determinado “olfato” que sólo tienen algunos científicos?
  • ·        La ciencia comenzó como un pasatiempo de aficionados ilustrados. En astronomía, como acabamos de comprobar, aún hay aficionados que con un telescopio y grandes dosis de paciencia (o serendipia) siguen descubriendo nuevos cuerpos celestes. ¿Pensáis que por eso es una disciplina más popular que otras, tan avanzadas y especializadas con las que ya es imposible hacer “ciencia en el garaje”?
  • ·   La imagen del científico sigue siendo polémica, y más si se refiere a cualidades excepcionales que parece que deban “equilibrarse” con características menos deseables: por ejemplo, Gregory House es un arrogante asocial, y Evans es mencionado en una obra de nuestro Oliver Sacks donde habla sobre autistas. ¿Creéis que es una imagen simplemente fomentada por el cine y la televisión, o es que seguimos viendo al genio como bicho raro?
     Estimados amigos, ocupen sus posiciones en el debate…

sábado, 18 de enero de 2014

Una breve historia de casi todo: 2) Bienvenidos al sistema solar.

Bienvenidos al sistema solar.

Muy buenos días a todos, ante todo, quiero dar las gracias a todos los que hacéis posible que esta iniciativa siga adelante. Siendo éste mi primer resumen, espero y deseo que sea de vuestro agrado. He decidido en hacer un resumen un poco diferente. Soy Sergio Carvajal y escribo en Meyuniverso. Al lío…

Bill Bryson nos transporta a las maravillas del sistema solar, la complejidad que tiene un viaje de estas características queda latente.

Los astrónomos cada vez tienen más instrumentos para poder observar el vasto cielo que se nos muestra todas las noches. La capacidad tecnológica y los mecanismos de detección de la luz han aumentado mucho, a pesar de ello nos podemos sorprender al leer que una simple cerilla encendida en la Luna pueda ser detectada desde la tierra, pero los astrónomos son capaces de detectar la luz mas tenue, prueba de ello que detectan la primera luz que pudo escapar en la infancia de nuestro universo. La contrapartida está en que el universo es inimaginablemente grande y a éstas distancias los objetos se vuelven muy muy pequeños y si a esto le añadimos la distancia y la poca luz que puedan reflejar, se hace imposible detectarlos, como sucede al intentar observar la zona más exterior de nuestro sistema solar, que se extiende desde el propio planeta Plutón, hasta más allá de las 50.000 UA. Cabe recordar para quien no esté familiarizado con esta unidad de medida, una (UA) unidad astronómica es la distancia que separa de media al sol de la tierra, que se estima en unos 150 millones de kilómetros (redondeando la cifra), por lo tanto hablamos de que la influencia del sol abarca también a la nube de Oort, y el cinturón de Kuiper en su interior. Aclarado éste punto prosigamos.

Los astrónomos con sus instrumentos y ahora ,sentados frente a un ordenador conectado al telescopio, divisan sin problemas a los 3 planetas rocosos interiores destacando a Marte, donde Lowel creía que habitaban unos "marcianos" que construían unos canales desde el polo norte donde se encuentra aun hoy agua en estado solidó, hasta el ecuador, donde decía se encontraban las tierras fértiles, hoy día el robot curiosity se encuentra mostrándonos fotografías estupendas pero de un planeta yermo como lo ha sido desde que dejó de tener la atmósfera capaz de conservar el calor del planeta, hace ya por lo menos 3500 millones de años según los expertos. Lo que observó bien fueron zonas donde descendía el agua a latitudes más bajas, de ahí los canales que vio.

El viaje al exterior lo haremos como se expandió el espacio después del big bang, más rápido que la velocidad de la luz, pero utilizando un pequeño rincón de nuestro cerebro, usaremos la imaginación y así no tendremos que esperar a recorrer el espacio físico que separan a los planetas gaseosos exteriores y al resto de objetos. En primer lugar nos encontramos con el majestuoso y gigante Júpiter a 5 UA del sol posee 67 lunas detectadas y después a Saturno a casi 10 UA del sol y con 200 lunas, los cuales sirvieron de trampolín junto con Marte de las sondas Voyager 1 y 2 en su viaje al infinito del espacio exterior, pasando por Urano a 19 UA y con 27 satélites o lunas y Neptuno a 30 UA del sol y 14 satélites conocidos , de los cuales son los planetas más fríos y lejanos del sistema solar.

