domingo, 16 de marzo de 2014

Una breve historia de casi todo: 10) El plomo, los clorofluorocarbonos y la edad definitiva de la tierra



Avances tecnológicos a corto plazo que nos pueden salir caros a largo plazo.

Bill Bryson se ensaña en este capítulo con Thomas Midgley, un ingeniero de Ohio, que se dedicó a buscar soluciones a diversos problemas industriales.
Primero descubrió que el fenómeno de trepidación de los motores de los coches se reducía de forma significativa añadiendo plomo tetraetílico a la gasolina. Eran los años veinte y, a pesar de ser conocida la toxicidad del plomo, éste tenía múltiples aplicaciones: se empleaba en la fabricación de depósitos de agua, sellado de las latas de alimentos e incluso formaba parte de la composición de la pasta de dientes.
En 1923, el plomo tetraetílico comenzó a producirse a escala industrial. En poco tiempo, los trabajadores de las fábricas comenzaron a manifestar los síntomas del contacto con el plomo, elemento que daña al sistema nervioso central. La muerte de varios trabajadores hizo que Midgley saliera en defensa de su invento, a pesar de haber estado enfermo por exposición excesiva a él.
Pero ahí no quedó todo, Midgley trató de resolver otro problema de aquella época: sustituir los gases tóxicos presentes en los refrigeradores por otros menos peligrosos. De esta forma surgieron los CFC (clorofluorocarbonos), presentes hasta, hace relativamente poco tiempo, en aerosoles.

Plomo y CFC, el primero tóxico para los seres vivos y, el segundo, causante de la destrucción del ozono, molécula presente en la estratosfera necesaria para absorber la radiación ultravioleta procedente del sol.

Pero, ¿quién detectó la presencia de plomo en la atmósfera?. Fue Clair Patterson, estudiante de la Universidad de Chicago. Su tesis doctoral trataba sobre la tasación de la edad de la Tierra mediante la medida de los isótopos de plomo presentes en rocas ígneas. Patterson advirtió que las muestras se contaminaban con grandes dosis de plomo en cuanto se exponían al aire. No tardó en comprobar que había mucho plomo en la atmósfera y que, la mayor parte de él procedía de los tubos de escape de los coches. Para apoyar su tesis, empleó el hecho de que, en lugares como Groenlandia, la nieve se acumula en capas anuales diferenciadas. A partir del estudio de la capas de nieve, se percató de que antes de 1923 no había plomo en la atmósfera.

A raíz de su descubrimiento, Patterson se marcó el objetivo de que se eliminase el plomo tetraetílico de las gasolinas. Y lo consiguió. En 1986 se retiró del mercado toda la gasolina plomada en Estados Unidos. Los niveles de plomo en sangre de los estadounidenses se redujo en un 80%. Aún así, el plomo sigue presente en la atmósfera. Éste es liberado a través de diversas actividades industriales, minería y fundición.

En cuanto a los CFC, éstos se prohibieron en 1974 en Estados Unidos.

Por cierto, Patterson determinó una edad definitiva para la Tierra: 4550 millones de años.

El tema tratado por Bryson en este capítulo sugiere multitud de preguntas, comienzo con dos:

1. ¿Se equivoca Bryson en su ensañamiento con Midgley?. Puede que tuviese razón en cuanto al uso del plomo tetraetítilico por su conocimiento de sus efectos adversos pero, ¿qué sucede con los CFC?.

2. Algunos avances tecnológicos tienen consecuencias adversas a largo plazo pero en un primer momento suponen la solución a un problema. ¿ Avanzar o quedarnos donde estamos?.



Un saludo a todos y gracias por dejarme participar en esta estupenda iniciativa.








19 comentarios:

  1. Hola a todos, y enhorabuena por tu resumen, María del Mar. Este capítulo ha sido el que más veces me he leído de todo el libro. Supongo que por dos motivos antagonistas: la animadversión hacia Midgley, y la extraordinaria aventura para obtener la edad de la Tierra con suficiente precisión. Esta última parte me parece fascinante. A la contaminación por plomo, habría que añadir la de los ensayos nucleares a partir de 1950, como dificultad para la datación por radioisótopos.

