domingo, 15 de junio de 2014

Una breve historia de casi todo: 23) La riqueza del ser

Y con este título de capítulo tan "metafísico" jeje, Bryson se zambulle en el tema de la taxonomía (botánica, zoológica, etc.). Todo empieza con una visita al Museo de Historia Natural de Londres y a su encuentro con el especialista en briofitos (musgos para el común de los mortales) que llevaba 42 años estudiando la misma especie. A partir de ahí y centrándose en los aspectos más curiosos y aventureros se nos cuenta la historia de la taxonomía y de grandes de la ciencia como Banks, y se detiene especialmente en Linneo y su clasificación; y después en las batallas sobre la adopción de una nomenclatura universal y no local. Lo más sorprendente es que puede que no estemos más cerca de conseguir estimar el número de especies que habitan en nuestro planeta ni mucho menos de descubrirlas y clasificarlas todas. Hay muchos seres vivos microscópicos, otros se encuentran en zonas aún inexploradas del planeta que no es precisamente pequeño y sobre todo: no hay suficientes especialistas. El autor se detiene bastante en explicar que cuando se jubila (o se muere) un especialista puede que su trabajo quede parado y abandonado in aeternum, a la vez que recoge las afirmaciones de Koen Maes: no hay fondos para que continuara sus investigaciones en África. También informa de que, pese a que pueda parecer un tema más curioso que útil, en plantas todavía por descubrir y catalogar podríamos encontrar principios activos para fármacos que podrían orientar la investigación en este campo.

Ahora me vais a permitir que me suelte el pelo y me desahogue... porque este capítulo no me ha gustado mucho por varios motivos, así que os toca aguantar a la tiquismiquis de Dolores jaja, hasta lo haré más o menos por orden de aparición en el capítulo:

1) Algo pequeño y minúsculo pero que se ha sumado con el resto: segundo párrafo dice "tal vez puedas ver que alguien con el aire distraído y el cabello curiosamente rebelde, que caracterizan al investigador", ¡anda ya! ¿Cuántos investigadores así conocéis? Al menos la gente con la que he ido trabajando o he coincidido en congresos es muuuuy normal en cuanto a aire despistado y pelos rebeldes. ¿No se estará fijando solo en el prototipo de Einstein? Que haber científicos asi, los hay, pero no es la inmensa mayoría. Ya sé que solo es un detalle pero me ha molestado el tratamiento a científicos en este capítulo porque me he sentido como un especimen raro, que se pierde por el edificio y llega a paredes tapiadas en vez de al departamento de Botánica y lo suficientemente friki como para pasarse 42 años con una especie de musgo. Esto tiene parte de verdad pero lo puedes contar de muchas maneras, y desde luego no me parece la que más se adecúa a la realidad...

2) "En realidad los musgos no sirven para nada", ¿ah, no? ¿Y en qué basas semejante afirmación, querido Bryson? Porque aquí, una química que reconoce no tener más que una ligera idea de taxonomía y demás temas de este capítulo, en una asignatura de libre elección hizo un trabajo sobre la monitorización de los niveles de contaminación en metales pesados de... ¡los briofitos! Que por lo que aprendí eran estupendos (se comparaban los de zonas medianamente urbanas con reservas naturales) y en concreto habían mostrado como el eliminar el plomo de la gasolina había influido en la calidad del aire que nos rodea...

3) No me gusta como habla de Linneo, por los mismos motivos que el punto 1) pero en este caso mucho más acentuados. ¿En serio había que hacer tanto hincapié en esos aspectos del carácter que pueden resultar cuando menos cómicos y estrafalarios? No me parece mal que se cuenten "trapos sucios", pero a la vez por justicia, me hubiera gustado que se incidiera más en lo positivo. Volvemos a la imagen de científicos aristocrátas estrambóticos. Y sí, sería una realidad, pero es que utiliza el mismo afán sensacionalista para hablar del especialista en briofritos de Londres...

