Aunque el libro trata sobre magia y
neurociencia, para no herir sensibilidades mágicas, he optado por centrarme en
los aspectos neurocientíficos y dejar los aspectos mágicos para la lectura
individual de cada uno.
Este capítulo se centra en una de las
propiedades de nuestro sistema visual: Las ilusiones visuales. Estas se basan
en las percepciones subjetivas de todo lo que observamos. Al ser subjetivas, no
se ajustan a la realidad que nos rodea. El sistema visual lo constituyen el ojo
y el cerebro.
La primera capa del sistema visual está
compuesta por fotoreceptores que hacen que la luz se transforme en una seña
electroquímica. Aquí surge la capacidad del cerebro de detectar contrastes y es
la base de la cognición ya que nos da la capacidad de ver, oír, sentir, pensar
y centrar la atención.
La información captada por los
fotoreceptores viaja a través del nervio óptico hasta el tálamo y de ahí hacia
la corteza visual primaria, la primera área visual del prosencéfalo, que es la
primera área de unas treinta que extraen la información de lo que vemos. Las
neuronas que procesan la información se activan dependiendo de la señal que
estén recibiendo, ya sean contornos, curvas, movimientos, colores u otros
rasgos.
Las ilusiones visuales hacen que veamos
cosas que realmente no están, que no veamos algo que sí está o que lo que
veamos sea algo distinto de lo que estamos mirando. Estas ilusiones visuales
son fundamentales para estudiar los circuitos neuronales y entender como se
forman nuestras experiencias del día a día.
¿Cómo construye nuestro cerebro esta
realidad? Lo que hace es coger nuestros recuerdos y experiencias previas y
crear unas expectativas en función de lo que estemos viendo. Es decir, lo que
vemos ahora mismo se debe a que, en algún momento pasado, vimos algo parecido
que nos fue útil. El sistema visual, en realidad, se pierde muchas cosas de las
que nos ocurren. En general desechamos hasta el 95% de lo que ocurre a nuestro
alrededor. No somos muy eficientes obteniendo información, aunque pensemos que
lo tenemos todo controlado. Inventamos lo que vemos rellenando huecos de lo que
el cerebro no puede procesar.
Esto ocurre porque los mecanismos
neuronales que interpretan lo que nos entra por los sentidos, son los mismos
que generan los sueños, las falsas ilusiones y los fallos de memoria. Todo se
genera en la misma parte del cerebro.
Además, el cerebro es magnífico haciendo
suposiciones ya que lo que tenemos delante de nosotros es un mundo
tridimensional, pero lo que se recibe en cada retina es una imagen
bidimensional.
Los magos explotan este hecho, es decir,
saben que somos nosotros los que creamos la realidad.
Según los autores, «los mecanismos
cerebrales que provocan las ilusiones percibidas, las reacciones automáticas e
incluso la consciencia misma son lo que definen en esencia quienes somos». Lo
mejor de todo es que, este hecho es un producto evolutivo, algo que nos ha
ayudado a sobrevivir y llegar a ser lo que somos.
Para crear la ilusión, los magos juegan
con la luz y los destellos brillantes. Vemos algo brillante y nuestros cerebro
experimenta una adaptación neuronal a esa luz o destello. Cuando el destello
desaparece, las neuronas visuales experimentan un efecto conocido como
«postdescarga» que hace que la imagen que teníamos en la veíamos permanezca
durante una fracción de segundo. El tiempo suficiente para que el mago lleve a
cabo su truco.
Otro aspecto de nuestro cerebro con el
que juegan los magos nuestra capacidad para detectar el contraste. El contraste
es lo que hace que el mundo que observamos tenga límites. Si no hubiera
contraste, las neuronas no tendrían nada que decirse entre ellas. De hecho el
contraste es muy conocido en el mundo natural y aprovechado no sólo por los
magos. El camuflaje de los animales se basa en el contraste, ya que lo que
hacen es reducirlo con respecto al fondo en el que se encuentran generando así
la ilusión de invisibilidad.
Los magos también aprovechan el
movimiento. Exageran los movimientos para que centremos nuestra atención en los
mismos y nos olvidemos de lo que realmente están haciendo.