Llegamos ya al que un día fue planeta, y que después de descubrir a su luna, Plutón a una distancia del sol de 40 UA y hoy día se conocen 5. Le quitaron esa inestimable etiqueta rebajándolo a planeta enano a causa de su pequeño tamaño. Lo dejamos atrás y profundizamos en un lugar inexplorado donde ahora se encuentra la Voyager 1 mandando aún hoy, señales del campo magnético del sol y de los rayos cósmicos que detecta del exterior en su camino a los confines del universo.
Ya en el cinturón de Kuiper nos encontraremos con los futuros cometas que nos visitarán algún día, este año uno de ellos visitó las cercanías del sol quedando desintegrado, os hablo del cometa ISON. No tubo tanta suerte como el cometa Halley que aun sigue y seguirá visitando las cercanías del sol.
Desde aquí, si miramos atrás el sol es tan sólo un punto visible en medio de un cielo estrellado, pero si se ve el lugar hacia donde vamos, el conjunto de tres estrellas llamado Alfa centauri, a pesar de lo que aún tenemos que recorrer (más de dos años luz aún) diviso a sirio, es mucho más brillante desde aquí que desde la tierra donde es fácil de ver incluso desde la ciudad, repleta de farolas encendidas. Llegados al exterior de la influencia gravitatoria del sol, el espacio hace honor a su nombre, no hay nada, un vacío casi absoluto, imposible recrearlo en nuestros laboratorios, es una visión escalofriante.

El espacio es inmenso para llegar al centro de nuestra galaxia y viajando a 300.000 Km. /segundo tardaríamos 26 000 años en llegar, no hay palabras que describan tal inmensidad.
Nuestro sol es uno de entre 100 mil a 400 mil millones de estrellas, simplemente impresionante, pero tan sólo es nuestra galaxias, ahora se estima que pueden haber entre 80 mil y 120 mil millones de galaxias, esto ya marea un poco pero marea más si intentas imaginar al espacio que las contiene, en definitiva y como dicen los que saben de esto, el universo es finito pero ilimitado.

Por último intuyendo la inmensidad del universo no podía faltar quien pensara si podrían existir lugares parecidos o iguales a nuestro sistema solar, si esto es así, debería haber tenido la misma posibilidad que nosotros de existir. La ecuación de Drake, nos propone unos cálculos de los cuales surgen millones de posibilidades para que la vida inteligente haya podido surgir. Un pensamiento que nos debería hacer pensar en ser más humildes con nuestros vecinos para poder llegar a serlo también con la vida extra terrestre que, algún día quien sabe, pudiéramos llegar a compartir el espacio.

Vamos al debate.

El autor deja una sola cuestión en el aire, en un supuesto viaje a Marte a parte de que seria muy difícil que los astronautas volvieran con vida. Pregunta ¿De los rayos cósmicos que desprende el sol se les podría proteger?
Después de conocer la ecuación de Drake ha cambiado en algo el pensamiento que tenias sobre la existencia de vida inteligente en la vial Láctea? ¿Tendrías miedo si se demostrase realmente que hay vida más allá de la tierra? ¿Como reaccionarias?
¿Piensas que en los próximos 100 años podríamos llegar a visitar Marte con la seguridad de poder volver sanos y salvos?

Nota crítica: a este capitulo le ha faltado para mi gusto un poco de orden y mencionar muchas de las maravillas que tiene nuestro sistema solar.

sábado, 11 de enero de 2014

Una breve historia de casi todo: 1) Cómo construir un universo



Nebulosa de la Quilla, llamada también la guardería de las estrellas (región de formación estelar)

Comenzamos la nueva andadura de estas Tertulias Literarias de Ciencia con un libro que es fascinante desde la primera página. Como nos dice su autor, el libro trata de como pasamos, en concreto, de no ser nada en absoluto a ser algo, luego cómo un poco de ese algo se convirtió en nosotros y también algo de lo que pasó entretanto y desde entonces. No hay mejor forma de resumirlo.