4) ¿Cuál es la intención de Bryson en este capítulo? ¿Convencernos de la importancia y emoción de la taxonomía y promover vocaciones científicas para el campo? No, me imagino que esta no era su intención, pero es que además consigue (al modo de entender de esta nada humilde lectora) toooodo lo contrario. Estudiar taxonomía parece aburridísmo y propio de pringados y no queda demasiada clara su utilidad (solo menciona los compuestos activos de las plantas). Así que, no me ha gustado el enfoque del capítulo. Para tener otra perspectiva recomiendo leer: Mi epifanía molecular, de Copépodo: ahí sí aparece cómo es el trabajo de un científico, normalmente repetitivo y aburrido, pero cómo de emocionante puede llegar a ser un descubrimiento. Por cierto, otra cosa que he echado de menos es que mencionara la importancia de la genética molecular para la taxonomía moderna.

La verdad es que conforme avanzaba en la lectura, iba pensando que Copépodo hubiera sido un gran resumidor, pero como estoy a sábado no me daba tiempo a intentar enmarronarle. Recomiendo su bloj invertebrado y que le planteéis las dudas sobre el tema que podáis tener y que yo no os puedo resolver, y quizá su visión discrepe más de la mía que la de Bryson, ni idea la verdad.


15 comentarios:

  1. Dar caña, con tanto estilo, ayuda a que los demás veamos el capítulo de otra manera, ¡así que no te cortes!

    A mi me ha gustado, pero no porque el capítulo sea bueno o claro si no porque lo he leído con tiempo y con google al lado, así que cada vez que veía alguna cosa que desconocía iba a san google y la buscaba. Por ejemplo, no tenía ni idea de que significaba briofito y, aunque sea a nivel de wikipedia, me ha quedado claro.

    Sé que voy a decir una barbaridad, pero hasta hace no mucho me "molestaba" el tema de las taxonomías y clasificaciones. Creo que sólo servía para poner orden, pero no aportaba mucho al conocimiento científico. Además encajar algo perfectamente dentro de una familia es complicado. Me pasa por ejemplo con las galaxias y estrellas. Vale que pueda haber muchas galaxias elípticas o que los musgos, hepáticas y antoceros sean briofitos, lo que realmente importa son sus propiedades y no siempre encajan perfectamente en un grupo u otro. Ahora lo veo un poco más útil y ayuda a enfocarse en un área, pero aun así enfocar muchos esfuerzos sólo a clasificar, me sigue costando verlo claro. Ya tenéis un argumento para meteros conmigo.

    Es cierto que Bryson parece que tiene una visión extraña de lo que es un científico y lo que hacen, pero también dice "No hay suficientes especialistas". Yo eso lo veo de otra manera, ya que puede haber gente joven que lo lea, se sienta inspirado y se quiera dedicar a ello. Si hay alguien que, por leer eso, piense "esto mola", todos los "errores" conceptuales habrán merecido la pena.

    ¡Saludos!

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    1. No se muy bien como expresarlo y no tengo tiempo para pensar mucho ahora (estudiando, corrigiendo y escribiendo) pero creo que en cierto grado estoy contigo en lo de las taxonomías.

      Mis problemas con ellas surgieron cuando estaba estudiando la carrera, algo empezó a chirriar en mi interior. Cuando empecé a dar clase creo que detecté que era ese algo. Me explico.

      Cuando se explican o divulgan (me imagino que no cuando se trabaja con ellas, que diga algo Copépodo si nos lee) se tiende a dar poca importancia al criterio de clasificación, creo que se le da más importancia al adjetivo que surge de ese criterio (pongo un ejemplo, si el criterio de clasificación es el color tienes azul, negro, verde... pero ¿y si la peña no sabe lo que son los colores?).
      Desde mi punto de vista eso es un gran error, se deben de comprender claramente los criterios y luego (si interesa) decir como quedan clasificadas las cosas, y ¿por qué creo que es importante este orden? porque creo que la mente tiende a simplificar al máximo las cosas, a buscar correspondencias donde no las hay y al final acabamos pensando que dos adjetivos derivados de criterios de clasificación distintos se presentan siempre juntos.
      Queréis ejemplos sociales de lo que estoy diciendo, mucha gente une: mujer+mala conductora, andaluz+gracioso, inmigrante+delincuente... todos ellos erróneos por la tendencia natural de nuestra mente a no analizar los criterios de clasificación y a buscar correlaciones donde no las hay.