    Me asombra cómo los legisladores en la actualidad echan mano del "principio de precaución" (una forma más elegante e igual de poco científica que el "no, por si acaso") para vetar, por ejemplo, alimentos transgénicos, de los que no existe evidencia de perjuicio o nocividad. Mientras, con la evidencia irrefutable de la peligrosidad del plomo, se permitió que General Motors y Du Pont sacaran partido de su patente durante más de 60 años.

    Es cierto que productos como los CFC se mostraron inocuos durante mucho tiempo, hasta que se descubrió su efecto sobre el ozono. Otros, hoy prohibidos por su acumulación en la cadena trófica, como el DDT, contribuyeron a disminuir considerablemente los casos de malaria cuando no existía otra alternativa.

    Creo que encerrarnos en el "no, por si acaso" es una postura que puede privarnos de beneficios y resultar bastante peligrosa. Fijaos si no en los padres que se niegan a vacunar a sus hijos. Al fin y al cabo, la ciencia, por naturaleza, es provisional, y debemos aprender a confiar en ella aunque no pueda darnos respuestas certeras en el momento en que las demandemos.

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  2. Bueno, lo primero es darle la bienvenida a María del Mar a la comunidad de "resumidores". Genial tu resumen y, desde mi punto de vista, también son geniales las propuestas para el debate.

    El comentario de Jose Antonio también me ha gustado mucho. Ya se que parezco un pelota pero, que le vamos a hacer, es lo que pienso.

    Vamos al debate, que conste que todo lo que voy a decir es teniendo como única fuente de información el capítulos de Bill Bryson (si alguien conoce más datos que los comente, que modificaré si fuera necesario mis respuestas):

    1. No creo que se pase con las críticas a Thomas Midgley aunque creo que no las ha enfocado correctamente. ¿Por qué? No se le puede criticar a alguien que encuentra soluciones a problemas existentes (o respuestas a interrogantes). Se le puede condenar, pero no por sus descubrimientos. Se le puede condenar por ser un sinvergüenza, un asesino (o al menos responsable directo de la muerte de muchos trabajadores), un avaricioso... vamos un ser despreciable como muchos de los que tenemos a nuestro alrededor.

    El problema no fueron sus descubrimientos (ni la química), el problema fueron los políticos corruptos que se dejaban "untar" por el dinero. El problema fue el libre mercado (en más de una ocasión indica Bryson que en Europa, con tendencia a legislar más, se tomaron medidas antes que en EEUU). El problema es que los gobiernos no se centraban en lo mejor para sus gobernados. El problema fue la ignorancia científica de la gran mayoría de los votantes, que se dejaban engañar por unos políticos (apoyados por lobbies económicos) que con falacias de distinto tipo, y aprovechando los sesgos cognitivos, convencen a todo el que se pone por delante que no tenga juicio crítico apoyado en datos contrastables...

    Creo que me he explicado bastante claro. Por cierto, enfocado en otros aspectos (burbuja inmobiliaria, desfalco de arcas públicas...) creo que es lo mismo que nos ha llevado a la crisis actual.

    2. "El principio de precaución" es necesario hasta cierto punto. Es decir, si con datos corroborados por distintos grupos de científicos se ha comprobado que algo trae más beneficios que lo anterior debe de empezar a usarse. El tema de los transgénicos que ha puesto Jose Antonio es un buen ejemplo.

    Entonces, ¿por qué se opone la gente? ¿por qué tienen existe la quimiofobia?... y yo que sé.
    Lo que tengo claro es que muchos de los que desprecian la medicina que salva vidas porque viene de las farmacéuticas caen en manos de Boiron (es absurdo, no lo puedo entender), muchos de los que aprecian la agricultura ecológica fuman como carreteros, muchos de los que reniegan del cristianismo abrazan otras tendencias religiosas... es decir, parece que no tienen capacidad crítica, que se dejan llevar por sus emociones e intuiciones (y por las falacias que les inculcan los "líderes" de los distintos grupos en los que se integran) no teniendo en cuenta que en muchas ocasiones los sesgos cognitivos nos hacen cometer errores graves.

