domingo, 29 de junio de 2014

Una breve historia de casi todo: 25) La idea singular de Darwin



Estas últimas semanas he estado liado y #TertuliasCiencia lo he seguido discretamente, es algo que nos pasa a todos pero lo importante es que aquí estamos: ¡nos gusta el proyecto! Así que creo que lo primero es autofelicitarnos porque, aunque disfrutemos, colaborar/apoyar/resumir/… “gasta” parte de nuestro tiempo y lo hacemos, sin ánimo de lucro, por amor a la Ciencia y a su gente, por el simple deseo de aprender/entender/... Lo dicho, FELICIDADES.

Este fin de semana resumo yo, veamos como lo hago porque noto como mis neuronas se están desconectando una a una entrando en periodo estival. En fin, vamos a ello: Capítulo 25. Una breve historia de casi todo. Bill Bryson. "La idea singular de Darwin"

El capítulo empieza con la anécdota de las palabras del editor cuando le entregó “El origen de las especies por selección natural o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida”. Y después de ello Bill Bryson va directo al grano.

Darwin nació en familia acomodada, por diversas circunstancias (para desgracia de su padre) acabó graduándose en teología y le salio la oportunidad de viajar en el Beagle para acompañar a un capitán de carácter difícil.
Esos 5 años de viaje fueron la experiencia formativa de su vida, no solo por la cantidad de especimenes que capturó/recogió (durante el resto de su vida nunca terminó de trabajar/aprender con ellos) sino por los libros que leyó.

La idea simple y revolucionaria “los organismos compiten por los recursos y el que tiene una ventaja innata prospera y transmite esa ventaja a sus vástagos” no se le ocurrió en el viaje, fue después de años de maduración de todos los datos/teorías que iba asimilando (es curioso que un amigo ornitólogo fue el que le dijo que las aves de las Islas Galápagos eran todos pinzones). 6 años después de volver (en 1842) tenía un “esbozo” de su teoría pero la aparcó, se dedicó a otras cosas, cambió su salud y carácter… aunque nunca abandonó la Ciencia y sus ideas.
Pero en 1858 recibió un borrador de un artículo de Wallace que tenía coincidencias asombrosas con su esbozo (idea que a wallace si le vino fruto de un ramalazo de intuición). El peculiar carácter de Darwin hizo que tomará la decisión de que se publicaran ambas cosas a la vez (sin consultar con Wallace lo cual puedo o no ser discutible desde un punto ético). La presentación pública de estas ideas no levantaron ninguna polémica y un año después Darwin publicó “el origen de las especies…” (una nueva he interesante anécdota nos cuenta Bryson cuando nos dice que Matthew reivindico la prioridad de la idea “selección por competencia” porque esa idea estaba contenida en una obra suya, Darwin le contestó que como no la había difundido por los cauces “naturalistas” nadie se había enterado).

Pero la teoría planteaba problemas. Dos de ellos le llevo a enfrentarse con muchos, faltaban fósiles de los especimenes intermedios y faltaba tiempo para que la evolución fuera por este mecanismo ya que era infinitamente más largo el tiempo necesario del que se consideraba que tenía la Tierra. Pero había otro, y es que ¿el libro no explicaba como surgían las especies?, pero llegó Mendel.

Mendel nació de familia humilde pero, ¡se hizo monje! Dicho de otra manera, la Iglesia posibilitó que se dedicara al estudio y que tuviera recursos para hacer sus experimentos (que duraron años, por cierto). Usando guisantes descubrió leyes en la transmisión de caracteres (ya instauró los términos dominantes y recesivos) que posibilitaron el entendimiento de como ganaban los ligeramente distintos. Mendel comentó sus resultados en unas reuniones de “naturalistas” pero ni caso, los mandó a un prestigioso botánico que no les prestó mayor atención… Mendel se fue al convento y se dedicó a seguir investigando y hasta se convirtió en abad.
Sus esfuerzos no acabaron en saco roto porque se publicaron en distintos sitios y cuando los científicos estuvieron preparados para entender la importancia de lo que había descubierto se le reconoció la autoría.

Bryson después de explicarnos Darwin y Mendel pone la anécdota más famosa, la del enfrentamiento entre el Obispo de Oxford y el científico Huxley. Dicha anécdota es considerada por muchos como un ejemplo de la eterna lucha entre las creencias que intenta imponerse por malas artes y los razonamientos que luchan, más que contra las creencias, contra esas malas artes que algunas usan.
Darwin publicó en 1871 (11 años después de su primera publicación) “la descendencia humana y la selección sexual”, ese libro si que podía haber sido considerado agresivo, pero el mundo en esos años era mucho menos excitable.