      Un saludo.

      PDT. También me podéis dar caña a mi.

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  2. El capítulo está bien, estoy de acuerdo con Jorge. Aprendes unas cuantas cosas, descubres campos nuevos y se presta a ampliar. Pero no tengo ese tiempo para googlear :-(

    Debido a lo poco que sé del tema estoy muy limitado y las pocas notas que he tomado han sido relativas al lo que explica Dolores. Excusaré a Bryson porque los temas tratados en el libro son muy muy amplios pero claramente este no le gustaba.
    Imagen de científico, despiste, personalidades, mala presentación de los trabajos, errores...todo me lleva a esa sensación de desván en esta rama de la ciencia. Todo está desordenado y si no mal clasificado y si no repetido y aquí no hay quien trabaje ni dinero para el que se atreva..

    Sin embargo las posibilidades de descubrimientos son casi infinitas. Me quedo con David Bryce que descubrió en su tiempo libre mucho sobre los rotíferos bdeloides. Me han dado ganas de descubrir algo, un poco de arena murciana no tiene nada que ver con la de cualquier zona del mundo

    Dejo pendientes los enlaces, volveré

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  3. Yo no soy mucho de comentar en blogs pero¡ como taxónoma, algunas de las cosas que se están diciendo por aquí me han tocado la fibra sensible.
    En primer lugar, el pensamiento de que la taxonomía aporta poco a la ciencia es bastante común, y quizás también es culpa nuestra por no divulgar lo suficiente, o no suficientemente bien lo que hacemos. Sin embargo, me temo que este pensamiento puede extenderse también a la investigación básica en general. Me da mucha rabia tener que justificar que es lo que aporta a la sociedad o a otras ciencias mi trabajo, porque personalmente no investigo para que lo que hago “sirva para algo” concreto. Podría contestar que la taxonomía sirve para crear políticas de conservación (si no sabes que es lo que hay como vas a conservar?), o que es la base para otras ramas de la ciencia como la ecología (veo difícil estudiar las interacciones entre las especies y su entorno si no sabes que especies hay), y podría dar mil ejemplos mas. Sin embargo, yo investigo porque soy una persona curiosa, y quizás también porque creo que en el mundo existen otras personas curiosas que como yo, se maravillen con la gran diversidad de formas de vida que existen en el planeta (y las que nos quedan por descubrir¡).
    En segundo lugar, entiendo que tanto cambio en las clasificaciones pueda dar la impresión de que la taxonomía es una ciencia desordenada, sin criterios claros, en las que puede llegar cualquiera con su criterio propio y cambiar la clasificación actual a su antojo. Tengo que reconocer que en mis tiempos de estudiante este era mas o menos mi visión del asunto. Sin embargo, la realidad es bastante diferente. Las clasificaciones cambian si, pero no porque seamos unos dejados o unos desordenados (a lo mejor alguno hay por ahí, no voy a decir que no¡) cambian porque cada vez tenemos mas datos. Por ejemplo, gracias a los datos moleculares hoy sabemos que especies que antes se pensaba que eran de amplia distribución, en realidad no era una sino varias especies. O al contrario, especies que se pensaban de distribución restringida, resulta que tienen una distribución mas amplia, y una variación morfológica lo suficientemente grande como para que se llegara a pensar en su día que ahí había mas de una especie. En resumen, a mas datos, mejor es una clasificación, y según se vayan sumando mas datos las clasificaciones irán cambiando e irán mejorando.
    En cuando a los criterios que usamos, no os puedo dar unos criterios únicos, porque estos varía según el grupo que se esté estudiando. No es lo mismo trabajar con plantas, que trabajar con peces, con pájaros o con bacterias por poner varios ejemplos. Sin embargo lo que creo que es común a todos los grupos, es que cuantos mas datos mejor. Esto por si solo no basta, porque además estos datos deben tener una coherencia entre si. Por poner un ejemplo muy simple, al estudiar un genero de especies no basta sólo con que los datos moleculares digan que existen X número de especies. Además de esto deben existir diferencias morfológicas, ecológicas, comportamentales, etc que apoyen esas especies.
    Siento mucho este tostón.. a pesar de todo me da la impresión de que he sido muy simplista y me he dejado muchas cosas en el tintero¡
    Saludos¡¡

