Cuando me decidí a resumir un capítulo en Tertulias Ciencia, cogí el libro y le eché un vistazo a los títulos de los capítulos, ví la palabra veneno y la palabra cadmio y me dije "este es para mí". El cadmio fue el elemento con el que trabajé en mi proyecto fin de carrera. Cinco meses en un laboratorio viendo como una "mosca" agitaba vigorosamente las distintas disoluciones de este metal. Y mientras buscando información del mismo. Cuando leía el capítulo rememoraba toda aquella información plasmada en el proyecto.
No me enrollo más y paso a resumir el capítulo 9: El pasillo de los venenos: "Ay, ay".
Los
elementos que nos encontramos en este capítulo son el Cadmio, Talio, Bismuto, Torio y Americio.
CADMIO:
El cadmio es el elemento más ligero
del pasillo de los venenos. Se hizo popular a partir de los hechos
ocurridos en una zona del centro de Japón, las minas de Kamioka.
Estas minas se comenzaron a explotar
en el siglo VII , extrayéndose metales preciosos. Siglos más tarde
se empezó a extraer oro, plata, cobre y plomo. A principios del
siglo XX, comenzó la extracción de cinc, debido a la fuerte demanda
de este metal para su utilización en aviones, blindajes y munición
en la guerra ruso-japonesa y la primera guerra mundial. El cinc se
encuentra íntimamente mezclado con el cadmio en la Tierra. El
tratamiento que se le daba al metal extraido de la mina, una
tostación seguida de un lavado con ácido sulfúrico, conllevaba que
con los lodos producidos en el lavado se encontrara cadmio. Estos
fangos se vertían en los ríos o sobre la tierra, desde donde se
infiltraba hasta llegar a las aguas freáticas.
En 1912 los médicos observaron que
algunos arroceros de aquella zona morían a causa de unas nuevas y
horrendas enfermedades. Terribles dolores en las articulaciones y en
la médula de los huesos, fallo de los riñones y ablandamiento de
huesos, eran los síntomas. La incidencia de esta misteriosa
enfermedad se disparó durante las décadas de 1930 y 1940 con la
expansión del militarismo japonés. A medida que la enfermedad se
extendía de un pueblo a otro, pasó a conocerse como "itai-itai"
("ay-ay", en castellano), por los gritos de dolor que
soltaban sus víctimas.
En 1946, un doctor de la región,
Noboru Hagino, comenzó a estudiar la enfermedad. Al principió pensó
que se debía a la malnutrición, pero después, con la ayuda de un
profesor de sanidad pública elaboró un mapa epidemiológico y un
mapa hidrológico que mostraba en qué lugar depositaba su carga el
río Jinzu, río que atravesaba las minas y servía para inundar los
campos de cultivo. Tras analizar el grano de la zona, Hagino
comprendió que el arroz era una esponja para el cadmio.
Pero, ¿cómo actúa el cadmio en el
cuerpo?.
El cadmio puede desplazar al azufre y
al calcio en el cuerpo, pero no puede realizar las mismas funciones
biológicas, lo que explica que afecte a los huesos de los enfermos.
La malnutrición también desempeñaba un papel en la enfermedad ya
que, al carecerse de elementos esenciales, las células introducían
en sus órganos el cadmio a un ritmo más rápido que en una persona
bien alimentada.
Hagino hizo público sus resultados en
1961. Tras litigios con la compañía minera legalmente responsable,
en 1972, se comenzaron a pagar indemnizaciones a 178 supervivientes.
TALIO:
El Talio es considerado el elemento
más mortal de toda la tabla periódica. El motivo es que puede
actuar como Tl+ o Tl 3+ , por lo que puede
imitar a muchos elementos y hacerse un hueco en muchos nichos
bioquímicos.
En el cuerpo de los animales se cuela
a través de los canales iónicos para captar el potasio, a menudo
por medio de ósmosis en la piel. Una vez dentro del cuerpo, comienza
a descoser enlaces fundamentales de los aminoácidos de las
proteínas, inutilizándolas. El problema es que el talio no se para
sólo en huesos y riñones, como el cadmio, sino que se mueve por
todo el cuerpo, por lo que cada átomo puede producir una cantidad de
daños desaforada.