    Un saludo a todos

    PDT ¿me he pasado?

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  3. Este resumen es un ejemplo perfecto de capacidad de síntesis sin perder contenido en el resumen. Muy buen resumen María del Mar.

    Llevo desde esta mañana dándole vueltas a las preguntas y me está costando dar una respuesta, sobre todo porque no conocía a Midgley ni la historia, pero creo que los comentarios anteriores están en la línea con mis ideas.

    Cómo no conozco las motivaciones de Midgley, no puedo decir si, cuando inició sus trabajos, era plenamente consciente del daño que podía causar, pero sí coincido con Juan C. en que el problema fue de todo lo que le rodeaba y de esos que primero se miran el bolsillo y si lo tienen lleno dejan de mirar alrededor. Así no se pueden hacer las cosas.

    Precisamente son esos que se miran el bolsillo los que hacen que los descubrimientos tomen un sentido u otro. Si el descubrimiento tiene consecuencias adversas para la salud pero beneficiosas para la economía (de algunos) es más fácil que salga a la luz que si no están claras las consecuencias para la salud pero ninguna económica. En este último caso el avance va a ser más lento y va a estar sujeto a posibles futuros beneficios económicos. Yo soy partidario de avanzar, despacio y con seguridad, pero avanzar, es decir, hacer un mínimo de pruebas para asegurarse de que todo está bien y ya, si eso, se buscarán los beneficios económicos.

    No sé si he contestado a las preguntas o me he ido por las ramas…

    Un saludo

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  4. El tema del plomo es bastante chungo, sobre todo por la defensa que hizo del mismo, pero en el tema de los CFC, Midgley hizo algo que iba en favor de la humanidad, sin saber que luego provocaría una de las crisis más graves en nuestro ecosistema.

    En cuanto al principio de precaución y el rechazo a las nuevas tecnologías hay mucho que hablar. El problema es que hay mucha gente hablando del tema y diciendo tonterías. Por ejemplo, no hace mucho la Ser publicó el típico artículo de "los expertos dicen que" indicando que los móviles te destrozaban la salud. Lo mejor de todo es que su experto decía que había que abrir las ventanillas del coche para que las ondas salieran... Y ESO SE PUBLICÓ, nadie se paró a pensar que los móviles llevan decenas de años con nosotros y no ha habido un repunte en los cánceres que se les acusa de provocar, nadie se paró a pensar que la radio se escucha con las ventanas de casa cerradas... Si los medios profesionales tienen unas tragaderas tan amplias como para publicar esa auténtica mierda, poco se puede hacer por intentar educar a la población. Y toda esta gentuza que vende miedo nos está ganando por goleada, porque le dan a la gente lo que busca: una forma de que piensen que pueden actuar para que su salud sea mejor que la del vecino, para sentirse más listos que el vecino. Los antivacunas se vanaglorian de que sus hijos son más sanos y estamos cansados de ver como enfermedades casi olvidadas están volviendo a campar a sus anchas en California, paraíso de los tontivacunas.

    Trabajo en una empresa de telecomunicaciones y tuve que asistir atónito a una conversación en la que alguien decía que iba a quitar el microondas de casa porque le daba miedo y que no quitaba el wifi porque "total, todos los vecinos tienen y ya contaminan mi casa". En fin, si en una empresa de telecomunicaciones puedes escuchar esas conversaciones pues ya me diréis.

    Yo lo intento en muchas ocasiones, le doy a la gente datos y argumentos, pero al final siempre me encuentro con la misma roca: la conspiración, que llega a las facultades, farmacias, médicos, ingenieros, legisladores. Todo el mundo conspira para matarnos. Hasta los que hacen el mantenimiento de los aviones, que a nivel mundial deben dedicarse a llevar sus malvados camiones con veneno para fumigarnos.