En resumen los magos confunden el sistema
visual. Juegan por la luz para provocar el efecto de retención de visión.
Juegan con el contraste y el movimiento para generar la ilusión de cambio o de
ausencia del mismo, ya que sin movimiento no somos capaces de detectar algo.
Para el debate me gustaría que pensáramos
sobre las ilusiones ópticas y la percepción de lo que nos rodea. ¿Se os ocurren
ilusiones en nuestro día a día que estén causadas por los mismos fenómenos de
los que se valen los magos para generar sus trucos? ¿Tenéis la sensación de que
nos perdemos el 95% de lo que vemos? ¿Nos engaña la naturaleza más de lo que
creemos? ¿Sois conscientes de lo que nos perdemos y de las ilusiones que
tenemos?
¡Gracias!
Jorge, ¡gracias por el gran resumen!
ResponderEliminarPor lo que he entendido, el mismo mecanismo que nos ayuda con el día a día es el que nos produce estos engaños: “el cerebro es magnífico haciendo suposiciones”. Si no las hiciera el procesamiento de datos necesario sería mucho más alto e ineficiente (habitualmente). Pues la mayoría de las veces acertamos en esas suposiciones (al estar basadas en la experiencia).
El reconocimiento de patrones por parte de los algoritmos computacionales no son fáciles de programar y no han llegado, ni por asomo, a la capacidad y eficiencia que tenemos nosotros para reconocer nuestro alrededor. Personalmente eso me da una perspectiva para comprender lo compleja que resulta la percepción visual de la que estamos dotados.
Y por eso llego a la conclusión que, el que sea tan fácil engañarnos visualmente, es el precio que tenemos que pagar por esta eficiencia y capacidad que es tan difícil de copiar por la inteligencia artificial. ¿Qué pensáis?
La primera ilusión óptica de la que soy consciente fue un espejismo. Un engaño de la naturaleza en toda regla. Yo debía tener alrededor de 10 años, y me impactó lo suficiente para que aún me acuerde. Fue entonces cuando aprendí el significado de la palabra espejismo. Y, por primera vez, fui consciente que no siempre podía fiarme de lo que veía.
Era un día caluroso de verano, y yo y mis padres íbamos acercándonos a un campo de fútbol en medio de una explanada. Entonces nos quedamos asombrados porque vimos que una de las porterías (que sabíamos que estaba pegada al suelo) se encontraba completamente fuera de sitio, muy lejos del lugar donde debía estar y en una posición diferente. Pero al irnos acercando cambió radicalmente lo que habíamos visto, pues la portería estaba donde tocaba. Me sorprendió mucho que todos viéramos lo mismo, y que el calor (debido a las refracciones de la luz) cambiara totalmente la visión de la realidad.
No es una historia espectacular pero ahora, desde la perspectiva de los años, creo que fue una de las primeras lecciones de escepticismo que me ha dado la vida.
He visto otros espejismos, pero la sorpresa y maravilla que sentí con aquel, no la he vuelto a tener.
No sé si nos perdemos el 95% de lo que vemos, aunque no me extrañaría pues mi sensación es que, en un momento dado, fijo mi atención en muy poco de lo que percibo.
¡Que tengáis una feliz semana!
Gracias, Jorge por tu minucioso resumen del primer capítulo.
EliminarCreo que tienes toda la razón, Conxi, en apuntar que las ilusiones visuales es el precio que hay que pagar a cambio de rapidez y eficacia. Cuando hay que tomar una decisión rápida y no tienes suficiente información, el cerebro no le queda otra que cotejar patrones aprendidos con anterioridad y llega a conclusiones, algunas veces erróneas, pero que nos pudieron salvar la vida en un pasado remoto o no tan remoto.
En este sentido me llego este post que sugiere que podría ser también una condescienda de la datación al medio.
http://rasgolatente.es/cerebro-engana-ilusiones-opticas/
Mi experiencia con las ilusiones visuales ha sido variada. Si me permitís os contaré dos muy rápidamente. En las dos era muy niña. La primera es la desagradable sensación que tuve de ir a coger un tronquito en el jardín de mi abuela y notar que era un peludo, viscoso y blando gusano de colores verdes y marrones que se confundía con el tronco de una planta. Bueno en la ilusión visual también entran los camuflajes. ¿No?