De todas formas Darwin nunca polemizó, dijo lo que pensaba y lo dejó fluir. Sus ideas triunfaron realmente alrededor de 1930-40 cuando se mezclaron con las ideas de Mendel (se le reconocieron en el 1900) y con los conocimientos nuevos que en esa época había.

The end

Me ha gustado mucho el capítulo. Espero no haber cometido muchas incorrecciones en el resumen.
Y ahora unas cuestiones rápidas (pero añadid vosotros todas las que queráis):

· ¿Crees discutible éticamente que Darwin publicara sin contar con Wallace?

· Si hubiera levantado revuelo la publicación Darwin-Wallace ¿crees qué Darwin  hubiera realizado “el origen de las especies…?

· Me ha llamado la atención que Darwin no utilizará la palabra evolución y que utilizará “ascendencia con modificación”, lo digo porque yo pensé hace unos meses que esos dibujos animados donde se ve que una especie se va trasformando en otra se pueden mejorar. La idea se me ocurrió cuando mi hijo de 5 años no entendía muy bien el concepto y pensé que era porque no se intercalaba entre esas imágenes de partos ¡cuando él las veía pensaba que eran los individuos los que iban progresivamente cambiando! Después de leer esto ¿no crees mejor “ascendencia con modificación”?

· ¿Consideráis que estudios como los que salen en “De epigenética, alimentación, fobias e inteligencia” de @Edocet son una vuelta hacia Lamarck?

· Y algo más. Yo me enteré de esos estudios por mis amigos pseudocientíficos (y me enteré antes de que se publicara ese post). Ese mundo está muy atento a leer cualquier cosa que le sea favorable y a manipularla dando solo una visión parcial. Por lo tanto me planteo ¿debe de tenerse en cuenta ese posible uso torticero a la hora de prepararse la publicación científica?

domingo, 22 de junio de 2014

Una breve historia de casi todo: 24) Células


Antes de empezar a comentar he de deciros que este capítulo me ha gustado mucho. Lo cual me lleva a pensar que como es un tema totalmente desconocido para mi, exceptuando aquellas clases del bachillerato en las que el profesor dedicaba parte de la misma a dibujar en la pizarra la célula con sus "coloritos", puede haber sido ese el motivo. Lo que me confirma una vez más en que este es un buen libro (con sus pegas y fallos, como todo en esta vida) que permite despertar el gusanillo y dibujarnos un panorama general para que cada uno profundice luego en aquello que más le haya llamado la atención. Resumiendo que he disfrutado con el capítulo. Ya me contaréis vosotros qué tal.

A lo largo del resumen que he hecho encontraréis frases en negrita y subrayadas, son comentarios míos acerca de cuestiones que me han llamado la atención y que pueden servir como hilo para debatir además de cualquier otro que se os ocurra.

Comienza Bryson explicándonos que "todo empieza con una sola célula" que mediante divisiones sucesivas (42) terminarán formando todas las células que configuran un ser humano, unas 10.000 billones. Cada célula lleva, cual manual de instrucciones, una copia completa de tú código genético y cada una de ellas "sabrá" cual es su cometido. Bryson dice que cada célula es una especie de milagro, reconozco que no me gusta esa definición y aunque lo argumenta diciendo que hasta "las más simples superan los límites del ingenio humano" sigue sin gustarme.

A continuación nos da una serie de datos, empezando por la diferencia de tamaño de un espermatozoide frente a un óvulo, 85.000 veces mayor este último. La media de tamaño de una célula está en unas dos centésimas de milímetro pudiendo llegar algunas a más de un metro, como es el caso de las células nerviosas. Su vida no suele ser superior al mes con algunas excepciones como las del hígado que pueden durar varios años y las células cerebrales "que duran lo que dures tú".
Bryson nos comenta que "se ha dicho que no hay ni un solo pedacito de cualquiera de nosotros que formase parte de nosotros hace nueve años". A mi esto me plantea  cuestiones filosóficas acerca de la identidad individual.

El pionero en la descripción de las células fue Robert Hooke, sí, aquel de la agria disputa con Newton por la Ley del Cuadrado del Inverso. Hooke nos descubrió que había todo un mundo microscópico que se nos había escapado. Es curioso que en aquellos tiempos el ser humano estuviera ampliando simultáneamente sus conocimientos de lo grande (el sistema solar) y lo pequeño (las células). ¡¡Menuda ampliación del horizonte del conocimiento!!