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    1. Muchas gracias por romper tus costumbres y dejar este comentario: estamos aprendiendo muchísimo! Mucho mejor contar con la visión de una experta. Hablando de especies, quería compartir (que se me olvidó) un artículo de Rafa Medina (@copepodo) en JoF: Qué es una especie y por qué debería importarnos

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    2. ¡Muchísimas gracias por comentar con esta explicación! Cuando se ven las cosas a través de los ojos de un experto, que además utiliza un lenguaje tan claro, es muy fácil ver los errores conceptuales que tenemos muchos.

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  4. Dolores, el artículo de rafa que enlazas es muy bueno, yo lo he recomendado en varias ocasiones ;-)

    De nada Jorge¡ Como he comentado al principio, pienso que parte de la culpa es nuestra por no saber comunicar bien lo que hacemos. Si tienes mas curiosidad lee mucho, por suerte existen blogs como el de copepodo en los que puedes aprender un montón. Y si te siguen quedando dudas pregunta, que algunos hasta respondemos¡

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  5. Hola a todos, y gracias a Dolores por los enlaces, de verdad que me alegra mucho que a alguien les parezcan útiles. Al hilo del post y de lo que habéis comentado me gustaría decir muchas cosas, pero intentaré ser conciso y si alguien quisiera profundizar, responderé lo mejor que sepa, porque como dice mi colega anónima, la percepción de la taxonomía/sistemática por desgracia está (creo) bastante mal entendida. A la larga esto es un problema si queremos implicar a la población que en última instancia financia la investigación básica: si los biólogos no defendemos la biología fundamental, su estudio, si no nos preocupamos por motivar a las futuras generaciones y transmitir la fascinación que nos produce la biodiversidad, ¿Quién lo va a hacer? En la blogosfera anglosajona hay bastante gente activa con taxonomía, en español aún ando buscando un núcleo con el que hacer algo al respecto (esto va por anónima ;-))

    Cuando leí "Una breve historia de casi todo", en general me gustó encontrar este capítulo porque al menos se hacía eco de la taxonomía, pero también vi varias cosas que me chirriaban, un poco las mismas que se mencionan aquí. Para empezar, no tiene sentido la frase de estar "42 años con una especie de musgo", y más siendo taxónomo. Uno puede tirarse literalmente toda una carrera científica estudiando una especie de mosca (Drosophila melanogaster, probablemente) y esa frase seguirá sin decir nada sobre lo relevante que ha sido esa carrera. Si justamente tu objetivo es distinguir unas especies de otras, ¿Cómo se explicaría tanto inmobilismo? No sé si es una mala traducción o una mala redacción, pero ya os digo yo que es falso, y sólo tenéis que meteros en Google Académico y buscar artículos de Len Ellis para comprobar que no está precisamente en el museo tocándose las narices, obviamente.

    Sobre la taxonomía en sí. ¿Por qué es importante? Estamos hartos de repetir la frase de Dobzhansky "nada en biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución", pues bien, clasificar los seres vivos es exactamente eso. Hay muchas formas de clasificar, pero cuando en biología hablamos de "La" clasificación es justamente la que agrupa a los organismos en el árbol de la evolución. Dos organismos se colocan en el mismo grupo en función de su parentesco evolutivo. Conocer cuántos grupos hay y cuál es la relación entre ellos es VITAL, importantísimo para cualquier cosa que hagamos después en biología. La conservación de la biodiversidad se hará en función de las especies presentes, su endemicidad y distribución; para investigar los patrones ecológicos de riqueza, resiliencia etc, o valorar cómo de "único" es un ecosistema, necesitaremos saber cómo contabilizar los habitantes del mismo; para detectar distintas propiedades farmacológicas en un linaje de plantas necesitaremos saber cómo distinguir especies que las presentan de las que no; para reconstruir la colonización de unas islas necesitaremos saber cómo de diferentes son las especies presentes para intentar reconstruir el proceso, etc etc.