Otra de las razones por las que el
talio, al igual que el cadmio, funcione tan bien como veneno, es que
se queda en el cuerpo durante mucho tiempo, ya que estos elementos
tienen núcleos atómicos que nunca se desintegran radioactivamente.
Anécdota: Durante los años de su
obsesión con Cuba, la CIA esbozó un plan para espolvorear los
calcetines de Fidel Castro con talco contaminado con talio. A los
espías les atraía la idea de que el veneno le provocase la caída
del cabello, incluida su famosa barba.
BISMUTO:
El
bismuto es un metal blanquecino y ligeramente rosado que al quemarse
produce una llama azul y un humo amarillo. Es uno de los poquísimos
elementos que se expande al congelarse . Se emplea en pinturas y
tintes. El bismuto puede formar unas rocas conocidas como cristales
en tolva, con forma de pirámides escalonadas iridiscentes.
El bismuto es un elemento técnicamente
radioactivo. Por su posición en la tabla periódica debería ser muy
dañino (comparte grupo con el arsénico y el antimonio), y se
esconde entre los metales pesados más venenosos. Sin embargo, el
bismuto es benigno, incluso medicinal: los médicos lo recetan para
aliviar algunas úlceras .
Se puede considerar que el bismuto
marca la transición en el pasillo de los venenos entre los venenos
convencionales que producen arcadas y profundos dolores y los
abrasadores venenos radioactivos.
TORIO
+ AMERICIO:
David
Hahn, joven norteamericano de 16 años, a mediados de la década de
1990, en su deseo por resolver la crisis energética mundial,
construyó un reactor nuclear en el cobertizo del jardín de la casa
de su madre. Para empezar, aplicó el poco conocimiento que había
recabado sobre física nuclear. David había aprendido los tres
principales procesos nucleares: fusión, fisión y desintegración
radiactiva. Como la fusión necesitaba temperaturas y presiones que
no podía reproducir, David se centró en la fisión del uranio y la
radiactividad de los neutrones, productos secundarios de la fisión.
El uranio estaría rodeado por una envoltura de un elemento más
ligero, el torio-232. Su objetivo, perpetuar una reacción en cadena.
Tras cada fisión, el torio absorbería un neutrón proveniente de la
fisión del uranio convirtiéndose en torio-233. Este isótopo
inestable decae por desintegración beta, emitiendo un electrón,
convirtiendo después, un neutrón en un protón. Esta adición de un
protón lo convierte en el siguiente elemento de la tabla, el
protactinio-233, que también es inestable y se transforma en aquello
con lo que había comenzado: uranio-233.
De
todo el trabajo que hizo , probablemente la parte más sencilla del
proyecto fuese conseguir el torio-232. Los compuestos de torio tienen
puntos de fusión extremadamente elevados, por lo que las lámparas
de torio son comunes en ambientes industriales como las minas.
Pero
David no dominaba la física y no contaba con la necesidad de
disponer de uranio-235 para irradiar el torio y convertir éste en
uranio-233. Inconveniente: el uranio común es sobre todo uranio-238
y el uranio-235 era difícil de conseguir. Por este motivo, instalo
un contador Geiger en el salpicadero de su coche, en la búsqueda de
este elemento.
Al
final decidió abandonar esta estrategia, y construyó una "pistola
de neutrones" para irradiar el torio, pero la pistola apenas
llegó a funcionar. Para construir su burda pistola empleó americio.
El americio es una fuente fiable de partículas alfa. Las partículas
alfa hacen saltar neutrones de ciertos elementos.
David,
al final, no construyó el reactor, ni siquiera estuvo cerca de
conseguirlo.
El
resultado de sus experimentos fue una cara salpicada de manchas
rojizas , como si sufriera acné agudo.
OTROS
VENENOS
Junto
con el cadmio, el talio, bismuto, torio y americio, podemos encontrar
otros venenos:
-
El mercurio, una neurotoxina. A la derecha del mercurio, en la tabla periódica, el plomo.