Fue el propio Hooke el que nombró a las células, llamándolas así porque al observar las pequeñas cámaras microscópicas de las plantas le recordaron las celdas de los monjes. Aunque los microscopios llevaban ya un tiempo en uso, los de Hooke, que era un "manitas", conseguían aumentar los objetos hasta treinta veces, todo un avance para la época (s. XVII). Pero realmente el gran avance vendría apenas una década después de la mano de un comerciante de paños de nombre Leeuwenhoek. Sin apenas estudios oficiales y al margen del mundo científico oficial Leeuwenhoek, con un gran genio técnico, envió casi 200 informes a la Real Sociedad de Londres para el asombro de los allí presentes (incluido Hooke). Iban acompañados de unos dibujos con ampliaciones de hasta 275 veces. Además Leeuwenhoek construía un instrumento específico para cada observación con gran maestría y paciencia y eso que observó innumerables sustancias (moho, células sanguíneas, dientes, cabellos, saliva etc...).

Algunos, animados por los descubrimientos de Leeuwenhoek se dedicaron a hacer sus propias observaciones llegando incluso a "descubrir" cosas que no existían. Nicolaus Hartsoecker llego a ver "hombrecillos preformados" en células espermáticas que llamó "homúnculos". Sinceramente este afán por descubrir y dejarse llevar tal vez por la imaginación me ha recordado la historia de los canales de Marte.

 En 1831, se descubrió el núcleo de la célula, de la mano del botánico Robert Brown. Y posteriormente Theodor Schwann planteó la idea de que toda la materia viva era celular, cosa que no fue aceptada de inmediato como suele ocurrir en muchas ocasiones como nos demuestra la historia de la ciencia. Finalmente, con  Louis Pasteur quedó demostrado que la vida no puede surgir de manera espontánea sino que necesita de células preexistentes.

A continuación, Bryson se introduce en la célula para mostrarnos todo su interior con su "actividad por todas partes y un repiqueteo constante de energía eléctrica". Dentro de su estilo hace una serie de comparaciones de esas que gustan a unos y disgustan a otros. Si los átomos tuvieran el tamaño de un guisante una célula sería una esfera de 800 metros de anchura con una actividad frenética donde cada filamento de ADN es atacado una vez cada 8,4 segundos, con sus consecuentes "reparaciones". Dentro de la célula encontramos proteínas, enzimas (un tipo de proteínas), lisosomas, endosomas, ribosomas, mitocondrias etc... He de decir que me ha sorprendido el número tan alto de mitocondrias que puede albergar una sola célula ¡¡Hasta 1000!! Siempre me quedé con la idea de una o dos mitocondrias. Supongo que el profesor no podía haber dibujado mil por célula y si lo mencionó no debí prestar atención. Ellas son las encargadas de transformar el alimento y el oxigeno (una vez procesados) en una molécula llamada ATP, que son básicamente paquetitos de baterías que proporcionan energía para los procesos celulares. Una célula típica tiene unos 1.000 millones de moléculas de ATP que gasta en apenas dos minutos.

Cuando las células no son necesarias mueren, en un proceso programado denominado apoptosis. La célula se "desarma" y sus elementos constitutivos son devorados. Miles de millones de células mueren diariamente. Una célula también puede morir de forma violenta como causa de una infección o lo que es peor que empiece a dividirse de forma descontrolada y a proliferar dando lugar al cáncer. Aunque como dice Bryson "lo asombroso de las células no es que las cosas vayan mal a veces sino que consigan que todo vaya bien durante décadas". Y la verdad es que nuestro cuerpo (y el resto de animales y seres vivos en general) es una sinfonía en la que las células tienen que comunicarse entre si y coordinarse de una manera asombrosa, y todo ello gracias a una molécula llamada ADN... y llegados a este punto y como si se tratara de un cuento de "Las mil y una noches" Bryson nos remite al capítulo siguiente...

Y hasta aquí el resumen. Quiero pedir disculpas por los errores que haya podido pasar por alto en la lectura del capítulo y que seguro me he limitado a repetir aquí debido a mi ignorancia en el tema. Así que no os cortéis y darle caña a Bryson y a mi mismo que para eso estamos aquí, para profundizar, debatir y aprender. Y como he dicho antes espero que mis comentarios a lo largo del resumen puedan servir de guía para la tertulia.