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  6. En esencia es un proceso descriptivo, pero lejos de que esto tenga que parecer aburrido, lo que hace la taxonomía es algo que creíamos ya imposible: explorar el mundo, cartografiar lo desconocido y documentarlo. La taxonomía es una de las empresas intelectuales más inmensas de la historia de la humanidad; llevan desarrollándola miles de científicos durante casi tres siglos, compartiendo un mismo objetivo. ¿Cómo no querríamos llevarlo hasta sus últimas consecuencias? ¿Debemos amedrentarnos porque sea difícil, ingente, casi interminable? Para mí, preguntarnos por qué debemos hacer taxonomía equivale a preguntarnos por qué debemos escalar el Everest, atravesar el desierto del Sáhara o encontrar las fuentes del Nilo: absurdo. Está en el espíritu científico descubrir por la simple necesidad de hacerlo. Por supuesto, para cuando demos con gente para la que la investigación básica es inútil hay que tener preparadas las respuestas adecuadas sobre la necesidad imperiosa de continuar para encontrar nuevas medicinas u organismos bioindicadores, y tantas cosas más que son totalmente ciertas, pero para mis adentros creo que el verdadero desafío es fascinar a la población, porque la biodiversidad ES realmente fascinante. Al principio de mis estudios me resultaba tan increíble que aún hoy haya tantas especies por descubrir que imaginé que habría tortas por ser taxónomo, irse a la selva y descubrir especies nuevas. Luego me sorprendió ver que ni está bien financiada, ni es particularmente apreciada, incluso por muchos biólogos.

    Muchas de las críticas que recibe la taxonomía son bastante injustificadas: parece que los cambios en las clasificaciones molestan mucho a determinadas personas y no se entienden bien por otras. Como digo me parece injusto y quien lo hace parece ignorar que la continua revisión de los modelos es parte natural de la ciencia. A ellos quizá les gustaría una clasificación hecha y terminada, pero esto simplemente no es posible. Las clasificaciones, como hipótesis de trabajo científicas, están constantemente revisándose a la luz de nuevos descubrimientos, y sí, se han cometido muchos errores, pero nada de esto debería llamar la atención en un contexto científico, ¿no? Además, parece que siempre es noticia cuando una filogenia molecular corrige una clasificación, y nunca cuando la corrobora, pero aunque no sea noticia (no hay titulares si confirmas la H0-hipótesis nula), esto ocurre constantemente.

    Y de momento paro, que ya me ha llamado la atención Blogger por la longitud, pero sigo pendiente

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  7. Muchas gracias por el comentario. Totalmente necesario como el de Anónima.
    Yo creo que a la gente en general no le gustan que le cambien lo que sabe. Ya sabes la que montamos cuando nos quitaron a Plutón de la lista de los planetas. Todo el mundo lo quería. Supongo que pasará lo mismo cuando cambias a una especie de sitio.
    Un saludo.

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  8. Soy @mimimandril en twitter ;-). No se ni cuantos intentos (fallidos) llevo ya de abrir un blog. Es una de esas tareas pendientes que siempre dejo para más adelante y parece que nunca llega el momento. Pero si, debería quitarme la pereza de encima y hacerlo de una de una vez¡

    Copepodo, te respondo a un par de cosas;

    “me sorprendió ver que ni está bien financiada, ni es particularmente apreciada, incluso por muchos biólogos”
    Exacto, y esto es algo que deberíamos contribuir a cambiar. Muchos colegas no toman muy en serio lo que hacemos, o no lo consideran tan importante como otras ramas de la ciencia. No hablemos ya de la sociedad en general, que en muchos casos nos ve como simples coleccionistas (esto especialmente me da mucha rabia¡) mientras que lo que hacemos no es coleccionismo, es ciencia¡. Y decía que esto deberíamos contribuir a cambiarlo nosotros mismos, porque veo que en muchas ocasiones se lanzan mensajes bastante pesimistas desde nuestro propio gremio. Quizás si en vez de hablar tanto en los medios de “crisis de la taxonomía” y de que dedicarse a esto es un “suicidio profesional” divulgáramos más lo que hacemos, se conseguiría enganchar a mas gente. Dudo mucho que la sociedad quiera invertir en una disciplina que parece estar acabada, o que cualquier estudiante de biología quiera dedicarse a ella si este es el mensaje. Como bien has dicho los anglosajones van muy por delante de nosotros en esto. Aquí parece que nos cuesta más divulgar (autocrítica :o) ).