    Lo que está claro, es que o estos conspiradores son muy buenos ocultando su plan diabólico, o nosotros somos muy tontos y no nos damos cuenta, o simplemente hay mucha gente que piensa que la navaja de Ockham debe ser algo como la navaja de albacete pero de otro país.

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    1. Es frustrante ver cómo se dicen sandeces y éstas se magnifican por parte de los medios de masas, viendo impotentes que a pesar de ofrecer datos contrarios bien fundamentados, la gente sigue en sus trece.

      Es muy cómoda la complacencia, pero eso no debe hacer que tiremos la toalla, sino buscar medios más eficaces de hacer llegar el mensaje. Creo que Luis Alfonso Gámez no puede ser más claro en estas cuestiones: Por qué voy a suicidarme homeopáticamente cuantas veces haga falta… y más (http://blogs.elcorreo.com/magonia/2014/03/13/por-que-voy-a-suicidarme-homeopaticamente-cuantas-veces-haga-falta-y-mas/). “A la hora de denunciar el engaño de la homeopatía, huya del número de Avogrado como de la peste y ponga ejemplos que pueda entender su abuela o el más pequeño de la casa. No es tan difícil y, acompañado de un buen suicidio, este cóctel resulta letal para los intereses homeópatas”.

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    2. ¿Has leído el artículo de Quirantes ? Es para tirarse de los pelos: ¿que los escépticos no saben lo que es el número de Avogadro :P?

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  5. Bienvenida María del Mar. Muy buen resumen y propuestas directas que dan bastante juego.

    Creo que Bryson ha aprovechado la increible puntería de Midgley para causar desastres para hacer sus gracias que enganchan a la mayoría de los lectores. En este caso ha pinchado en hueso con las Tertulias. Pero su objetivo en el libro es acercar la ciencia a cuanta más gente mejor y eso lo hace bastante bien.
    Después de defenderlo toca darle caña. Pienso como Juan Carlos, los descubrimientos resolvieron los problemas para los que se idearon, aunque cuando se sabe que crean otro no hay más explicación para continuar utilizándolo que el poder del dinero. El ejemplo de Midgley en la fábrica haciendo ver que no había problema con el plomo habla por sí mismo.
    Excelente la aportación de José Antonio sobre la provisionalidad de la ciencia. Provisionalmente ambos descubrimientos fueron magníficos, teniendo en cuenta que no se sabía el problema del plomo en la atmósfera.
    Desgraciadamente también coincido con Jorge, los beneficios son más importantes que cualquier otra cosa.
    Me gustaría rebatiros y explicaros qué podemos cambiarlo y sin embargo no puedo más que alucinar con los ejemplos de José M. Deberíamos rebajarnos al nivel de los vendedores ambulantes, con todo el respeto, y gritar lo que dice la ciencia para que nos hiciesen más caso. Gritando y mintiendo un poco para llamar la atención.
    Con respecto a la segunda cuentión, debemos seguir avanzando. Avanzando podemos equivocar el camino pero si lo tenemos en cuenta para retroceder en cuanto lo sepamos llegaremos más lejos que esperando.
    Puedo estar orgulloso de creer en la ciencia, pensando, probando, comprobando y dudando recorremos un camino nuevo. Los demás solo pisan donde les dicen que deben hacerlo y suelen tener muchas opciones de diversos precios. La diferencia puede estar en la valentía, hace falta para avanzar, para estudiar los problemas de las posibles opciones y para elegir un camino por tí mismo (lo que nos queda a los que somos menos investigadores). Eso es un problema tan generalizado que debe ser un sesgo y con esto cierro el círculo en torno a vuestras opiniones.