Gracias a todos y un saludo.


domingo, 15 de junio de 2014

Una breve historia de casi todo: 23) La riqueza del ser

Y con este título de capítulo tan "metafísico" jeje, Bryson se zambulle en el tema de la taxonomía (botánica, zoológica, etc.). Todo empieza con una visita al Museo de Historia Natural de Londres y a su encuentro con el especialista en briofitos (musgos para el común de los mortales) que llevaba 42 años estudiando la misma especie. A partir de ahí y centrándose en los aspectos más curiosos y aventureros se nos cuenta la historia de la taxonomía y de grandes de la ciencia como Banks, y se detiene especialmente en Linneo y su clasificación; y después en las batallas sobre la adopción de una nomenclatura universal y no local. Lo más sorprendente es que puede que no estemos más cerca de conseguir estimar el número de especies que habitan en nuestro planeta ni mucho menos de descubrirlas y clasificarlas todas. Hay muchos seres vivos microscópicos, otros se encuentran en zonas aún inexploradas del planeta que no es precisamente pequeño y sobre todo: no hay suficientes especialistas. El autor se detiene bastante en explicar que cuando se jubila (o se muere) un especialista puede que su trabajo quede parado y abandonado in aeternum, a la vez que recoge las afirmaciones de Koen Maes: no hay fondos para que continuara sus investigaciones en África. También informa de que, pese a que pueda parecer un tema más curioso que útil, en plantas todavía por descubrir y catalogar podríamos encontrar principios activos para fármacos que podrían orientar la investigación en este campo.

Ahora me vais a permitir que me suelte el pelo y me desahogue... porque este capítulo no me ha gustado mucho por varios motivos, así que os toca aguantar a la tiquismiquis de Dolores jaja, hasta lo haré más o menos por orden de aparición en el capítulo:

1) Algo pequeño y minúsculo pero que se ha sumado con el resto: segundo párrafo dice "tal vez puedas ver que alguien con el aire distraído y el cabello curiosamente rebelde, que caracterizan al investigador", ¡anda ya! ¿Cuántos investigadores así conocéis? Al menos la gente con la que he ido trabajando o he coincidido en congresos es muuuuy normal en cuanto a aire despistado y pelos rebeldes. ¿No se estará fijando solo en el prototipo de Einstein? Que haber científicos asi, los hay, pero no es la inmensa mayoría. Ya sé que solo es un detalle pero me ha molestado el tratamiento a científicos en este capítulo porque me he sentido como un especimen raro, que se pierde por el edificio y llega a paredes tapiadas en vez de al departamento de Botánica y lo suficientemente friki como para pasarse 42 años con una especie de musgo. Esto tiene parte de verdad pero lo puedes contar de muchas maneras, y desde luego no me parece la que más se adecúa a la realidad...

2) "En realidad los musgos no sirven para nada", ¿ah, no? ¿Y en qué basas semejante afirmación, querido Bryson? Porque aquí, una química que reconoce no tener más que una ligera idea de taxonomía y demás temas de este capítulo, en una asignatura de libre elección hizo un trabajo sobre la monitorización de los niveles de contaminación en metales pesados de... ¡los briofitos! Que por lo que aprendí eran estupendos (se comparaban los de zonas medianamente urbanas con reservas naturales) y en concreto habían mostrado como el eliminar el plomo de la gasolina había influido en la calidad del aire que nos rodea...

3) No me gusta como habla de Linneo, por los mismos motivos que el punto 1) pero en este caso mucho más acentuados. ¿En serio había que hacer tanto hincapié en esos aspectos del carácter que pueden resultar cuando menos cómicos y estrafalarios? No me parece mal que se cuenten "trapos sucios", pero a la vez por justicia, me hubiera gustado que se incidiera más en lo positivo. Volvemos a la imagen de científicos aristocrátas estrambóticos. Y sí, sería una realidad, pero es que utiliza el mismo afán sensacionalista para hablar del especialista en briofritos de Londres...

4) ¿Cuál es la intención de Bryson en este capítulo? ¿Convencernos de la importancia y emoción de la taxonomía y promover vocaciones científicas para el campo? No, me imagino que esta no era su intención, pero es que además consigue (al modo de entender de esta nada humilde lectora) toooodo lo contrario. Estudiar taxonomía parece aburridísmo y propio de pringados y no queda demasiada clara su utilidad (solo menciona los compuestos activos de las plantas). Así que, no me ha gustado el enfoque del capítulo. Para tener otra perspectiva recomiendo leer: Mi epifanía molecular, de Copépodo: ahí sí aparece cómo es el trabajo de un científico, normalmente repetitivo y aburrido, pero cómo de emocionante puede llegar a ser un descubrimiento. Por cierto, otra cosa que he echado de menos es que mencionara la importancia de la genética molecular para la taxonomía moderna.