    “parece que los cambios en las clasificaciones molestan mucho a determinadas personas, y no se entienden bien por otras”
    Lo que creo es que en muchas ocasiones no se entiende bien como trabajamos. Hay una creencia mas o menos generalizada de que nuestros criterios a la hora de hacer las clasificaciones son totalmente arbitrarios y esto es algo con lo que yo no estoy nada de acuerdo. Muchas veces da la sensación de que describimos clados a nuestro antojo, siguiendo el criterio que más nos convenga. Este pensamiento tan simplista sobre como funciona el trabajo taxonómico no podría estar mas lejos de la realidad. Nuestro trabajo es difícil, e implica tomar decisiones que pueden parecer arbitrarias. Por ejemplo, una de las criticas mas generalizadas que he escuchado es que los cortes en un árbol filogenético a la hora de hacer una clasificación son arbitrarios. Sin embargo, a pesar de que si, el punto de corte pueda ser arbitrario este no se hace por que sí, se hace porque existen un conjunto de datos en ese momento que indican que esa rama del árbol representa un grupo natural. Con el tiempo existirán mas datos que hagan que esa filogenia cambie, o que indiquen que los cortes que se hicieron en su día deben hacerse de otro modo y en consecuencia la clasificación cambie. Como pasa también en otras ramas de la ciencia, hacemos lo que podemos con los datos que tenemos en un momento determinado.
    Esto es lo que veo que mucha gente no entiende, y lo que le da a la taxonomía ese “aire de arbitrariedad”.
    Guardiolajavi, no aceptar el cambio en estas cuestiones denota un completo desconocimiento de cómo funciona la ciencia. Como bien ha dicho copepodo las hipótesis de trabajo científico se revisan constantemente y cambian a la luz de nuevos descubrimientos. Y esto debe ser así¡ de otro modo el avance científico sería imposible.

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  9. Pues aunque el mensaje de la situación real de la taxonomía en nuestro país y la de la idea que la gente tiene de ella no sean muy alentadoras, aquí habéis despejado bastantes dudas y habéis ganado unos cuantos seguidores de esta rama de la ciencia.
    Esa era la idea que me había quedado, Ciencia. Un poco difusa hasta que entre @mimimandril y @copepodo me han aclarado un poco los conceptos. Los avances de la ciencia siempre nos llevan a cambios, es un tema que aparece en varios capítulos, y cambiar no es cómodo. Una rama de la ciencia que sigue cambiando cosas es una rama en evolución y eso debería ser motivo de alegría para todos.

    Quedo encantado con todo lo aprendido y me uno a los agradecimientos.

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  10. Aunque no tiene que ver con la taxonomía, pero como @2qblog me dijo por Twitter que no me cortara (y aprovechando que ya hemos hablado bastante de taxonomía, cortesía de @mimimandril y @copepodo) escribo ahora mi última "pega" al capítulo de Bryson xD

    "En ese estado puedes echarlos en agua hirviendo o congelarlos casi hasta el cero absoluto (es decir; el nivel al que hasta los átomos se rinden)", ¿perdón? ¿qué quiere decir que los átomos se rinden? No es solo que sea una metáfora, sino que me parece mal empleada. Hasta donde yo sé, en el cero absoluto las partículas no tienen movimiento (aunque incluso aquí habría que matizar, supongo, con la cuántica; pero que lo digan los físicos ;P). Vamos que no me ha gustado nada esta frase...

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    1. Se me pasó esa expresión, pero si que suena mal... por algo tenemos el tercer principio de la termodinámica que viene a decir que no se puede alcanzar el cero absoluto en un número finito de pasos. Así que difícil que se les ponga en ese entorno XDD

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    2. Por lo que he encontrado (tampoco ha sido una búsqueda rigurosa) es que se ha conseguido llegar a los 1,8 K. Mi queja venía más bien relacionada por la expresión "los átomos se rinden", no sé qué quiere decir con eso: ¿qué se detiene el movimiento de las partículas? No me parece claro ni correcto ;P

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