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  6. Hola, perdón por la tardanza (je, voy a dejar de decirlo, que ya me repito más que un loro :P). Excelente resumen, gracias María del Mar :) También me han gustado mucho vuestros comentarios. Tenía pensado poner un enlace que explica muy bien la historia de la patente del tetraetilplomo, y además, viendo que pedías más info, y por dónde quiero comentar yo, me viene muy bien ;D Aquí va

    Me sirve porque realmente me gustaría distinguir (como ya ha hecho @cuantozombi) entre el TEL y los CFC. El TEL se usó por motivos económicos y de la patente, es decir, que no era un aditivo mejor, ni mejoraba en nada, pero permitía explotar beneficios. En cambio, los CFC se diseñaron para que fueran inocuos para la salud y el medio ambiente. Otra cosa es que luego salieran "rana". De hecho, los CFC a mí me hacen pensar mucho... Porque cuando en estas tertulias hablamos de lo maravillosa que es la ciencia y si es el único método válido para conocer la realidad, y alabamos su capacidad crítica y de rectificación... Pues yo pienso que a veces las equivocaciones científicas son gordísimas... Y que necesitamos que la sociedad sepa de ciencia aunque no sean científicos, precisamente para que avisen cuando nuestros errores sean patentes pero nosotros andemos tan concentrados "salvando el mundo" que no nos demos cuenta... Porque pienso DE VERDAD que el debate y el progreso se enriquecería muchísimo si los filósofos y humanistas entendieran de informática, de biología y fisiología y de química. Es decir, que yo estoy orgullosa de ser científica, me gustó mi carrera, y me gusta trabajar en investigación; pero tampoco me gusta pensar que la opción que he elegido es la única buena, porque corro el gran riesgo de sesgar aún más mi percepción de la realidad. Si ya venimos sesgados de fábrica, prefiero que entre todos intentemos colaborar en alcanzar la verdad (si es que existe xD).

    Mi otra "gran" reflexión de este capítulo es la figura de Patterson. Cómo pasa desapercibido a pesar de que la humanidad le debe mucho. Y cómo la ciencia no es todo lo independiente que nos gustaría a los tertulianos de por aquí, sino que tanto en financiación como en qué investigar, es una materia de política. Con lo que vuelvo a lo de antes: que la gente sepa de ciencia, para que se haga buena ciencia. Hay que ser conscientes de que la ciencia es una actividad social y política que puede redundar en bastantes beneficios, y no chuparnos el dedo: dependemos de los políticos. Así que: más ciencia para todos. Y ojalá que más sentido común :P Por cierto, que me gusta mucho el homenaje a Patterson: tiene una forma de pensar y de aplicar el método científico excepcional, desde las rocas al hielo.

    Acabo con una curiosidad de cuando se habla de usar la radiactividad para medir el tiempo, me ha recordado a este post de Francis Hacia una nueva definición del segundo usando relojes atómicos de estroncio

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  7. Muy buen resumen, y también buen capítulo. Y por debatir tengo la mala suerte de haber llegado después de Mª Dolores con la que estoy completamente de acuerdo.

    Todo se soluciona con más ciencia, y un como apunta José Antonio coger el "principio de precaución" con precaución para que no paralice ciertos desarrollos, pero con más ciencia por encima que pueda evitar algunos desastres, aunque nunca estaremos totalmente libres de "efectos secundarios".

    Cómo dice Dolores también sería muy interesante meter humanistas en el desarrollo, otro punto de vista siempre puede aportar algo nuevo, y evita que te sumerjas en una burbuja en la que solo veas tu punto de vista.

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  8. Entro otra vez porque quiero compartir un post que leí el otro día y que me parece un ejemplo de como se deben de divulgar determinados temas "problemáticos".