La verdad es que conforme avanzaba en la lectura, iba pensando que Copépodo hubiera sido un gran resumidor, pero como estoy a sábado no me daba tiempo a intentar enmarronarle. Recomiendo su bloj invertebrado y que le planteéis las dudas sobre el tema que podáis tener y que yo no os puedo resolver, y quizá su visión discrepe más de la mía que la de Bryson, ni idea la verdad.


sábado, 7 de junio de 2014

Una breve historia de casi todo: 22) Adiós a todo eso

En esta ocasión Bryson nos conquista con explosiones de vida y extinciones, mostrándonos el difícil camino de cualquier especie para permacer en nuestro planeta.
http://bitacoranaturae.blogspot.com.es/2010/10/liquenes-ibericos.htmlEl capítulo comienza hablando de los líquenes. Como siempre que no se entiende algo aparecen teorías que finalmente resultan, cuando menos, curiosas. La posibilidad de que una piedra inorgánica se transforme en una planta viva debió ser una vía de estudio excepcional, pero duraría bien poco.
El autor habla de la lentitud del desarrollo de los líquenes y de su poca ambición. Debatiremos sobre elllo.
Encontramos otra bonita cronología en la que nuestra especie solo se ve en 1'27" del día en que se transforma la existencia de nuestra Tierra.
Continuamos con la descripción de la aparición de estos de vida unicelular pronto con respecto a la edad del planeta y la tardanza en aparecer de especies complejas. Esto me choca un poco con las explicaciones de la dificultad de encontrar fósiles. Más adelante leemos que de las mil especies de dinosaurios solo disponemos de un ejemplar en la mitad de los casos. El que haya un hueco no significa más que que no tenemos datos todavía.
También es llamativa la forma de presentar la relación entre desarrollo de las especies y extinción. A debatir.
Sí, me estoy enfadando con Bill. Pero no es nada comparado con la memorable frase del traductor en la que un isótopo tiene un número anormal de protones. Ese es el adjetivo que me viene a la cabeza... lo dejo. Pero puntualizo que los protones nos indican el tipo de elemento (solo los que tienen 8 son de oxígeno) y que hay varios tipos del mismo elemento estables que solo se diferencian en el número de neutrones y los denominamos isótopos. El oxígeno 16 tiene 8 neutrones y el 18 tiene 10.
Debo decir que Bryson no es culpable, leemos"abnormal number of neutrons" en el original
Seguimos con un planeta dominado por helechos que nos dejaron el carbón, lo que nos lleva a otro punto de posible tertulia.
http://www.cartoonstock.com/w/es/e/extinci%C3%B3n.aspMuy ilustrativa la historia de Jarvik que no dejó a nadie ver su fósil y todas las expectativas creadas durante 48 años de estudio sobre el eslabón perdido se quedaron en nada. Su tetrápodo no tenía cinco dedos y no era capaz de caminar.
Volviendo a las extinciones, Bryson nos muestra que lo complicado de nuetra evolución. Aproximadamente todas las epecies están extintas. Quedan unos restos de las que han habido y ahí estamos. Pero se nos acaba el tiempo, 4 millones de años es lo que suele durar una especie, por ahí vamos. Y sin tener en cuenta la imprudencia humana.
Las extinciones son una cuestión sin resolver, no se tiene clara la causa de los cambios que las provocaron. Aquí me han sorprendido las dudas sobre el famoso meteorito KT, bien fundamentadas, que nos dejan claro lo poco que sabemos en realidad.


El capítulo da para bastante debate, a ver si es verdad y nos animamos:


El primer punto de debate parte de los líquenes, los pobres no tienen muchas expectativas de futuro al contrario que los humanos. No quiero hablar del sentido de la vida, aunque un poco filosófico si me pongo, el hombre tiende a creerse el centro del universo y que lo de demás gira a su alrededor (por ejemplo el geocentrismo). Quitando el factor tiempo, ¿somos más que un líquen?
El punto de partida es que ellos son dos especies juntas.

Encontramos en el capítulo una parte en la que se nos cuenta cómo las especies más evolucionadas sucumbieron y otras no tanto sobrevivieron lo que las dejó un una nueva posición de superioridad. También habla de que una posición de superioridad puede hacer que megadinastía haga desaparecer a otra. ¿Creéis que hay una relación entre evolucionar más y extinguirse?¿Las especies mejor adaptadas son las que más sufren cuando hay cambios bruscos?

El que se estén agotando los combustibles no renovables no parece que motive mucho a las empresas que se lucran cada vez más con ellos. ¿Cuánto tiene de real la dependencia de esos combustibles? Concreto un poco, si no les fuese tan rentable ¿tendríamos ya otras energías compitiendo con ellas? Y amplío por otro lado, ¿la imprudencia humana influirá en el tiempo de vida de la especie?