Entrando en materia, el primer capítulo tiene por objeto explicar algo realmente complicado: el origen del universo. Para ello tenemos que acercarnos a conceptos tan esquivos como qué es una singularidad (un punto tan infinitesimalmente compacto que no tiene absolutamente ninguna dimensión), el punto de origen a partir del que surgió todo (la materia, el espacio, el tiempo etc.) y que sobrevino tras la Gran Explosión (Big Bang).

De ahí que broten nuevas preguntas que necesitan respuesta: ¿había “algo” antes de la Gran Explosión?, ¿podemos saber cuándo tuvo lugar? La ciencia actual tiende a coincidir en que el universo tiene una antigüedad aproximada de 13.700 millones de años aunque esta afirmación se hace con la debida cautela.

Debemos este conocimiento al descubrimiento casual por parte de los radioastrónomos Penzias y Wilson de la radiación cósmica de microondas mientras trabajaban con una enorme antena de comunicaciones. Éstos no podían desarrollar su trabajo por un “ruido” persistente que captaba la antena y que era imposible de eliminar. En realidad estaban “viendo” los primeros fotones (la luz más antigua del universo) aunque el tiempo y la distancia los habían convertido en microondas. A pesar de que no fueron capaces de dar una explicación a este fenómeno, recibieron el premio Nobel de Física (mientras que el físico Robert Dicke y su equipo, que sí ofrecieron la explicaron de lo que habían descubierto sus colegas, no obtuvieron su merecido reconocimiento).

Una vez sentado lo anterior, hay que explicar qué pasó inmediatamente después de la Gran Explosión, para lo que debemos acudir a la teoría de la inflación propuesta por un joven físico de partículas llamado Alan Guth: sostiene que el universo experimentó una expansión súbita y espectacular una fracción de instante después del alba de la creación. Todo surgió de repente (en un lapso de tiempo que es difícil entender), desde las fuerzas de la gravedad, electromagnética y las fuerzas nucleares, hasta la materia y las estrellas y galaxias como las conocemos hoy en día.

La posibilidad de entender cómo es posible que todo sucediera como lo hizo se complica cuando nos percatamos de que si el universo se hubiera formado de un modo algo diferente (ligerísimos cambios en la fuerza de la gravedad u otras constantes) no estaríamos aquí. Es el llamado principio antrópico.

En definitiva, darse cuenta de que el universo es finito pero no tiene límites, que las galaxias se apartan unas de otras pero no podemos encontrar un centro del universo son otras de las explicaciones que se ofrecen en este capítulo, dejando un interrogante muy interesante para el siguiente: ¿cómo surgió los átomos pesados tan vitales para nuestra existencia?

Espero vuestras impresiones tras leer este capítulo y, por mi parte, solamente proponer dos cuestiones que desde hace tiempo me vienen rondando cuando abordo temas de este tipo:


  • La astronomía es quizás una de las formas más fáciles de acercarse a la ciencia porque basta con mirar un cielo estrellado y dejarse maravillar. Sin embargo, los conceptos teóricos son bastante difíciles de entender y también de explicar: ¿se hace buena divulgación astronómica?, ¿cómo podemos mejorar —si es que hay que hacerlo— la divulgación de las ciencias del espacio?

  • El común de los mortales no está acostumbrado a comprender grandes magnitudes físicas (longitudes, tiempo, áreas, volúmenes etc.) con lo importantes que son sobre todo para situar en contexto temas como la inmensidad del espacio: ¿crees que Bryson afronta bien este problema? ¿opinas que el empleo de comparaciones o analogías son imprescindibles? ¿hay que evitar el empleo de notaciones matemáticas en la divulgación?

No sabéis cómo me alegra que estemos de vuelta!