    Al lío. Ana González Duque (Doctora Jomeini) puso el foco de atención donde realmente se tenía que poner en un tema tan delicado como el Cáncer de Mama, si no lo habéis leído deberíais de hacerlo. Yo en la medida de lo posible intentaré imitarlo cuando tenga que divulgar temas delicados y por cierto esto es lo que a mi juicio no ha hecho Bill Bryson en este capítulo. El enlace es http://www.blogdrajomeini.blogspot.com.es/2014/03/no-sin-mi-tetaa-veces-si.html

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  9. Gracias María del Mar por tú participación en las tertulias, por el resumen y las propuestas para el debate. Llevo una temporada con exceso de actividades, pero estas tertulias siguen siendo un rinconcito de interés, de relax, de aprendizaje y no podía dejar de comentar algo.
    Casi lo habéis dicho todo, apunto a Patterson al grupo de científicos que sin ser superdotados en cuanto a CI lo son por el trabajo continuado. Gracias Dolores por sugerírmelo.
    Creo que una cosa es la especulación, pura y dura, de la que últimamente tenemos múltiples ejemplos, como bien dice Juan Carlos, y otra es la investigación cuando se tropieza con resultados poco adecuados para el bienestar de todos. En el primer caso se seguirá por encima de todo y cueste lo que cueste, en el segundo la propia ciencia será capaz de rectificar e ir colocando en su lugar las cosas. Considero que es fundamental avanzar pero dedicando un momento a revisar si el avance es o no lo que se creía que era y descartándolo cuando no sea así o se pueda sustituir por algo más inocuo.
    Gracias a todos por compartir ideas, reconozco que esta semana me he sentido desbordada, pero no quería dejar de apoyar la participación de María del Mar y que supierais que estoy pendiente de estas tertulias, disfrutando de ellas cada fin de semana.

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  10. Vamos por partes, como decía Jack el destripador (me lo puso un alumno para explicar la regla cartesiana del análisis). Antes de nada, quiero decir que el resumen es muy bueno, y también las preguntas. Además los comentarios son todos de nota y tenéis que disculpar que no tenga vuestro nivel de conocimientos.
    También me pareció que usaba a Midgley como una de sus muchas anécdotas (a veces el libro es tan anecdótico...), aunque cuando cuenta la historia de su muerte la verdad es que no sabía si reír o llorar. De todos modos, me parece que en el capítulo introduce un tema importante, que es el de la ecología. Pensaba que los científicos eran más conscientes del problema y se preocupaban más por estas cuestiones, y sin embargo a veces me encuentro con más preocupación ecológica en la gente, que es educada así desde los colegios, que en algunos científicos. Supongo que es imposible aspirar a un equilibrio total con la naturaleza, pero la cuestión de nuestra relación con ella, su cuidado, etc. me parece que es de mucho interés.
    En cuanto a las consecuencias de la actividad científica, quería aportar un par de textos. El primero es de Husserl, en su libro "La crisis de las ciencias europeas": «La exclusividad con la que en la segunda mitad del siglo XIX se dejó determinar la visión entera del mundo del hombre moderno por las ciencias positivas y se dejó deslumbrar por la "prosperity" hecha posible por ellas, significó paralelamente un desvío indiferente respecto de las cuestiones realmente decisivas para una humanidad auténtica. Meras ciencias de hechos hacen meros hombres de hechos. El viraje en la estima y valoración públicas resultó inevitable sobre todo después de la guerra». Me parece que no se puede echar la culpa a los poderosos, a las grandes empresas, o a los políticos de nuestros propios intereses: la "prosperity" es lo que todos buscamos, y muchas veces arrasamos con todo a su paso.
    El segundo texto es de Mario Bunge, en "Pseudociencia e ideología": «Los investigadores en ciencias básicas son inocentes de los males sociales de nuestro tiempo, porque sólo buscan conocimiento; y, mientras el conocimiento no se aplique a fines buenos o malos, es moralmente neutral. Los científicos aplicados y los tecnólogos son bichos de una especie totalmente diferente; ellos sí pueden llegar a saber cómo hacer el bien y el mal. Pueden diseñar fertilizantes artificiales o proyectiles, medicamentos o gas nervioso, programas sociales o campos de exterminio. Es más, son libres de hacer lo uno o lo otro, y en todos los casos obran deliberadamente y con conocimiento de los resultados más probables de sus actos, aun cuando no hagan más que obedecer órdenes.» En mi opinión, la diferencia entre la teoría y la práctica no es tanta en la ciencia. Según su hermano, cuando Oppenheimer vio la primera explosión nuclear, dijo simplemente: «Funcionó».
    Saludos.