La otra fue más inquietante. Mi colegio era de monjas y por aquel entonces, los que teníamos a los padres trabajando nos permitían ir al cole en sábado. Así que imaginaros, sábado, el colegio vacío, los largos pasillos silenciosos y dos niñas curiosas explorando rincones prohibidos. Al dar la vuelta a uno de esos enormes pasillos vimos en el centro una mancha grande y oscura. Nuestro sistema visual no pudo distinguir a la bayeta sucia de lavar el suelo, olvidada allí. Así que el miedo de que nos cogieran en un sitio censurado y nuestra joven imaginación, hicieron que viéramos, las dos, una enorme araña, gritamos, nos reforzamos más la una a la otra el susto y echamos a correr. También fue una ilusión visual pero influenciada por el miedo y la educación que estábamos recibiendo. Espero que a medida que avancemos en el libro nos hable también de este tipo de ilusiones
Pues no, Jorge, en el día día no soy consciente que me pierdo el 95% de mi visión porque voy a piñón fijo. Pero si me paro, me siento en un banco en mi ciudad y miro, me doy cuenta de la cantidad de bonitos edificios que hay en mi calle y que nuca veo cuando voy corriendo al trabajo.
Ilusiones diarias… pues el punto ciego del retrovisor del coche. El no ser capaz de encontrar mi bufanda negra, en mi sillón negro.
Un saludo a todos
Después de leer el post que has indicado, Cristina, y siguiendo con la lógica de que sí, de que algunas veces nuestra percepción no coincide con la realidad, pero que esto es el precio a pagar por su eficiencia (cosa que también se habla en el post); no creo que sea adecuado utilizar la palabra “engaño” para describir lo que ocurre. Y me sabe mal, ¡pues está en el título del libro! XD
EliminarEn el post se dice: “el término engaño parece connotar cierta intencionalidad que no se da en el aparato cognitivo”. Con lo que estoy totalmente de acuerdo. Son los magos quienes nos engañan, no nuestra mente :D. Me gustó más cuando en libro se dijo: “los magos logran hackear nuestro cerebro”.
Me ha gustado también la diferenciación que se hace en el post entre ilusiones ópticas y visuales. Dice: “La diferencia entre estas es el lugar donde se produce la alteración. Si la alteración es en la luz que llega deformada a la retina, será una ilusión óptica... Por otro lado, será visual cuando esta deformación se produzca en tu sistema visual...”. En nuestro libro (al menos hasta ahora) se habla solo de las visuales, y los espejismos serían ¡ilusiones ópticas! (creo que me he equivocado con el ejemplo que he escogido XD).
¡Saludos!
Yo también he leído el post, coincido con Conxi cuando dice que el título puede que no sea totalmente correcto, quizás "las equivocaciones de la mente".
EliminarPero en realidad son detalles. Podemos darle la vuelta al argumento: "la mente construye soluciones que coinciden con lo que ella quiere encontrar (con aquello que sea consistente con sus experiencias previas), lo hace de una manera activa y tenemos que luchar contra ello porque ella quiere mentirnos"
Resumiendo: entiendo que alguien quiera cargar las tintas en un lado, y entiendo que otros las quieran cargar en otro, son técnicas para buscar dar más énfasis a otros contenidos del mensaje (filosofías propias, generar la atención del posible lector...) pero en el fondo la Ciencia que hay detrás es la misma ¡nos inventamos la realidad!
Hola Juan Carlos, estoy completamente de acuerdo contigo :D.
EliminarVale, nos inventamos la realidad (cosa que a primera vista parece una mala noticia), pero de una forma tan eficiente que, la mayoría de las veces, coincide tanto con esta realidad que nos ha servido muy bien para sobrevivir durante millones de años. Entonces mi reflexión es: ¿Tan malo es que se invente la realidad? ¿Se podría hacer mejor? La inteligencia artificial no lo hace.