-
Los elementos radioactivos: el polonio, el veneno de la era nuclear. Al igual que el talio, provoca la caída del cabello de los afectados. Como ejemplo de envenenamiento por polonio, el del ex agente del KGB Alexander Litvinenko, que fue envenenado con sushi contaminado con polonio en un restaurante londinense. Más allá del polonio está el radón. Como gas noble que es, el radón es incoloro e inodoro y no reacciona con nada. Pero es un elemento pesado , por lo que desplaza al aire en los pulmones y descarga letales partículas radiactivas que conducen al cáncer de pulmón.
PREGUNTAS:
1)
No hace falta irnos muy lejos
para encontrar un ejemplo del vertido de lodos tóxicos al medio
ambiente. En la Región de Murcia tenemos el caso de Portmán, pueblo
minero en el que en 1992 cesaron los vertidos al mar de los lodos
provenientes del lavado del mineral. Estamos
diciendo que cerca del siglo XXI se seguían haciendo vertidos
incontrolados en España, teniendo como ejemplo lo ocurrido en las
minas de Kamioka. De momento aquí no ha habido ningún caso de
enfermedad relacionada con el vertido o quizá si, ¿que pensáis?.
¿Sería útil realizar un mapa epidemiológico con la relación de
cáncer en la zona y contrastarla con el resto de España?. ¿Ya está hecho?.
2)
He echado
de menos en el capítulo a venenos que sólo se nombran como el
mercurio y el plomo. Me imagino que saldrán en otros capítulos. La
supuesta relación del plomo con el saturnismo y la caída del Imperio
Romano, etc. ¿Qué opináis?.
3)
Maria Sklodowska y su
relación con el polonio. Murió con 67 años, ¿edad tardía para el
contacto que tuvo con el material radiactivo?.
Un
saludo a todos. Nos leemos en el debate.
¡Hola María del Mar!
ResponderEliminarMuchas gracias por el resumen. Me ha gustado mucho. Por cierto, me he quedado con ganas de saber más sobre tu proyecto de fin de carrera : ).
Este capítulo me ha gustado más que otros, especialmente por la temática ... tal vez soy algo morbosa ; ).
Voy con tus preguntas:
Aunque debería ser una prioridad para las empresas, estas no se suelen preocupar por la salud de las personas, ni del medio ambiente, a no ser que se las obligue. De aquí que sea tan importante la legislación (y los controles correspondientes) en estos casos.
Sobre si sería útil realizar un mapa epidemiológico con relación al cáncer en la zona, no sé qué opinar. Por un lado pienso que si hay posibilidades de que estos vertidos hayan aumentado el riesgo de cáncer, sí que se debería hacer. Pero por otro, hay veces que se crea un alarmismo desmesurado, que hace malgastar dinero público inútilmente. Y la verdad es que no tengo ni idea de a cuál de las dos opciones se adapta mejor el caso de Portmán.
Me suena haber leído algo de la relación del plomo con la caída del Imperio Romano, por lo que sí hubiese estado bien que se incluyera en el libro.
Sobre si Marie Curie murió tardíamente para el contacto que tuvo con el polonio, me ha recordado un reportaje sobre los habitantes que aún viven cerca de la central de Chernóbil. La mayoría de estos son personas mayores que no presentaban peor salud de la que se suele tener a su edad. El periodista decía (aunque no sé con qué datos) que a los que les había afectado la radioactividad de la zona, ya estaban muertos. Y que sólo quedaban aquellas personas que eran más resistentes al cáncer. No sé qué hay de cierto en esto, pero el cáncer es una enfermedad que depende en gran medida de cuánto falla el mecanismo de corrección de errores en la copia de ADN. Y que hay personas con mejores correctores que otras. Por lo que la afirmación del reportero podría ser cierta, y también podría explicar porqué Curie no muriera de cáncer de forma prematura, sino de anemia aplásica (aunque también debida a la radiación). No sé lo plausible que es esta hipótesis, pero es lo que se me ha ocurrido :p.
¡Que tengáis una feliz semana!
Hola a todos
ResponderEliminarMaría del Mar, gracias por el resumen, me ha gustado... y gracias por la foto a color del cristal de Bismuto (yo estoy leyendo el libro en blanco y negro.
Al lío con tus preguntas
¿Portmán? comparto bastante de lo dicho por Conxi pero añado dos cosas, aunque ambas llegan a la misma conclusión: los verdaderos culpables de que pasen estas cosas en España somos nosotros.