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  11. Lo primero, felicitar a Mª del Mar por su resumen, entras por la puerta grande!

    Sobre el tema de Midgley, a pesar de no tener más referencias que las que aporta Bryson, creo que su conducta fue muy reprochable. Estoy con JC en que el problema no vino de su descubrimiento, que no hacía sino ofrecer una solución a un problema real, sino el uso que del mismo se hizo cuando se tenían sospechas de lo nocivo que era. El hecho de continuar empleando tetraetilo de plomo a pesar de conocer que era muy tóxico denota que, en este tema, estaba más interesado en el dinero que en otra cosa.

    Lo mismo podemos decir de los CFC. En principio beneficiosos pero que a la postre se muestran perjudiciales, aunque con la clara salvedad de que era bastante difícil en ese momento, por no decir imposible, predecir que al final también se tornarían nocivos.

    Creo que el tiempo es el mejor juez para las conductas de las personas, ya que esto permite valorar adecuadamente sus intenciones y motivaciones en cada caso concreto. En este sentido, creo que por eso es tan importante la historia de la ciencia y que todos (digo todos) conozcamos qué se hizo en el pasado, cómo se llegó a determinados descubrimientos, qué se hizo mal (y qué bien) etc. porque de esa forma estamos mejor preparados para evitar, en la medida de lo posible, caer de nuevo en la misma piedra.

    Y por eso es tan importante inculcar el pensamiento científico en la sociedad en general y desde pequeños. El hecho de emplear el conocimiento y el método científico nos permite comprender que la verdad se puede manipular con relativa facilidad. Por ejemplo, seremos conscientes de que algunos medios de comunicación ofrecen noticias sesgadas por intereses políticos, sociales o económicos, dando un único punto de vista, una sola perspectiva interesada, y por lo tanto, impidiendo una valoración de los hechos de forma objetiva. La aplicación del conocimiento científico a los hechos que han ocurrido en el pasado nos permite comprender también que éste no es completo, no es verdadero, si no se tienen en cuenta todos los puntos de vista y las diferentes situaciones, y se hace una interpretación de los mismos según el contexto en que se desarrollaron.

    La ciencia es, como dice José Antonio, provisional, por lo que no podemos rechazar cualquier avance científico pensando que puede tener algún mal oculto y que quizás en un futuro se demuestre que es perjudicial; esto haría inviable el progreso. En cualquier caso, creo que hoy en día hay suficientes mecanismos de control que hacen que cualquier tipo de producto destinado al consumo sea revisado y sometido a controles mucho tiempo antes de llegar a nosotros, permitiendo obtener un mayor grado de seguridad.

    Esto me recuerda bastante, salvando las distancias, a lo que sucedió con la censura de dos artículos científicos sobre la gripe aviar. Dos equipos independientes descubrieron una serie de rasgos que permitirían al virus H5N1 transmitirse con facilidad entre mamíferos. Los estudios, realizados en laboratorio y de carácter experimental, fueron remitidos a Science y a Nature para su publicación aunque no se publicaron por el temor (fundado) de que los datos que contenían pudieran ser empleados con fines bioterroristas. Desconozco qué pasó finalmente con los trabajos (alguien quizás pueda ponernos al día), pero se generó un intenso debate entre quienes defendían que la publicación era necesaria para que la comunidad científica pudiera investigar y estar preparada ante la posible necesidad de nuevas vacunas; mientras que otros rechazaban que se hicieran públicos por cuestiones de seguridad.

    Creo que la ciencia tiene una función muy clara y que los gobiernos y agencias de seguridad tienen la suya. Estos deben protegernos de cualquier amenaza y aquélla debe investigar sin descanso para comprender el funcionamiento de los virus (en este caso) y permitir de esta forma que estemos preparados ante una pandemia.