Y personalmente dudo de que se pueda hacer mejor.
Tengo la sensación que es como cuando mis clientes me piden que programe una aplicación para controlar un proceso de forma poco flexible (para que no se les escape nada, dicen) y que tome decisiones automáticas y a tiempo real (para hacer el proceso eficiente y rápido). Y cuando lo tengo hecho y en funcionamiento se quejan de que no admite excepciones o_O. ¡Pero es que todo no puede ser! La automatización, la rapidez y la eficiencia suelen estar reñidas con las excepciones.
Me pongo a defender nuestro sistema visual porque, el que no sea perfecto, no significa que no sea el mejor que podamos tener. O no, que tampoco estoy completamente segura de ello...
Tal como dice Cristina más abajo, tal vez se podría mejorar nuestro hardware (nuestro ojo chapucero), pero sobre el software tengo dudas.
Yo estoy de acuerdo con Juan Carlos también, nuestras experiencias previas son las que hacen que percibamos el mundo de una manera o de otra.
EliminarConxi, yo si creo que nuestro sistema visual es perfecto, pero entendido desde el punto de vista evolutivo. Tras muchos años evolucionando, el sistema visual se ha desarrollado para considerar lo que necesitamos, ni más ni menos. Si necesitáramos más, es probable que a lo largo de los años hubiera habido algún cambio, ¿no crees?
Me parece interesantísima esta vertiente del debate. Coincido con vosotros en que nuestra visión (vista como conjunto entre el órgano sensorial, el ojo, el "cableado", el nervio óptico, y el sistema de interpretación, el cerebro) ha evolucionado para ser eficaz en el medio en que vivimos. Eficaz no implica perfecto, sino bien adaptado a nuestras necesidades como dice Jorge.
EliminarEn el reino animal encontramos ojos mucho mejores que los nuestros (las moscas procesan la información visual de casi 360 grados a una velocidad increíble) y hay animales que pueden "ver" en longitudes de onda que van desde el infrarrojo al ultravioleta. No digamos ya la agudísima vista de las águilas.
Dan-Eric Nilsson creo que resume a la perfección esta cuestión: "los ojos no evolucionaron de malos a perfectos. Pasaron de desempeñar unas pocas tareas sencillas a la perfección, a desempeñar magníficamente un gran número de tareas complejas".
Esa capacidad de realizar muchas tareas complejas conlleva un compromiso de "pérdida" de información.
Buen resumen Jorge, lo malo es que no te has dejado nada de lo que había anotado.
ResponderEliminarEl que despreciemos el 95% de la información es normal, no os centréis en la vista. El oído recibe infinidad de sonidos de los que muy pocos pasan el filtro y llegamos a ser conscientes de ellos. Alguna vez hemos comentado Juan Carlos y yo el caso típico de cuando estás concentrado y no escuchas nada de lo que sucede alrededor. El tacto, la piel nos indica todo lo que toca, si le llega una leve brisa... seleccionamos o no paramos de mirarnos el cuerpo.
Olores lo mismo.
Una ilusión muy normal es la de ver a alguien. Una sombra o una cara parecida a la de un conocido llaman nuestra atención porque lo consideramos importante. Otras veces el amigo puede dar saltos que si hay algo más importante cerca no lo haremos caso.
Me ha encantado aprender el funcionamiento del cerebro en cuanto a los contrastes, la anécdota de ver el truco del mago varias veces y no ser capaces de captar el truco es magnífica.
No nos engaña la naturaleza, solo emite señales, es nuestro cerebro el que al filtrar economiza y crea "nuestra" realidad. Es un autoengaño necesario.
No soy consciente de lo que me pierdo, excepto en esos efímero instantes en los que te paras a disfrutar de algo cotidiano y bello pero no merece tu atención habitualmente.
De las ilusiones que creamos soy todavía menos consciente, es mi mundo, mi creación, ¿cómo voy a pensar que no es real?
Buen artículo, Cristina. Complementa perfectamente la explicación de que el ojo recibe información en dos dimensiones y el cerebro lo interpreta como tres.