1º si somos consumistas y no reducimos (reutilizar y reciclar están muy bien, pero realmente no solucionan el problema) en algún sitio tenemos que hacer procesos industriales que contaminarán y me parece de malas personas contaminar en otros países para cosas que utilizamos aquí.
2º se conocen técnicas más contaminantes y técnicas menos contaminantes, que una industria utilice unas u otras es una decisión económica y/o política, pero nunca ética. Por eso somos todos responsables, elegimos a los políticos y, con nuestra incultura científica y con nuestro consumismo desbocado, nos lo estamos cargando todo.
Yo lo de otros venenos también lo he echado de menos, pero imagino que saldrá en otros capítulos. Para lectores como nosotros opino que el autor nos podría hacer un guiño y decirnos cosa parecidas a: "otros venenos como el plomo los veremos en el capítulo tal"
Sobre Marie Curie me ha gustado la reflexión de Conxi.
Un saludo a todos
¡Hola María del Mar, hola a todos!
ResponderEliminarHas dado detalles de venenos que quizá faltan en el capítulo y eso me ha gustado mucho. ¡Se aprende más leyendo y comentando en grupo que por uno mismo!
Esto me lleva a contestar la segunda pregunta, faltan muchos venenos aunque creo que es lógico desde el punto de vista químico ya que la lista sería interminable, pero queda un poco pobre desde el punto de vista histórico. Para mi gusto le dedica demasiado tiempo a David cuando podría haber contado historias sobre venenos mucho más interesantes. De la historia de David me quedo solo con el punto de los detectores de humos y el Americio (reconozco que yo también he pensado en coger algún detector para "jugar" con el Americio ;o))
A la primera pregunta, coincido con Conxi y Juan Carlos. Además añado que para los elementos radiactivos existen mapas (el más conocido es el del Radón) que realiza el Consejo de Seguridad Nuclear. También los hospitales suelen tener unos "mapas epidemiológicos", por llamarlo de alguna manera. Lo que hacen es estadísticas de enfermos, sobre todo de cancer, en una zona para evaluar la incidencia (al menos lo que conozco del hospital de Cuenca, supongo que todos lo harán, pero Gaspar podría decirnos más). Lo que se queda en el tintero es evaluar las causa de esa incidencia. Creo que nadie lo hace...
Del caso de Marie Curie (y en general de la incidencia de la radiactividad) hay que tener en cuenta que la exposición a la radiactividad no siempre produce cancer directamente, salvo que sea una exposición muy alta en muy poco tiempo). Para exposiciones pequeñas pero prolongadas hay que considerar los efectos escolásticos y también lo que comenta Conxi sobre la reparación del ADN. Sobre este tema, me encanta este post de Laura Morrón. ¡Además es muy divertido de leer! https://losmundosdebrana.com/2013/02/22/desenmascarandoaradiactivoman/
¡Buena semana!
Hola María del Mar
ResponderEliminarEs un placer volver a leer un resumen tuyo
El capítulo me ha gustado, esta vez no voy a sacar el cuchillo, que no le vamos a dejar pellejo para terminar el libro.
1 Los estudios sobre la posible incidencia de los vertidos no interesan a las empresas que las hacían ni a los partidos políticos responsables de permitirlos. ¿Quién los va a a hacer?
Serían datos bastante interesantes. Muy buena propuesta
2 Aquí no coincido con vosotros. El imperio romano es algo sin importancia en América, ellos no intervinieron salvándonos. No creo que aparezca, aunque me gustaría y sería una alegría equivocarme.
3 Coincido plenamente con Jorge, las personas con menor predisposición a desarrollar cáncer tienen altas probabilidades de no enfermar si la radiación no es demasiado alta.
Yo también pido más información sobre el trabajo del Cd
Abrazos
Hola a todos,
ResponderEliminarLamento mi ausencia de la tertulia durante las últimas semanas debido a imprevistos que a veces condicionan todos nuestros planes. Espero ponerme al día con rapidez.
Gracias a vuestros excelentes resúmenes y comentarios, es como si hubiera ido siguiendo la lectura de los capítulos semanales.
Saludos cordiales. Eduardo.