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  12. (continúa...) En esto la ÉTICA juega un papel muy importante y, como dice Dolores, es imprescindible una mayor implicación de humanistas, filósofos etc. en el debate científico porque tener dos puntos de vista (a veces serán coincidentes y otras veces diferentes) permite sopesar mejor cualquier decisión. Del mismo modo, los científicos tienen que tener unas miras más amplias, levantar la vista del microscopio y buscar una visión de conjunto del problema concreto que están tratando para no dejar de lado las posibles implicaciones de sus descubrimientos. Creo que sería un ejercicio muy útil plantearse en cada investigación qué podría pasar en el futuro con ese descubrimiento, con los nuevos datos disponibles; es una tarea que conlleva mucho esfuerzo mental y mucha reflexión (a veces tan falta en nuestra acelerada sociedad) que, precisamente por ello, puede ayudar a guiar mejor los trabajos.

    En definitiva, creo que la sociedad en general debería conocer y aplicar el pensamiento científico en su vida cotidiana. Teniendo presente que no es la panacea para todos los problemas, quizás sí nos permita ejercer con más criterio, por ejemplo, el derecho al voto en democracia. Es decir, creo que tendríamos mejores recursos para decidir a quién votamos para que nos gobierne (en definitiva, la política en ciencia la determinan esas mismas personas). Los discursos de los políticos esconden verdades a medias o, directamente mentiras veladas, y debemos ser capaces de darnos cuenta.

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  13. Entro para poner un enlace que me ha llamado la atención con respecto a avanzar o no avanzar. La biopeligrosidad de una investigación puede llevar a no avanzar en un sentido por miedo a un uso malintencionado.

    http://naukas.com/2012/02/15/dilemas-de-biopeligrosidad/

    Lo mismo podría ocurrir en cuanto a tecnologías duales, etc. Por lo poco que sé, hay leyes a nivel internacional para intentar evitarlo

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    1. Muy interesante, y no me perdería tampoco los comentarios ;)
      Gracias por compartirlo!

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  14. Avanzar, siempre avanzar y si nos equivocamos, rectificar.

    Ahora nos echamos las manos a la cabeza por aquellas señoritas que se pintaban con radio y supongo que ahora estaremos cometiendo un error garrafal en algún punto pero si no hacemos cosas, no nos vamos a equivocar y los aciertos ganan de calle a los errores.

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  15. No conocía mucho este origen pero....maravilloso.

    Actualmente estoy desarrollando mi tesis doctoral sobre uso de isótopos de Pb como marcadores de contaminación en suelos urbanos y campos de tiro.

    En los suelos urbanos las posibilidades que da el conocimiento de los isótopos son casi infinitas porque es posible determinar en un suelo, qué % de Pb viene de gasolinas, industria, etc... e incluso puedes obtener un rango isotópico que es propio de cada gasolina debido al origen del Pb (Europa del Este, Yacimientos USA, Australia o Marruecos).

    En la antigua RDA se hicieron algunos trabajos muy interesantes y se vio cómo con la caída del muro, hubo un cambio en las gasolinas empleadas (el ratio isotópico de las gasolinas Este/Oeste era bastante diferente).

    Y desde entonces se han aplicado los isótopos para casi todo en temas ambientales porque en un sedimento de la desembocadura de un río puedes acabar por saber de dónde viene ese Pb (el ratio isotópico siempre es el mismo), en el aire y en el suelo puedes saber si la térmica que tienes al lado usa carbón de australia, indonesia, españa o estados unidos... e incluso algunas empresas estaban haciendo un buen dinero con esto.

    Al aplicar técnicas de TOF incluso puedes ver que isótopo se asocia a materia orgánica o a las diferentes componentes edáficos. Son una pasada.

    Desde hace un tiempo se están empleando mucho en medicina foresnse para conocer el tipo de munición empleada, ya no sólo el calibre... si no la empresa que lo fabricó, etc...


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