Seguimos aprendiendo
Cierto lo de la anécdota del final del capítulo (otra perla por la que me está gustando tanto el libro): ver una y otra vez el mismo truco, saber como funciona, que recursos usa el mago para engañarnos y aun así, no poder percibirlo porque nuestra mente no es capaz de fijar la atención donde debe de fijarla y de eliminar las ilusiones que ella misma crea: INCREÍBLE.
EliminarCierto, Santos, el articulo nos permite la visión del asunto desde otro ángulo.
EliminarConxi y Juan Carlos totalmente de acuerdo en que el título del libro no es acertado. Tal vez es solo una forma de marketing para hacer más interesante el libro.(que no lo necesita..ajaja)
Una vez voy profundizando en el tema me doy cuenta que la mente no nos engaña, ni creo que se equivoque, sino que es una estratega. Una estratega eficiente con unas herramientas surgidas de un montón de pruebas, error evolutivas.
Tengo entendido que el ojo es uno de los inventos más chapuceros de la naturaleza, pero funciona. Al no tener la evolución una finalidad última desarrolla el órgano imperfectamente pero adaptado al medio en que ha surgido.
Estoy aprendiendo un montón, gracias a todos
Cristina, hemos llegado a la misma conclusión sobre la evolución, y eso que no había leído tu comentario. Lo que no sé es si se trata de una estrategia, simplemente creo que es lo que ha funcionado durante miles de años y lo que necesitamos para sobrevivir. Y lo mismo pasa con otras especies, por ejemplo las abejas de la miel que ven en ultravioleta. ¿Por qué nosotros no vemos en ultravioleta? ¿Es una estrategia que no veamos en esas longitudes de onda? Creo que no, simplemente nosotros no lo necesitamos y las abejas sí.
EliminarHola, Jorge. No he sabido explicarme bien. Solo me refería a que la mente funciona como una buena estratega,
Eliminarme pareció mejor que decir que nos engaña o se equivoca. Por supuesto, la mente no es una estrategia de la evolución,
si no caeríamos en error de pensar que era la intención de la evolución crear mente. La evolución no tiene una finalidad,
ningún proyecto. Saludos
Jorge, es posible que en algún momento algún humano haya podido ver en ultravioleta. Si no ha representado una ventaja o ha sido contraproducente no ha perdurado.
EliminarNuestros ojos no son perfectos: tenemos puntos ciegos, sufrimos desprendimientos de retina etc. Tenemos que ser conscientes de que, como cualquier órgano o sistema sensorial, el desarrollo y el mantenimiento de los ojos consume mucha energía y de ahí surge un nuevo compromiso: desperdiciar energía en un sistema sensorial que realmente no necesitamos es el camino directo a su desaparición.
EliminarLa evolución es creativa pero también muy rácana.
Hola Jorge, pienso como José Luis; entre otras cosas cuando dice: “eficaz no implica perfecto”.
EliminarEntiendo que desde el punto de vista evolutivo, teniendo en cuenta que la principal “preocupación” (entended la licencia) de la evolución es que se sobreviva hasta dejar descendencia, está claro que no necesitamos un mejor sistema visual (la prueba la tenemos en la sobrepoblación de humanos).
Pero, si dejamos la evolución a parte, tal vez, para entender mejor la realidad sí que nos podría haber ido bien algunas mejoras. En el órgano sensorial (el hardware) pienso que hay muchas mejoras claras que ya se encuentran (tal como dice José Luis) en el reino animal.
Pero en el sistema de interpretación (el software, o lo que hace nuestro cerebro), ya no lo tengo tan claro. Lo que hacemos es tan complejo, tan difícil de imitar, que no encuentro mejoras claras y realistas.
Y sobre si necesitáramos más (a nivel evolutivo) “es probable que a lo largo de los años hubiera habido algún cambio”, pienso que no tiene porqué :D; pues existe una alternativa muy utilizada en estos casos por la naturaleza: la extinción.
Santos, supongo que lo que dices de que el ser humano haya podido ver en ultravioleta; de poder, puede haber pasado, pero tengo mis dudas que se hayan producido cambios tan grandes y tan alejados de nuestro sistema visual actual. Parafraseo otra vez a José Luis: “La evolución es creativa pero también muy rácana” :)
Cosicas (murcianico) previas:
ResponderEliminarYa está colgada la charla de @xurxomar en http://scientiablog.com/2016/03/06/para-que-sirve-la-mente-video/ por si queréis verla.
Y ahora sobre el libro (y el primer capítulo):
Francamente estoy muy contento de que saliera este libro, estoy disfrutando un montón leyéndolo. Quizás, Fco. Javier, no te pareció increíble cuando lo leíste la primera vez porque realmente nada de lo que dice es nuevo (no me es difícil de creer lo que leo), pero a mi si me está gustando porque el enfoque de relacionar Magia y Ciencia me parece una genialidad.
Con respecto al resumen:
Jorge, no había leído el libro y por lo tanto hasta ahora no había podido pensar una cosa, la pensé al leer el primer capítulo y ahora quiero felicitarte: ¡creo que has acertado en no poner en el resumen nada de los trucos! Creo que así se respeta una de las intenciones de los autores del libro y, aunque obviamente cada uno resume a su manera, yo creo que el camino que has iniciado es el correcto (aunque obviamente puedo estar equivocado, por ellos que cada uno haga lo que crea más conveniente).
Y ahora sobre tus preguntas:
Si me dejo llevar por mi intuición te diría que: ¡una mierda me pierdo el 95% de mis sensaciones! ¡una mierda cojo solo pinceladas y construyo los huecos con mis experiencias previas!, pero... SOY DE CIENCIAS y, de decir, que me lo creo porque si lo miro desde el punto de vista de las pruebas es cierto.
Por otro lado, yo en mis clases, cuando quiero que me crean al explicarles lo mucho que desprecian de lo que sienten (se lo digo para que entiendan que se tienen que atenderme "con todas sus fuerzas" y no estar dispersos si quieren entender algo) les digo, hace 1 segundo no estabais escuchando los pajarillos que ahora ya estáis escuchando (tenemos la suerte de tener muchos árboles en el patio y en ellos hay pajarillos que normalmente no escuchamos hasta que nos centramos en ese sonido).
Nada más, un saludo
Después de leer este capítulo, hice un experimento con mis compañeros de trabajo para ver si era verdad que sólo vemos el 5% y saber si nuestras experiencias previas contribuyen a la percepción.
EliminarCogí a mis compañeros y me los llevé a tomar un café. A una compañera, le dije que no viniera con nosotros directamente, sino que entrara a la sala del café como hace siempre a la misma hora y se dedicara a prepararse el café. A otra compañera la puse delante de mi y le dije que pasara lo que pasara, sólo me prestara atención a mi y a lo que le decía. Al mismo tiempo puse a otros dos compañeros a mi izquierda y derecha, más o menos a 60º en ángulo desde mi compañera y yo, y les dije que hicieran gestos, muecas y lo que quisieran. Mientras tanto la compañera de siempre, entró a la sala y se preparó el café como siempre.
Al final le pregunté a la compañera que tenía que estar en frente de mi, que me dijera lo que le había dicho yo. Me dijo que me estaba mirando e incluso me escuchaba, pero lo único que pudo decirme que había pasado fue que la compañera de siempre había pasado a prepararse el café. ¡Y no la estaba mirando!
Creo que nos perdemos lo que vemos por dos cosas. Primero, tenemos un exceso de información y de estímulos que hace que no podamos prestar atención a todo. Ni siquiera a una pequeña parte. Segundo, si sabemos que va a pasar algo, aunque no lo veamos, nuestra experiencia hace que lo veamos aunque no estemos atentos a ello.
Es un experimento chapuza y poco reproducible, pero confirmó mis ideas en ese momento.
EliminarMe ha gustado mucho la charla de Xurxo, Juan Carlos y os la recomiendo a todos, aclara cosas. De todas formas todavía no tengo
claro muchas otras. Un insecto no tiene autoconciencia, pero si una mínima conciencia? Bueno, dejo el tema, estoy empachada ;)
¿Nos perdemos el 95% de la realidad? Y poco me parece, pero claro dependerá de lo que cuentes como realidad, quiero decir que es físicamente imposible ser conscientes de absolutamente todo lo que nos rodea.
ResponderEliminarSiento disentir con JC pero lo de no contar los trucos no me parece bien (en el post me parece bien para animar a la lectura del libro), en el libro creo que se explican de una manera muy regular, a mí me cuesta mucho entender qué quieren decir. Además de que hasta ahora no han explicado ningún truco chulo, bueno el de la moneda, pero tampoco tengo claro cómo se debería hacer.
En cuanto a la frase de "construimos nuestra realidad", no podéis imaginar el repelús que me da, y el peligro que tiene en boca de unos científicos, ya que es terreno abonado para que los magufos la saquen de contexto (por cierto, tampoco creo que la hayan contextualizado mucho). Esa frase tiene muchas matizaciones que hacer.
Bueno, para ser sábado ya está bien, intentaré volver a participar.
Hola Fco. Javier, quizás no me he explicado bien. Lo que quería decir era que en los resúmenes que nosotros hacemos me parece muy correcto no poner como se hace el truco, en el libro me parece imprescindible.
EliminarY me parece también muy acertado lo que han hecho los autores ¡avisar claramente cuando van a explicar el truco! De esa forma te hacen ver lo importante que es para el mago que cosas deben de saberse y que cosas no deberían de saberse pero que han tenido la enorme generosidad de compartirlo con los autores.
Yo lo veo de esa manera, un saludo. Por cierto, es domingo, lo digo por si tienes que preparar algo para mañana. Yo estoy preparando instrucciones para hacer pluviómetros, quería hacerlo como actividad de investigación pero como su interés ahora está en otra parte (lo he intentado en dos sesiones) he pensado hacerlo como actividad dirigida y mandarles una ampliación a el que quiera explorar el mundo de la meteorología (al resto quizás en otro momento les surjan las ganas de investigar, y quizás en ese momento echarán mano de lo que mañana van a trabajar)
Hola. Acabo de darme cuenta de que empezáis otro libro, y uno que he leído hace poco. A ver si puedo participar un poquito.
EliminarLos autores del libro explican los trucos muy en líneas generales, no con tanto detalle como para que puedas hacerlo tú (estaría bueno), lo justo para que te enteres de las formas de manipulación que utilizan. Porque no es un libro de magia, sino de ciencia. Y tienen el detalle de avisar para que el que quiera se lo salte. Aunque tampoco me ha parecido que las explicaciones que dan puedan llegar a estropearte la ilusión si lo ves en el escenario.
También explican en el libro que todos los magos tienen varias formas de hacer un truco, y alternarlas es también una técnica de despiste.
Encantado de volverte a ver por aquí. Todos estamos liados, todos aparecemos y desaparecemos, pero siempre somos bien recibidos cuando volvemos.
EliminarYo me lo estoy leyendo ahora por primera vez y me está encantando.
Saludos
Hola Francisco, es curioso cómo el tema de que “construimos nuestra realidad” a ti te dé repelús, por la interpretación que puedan hacer los magufos, y a mí me parezca una oportunidad que puede facilitar explicar el porqué no podemos fiarnos de lo subjetivo (o el amimefuncionismo, por ejemplo).
EliminarY además creo que esto es un argumento de peso para fiarnos de la ciencia. Pues una de las razones de su éxito es que ésta es una actividad colectiva en la que se revisa repetidamente todas las interpretaciones subjetivas de la realidad (y por tanto con diferentes perspectivas), de manera que se llegue al mayor nivel de objetividad que se pueda alcanzar. Pudiendo llegar a la conclusión de que a mayor nivel de objetividad más cerca de la realidad nos encontraremos.
¡Ah! ¡Y bienvenido Epicureo! :)
Estoy totalmente de acuerdo con Conxi, Francisco y me encanta que lo haya puntualizado, ya que no lo vi cuando leí tu escrito. Saludos
EliminarPrecisamente el tema de la realidad y si podemos llegar a conocerla de forma objetiva es algo que me ha preocupado desde siempre. Me parece muy interesante tu punto de vista Conxi porque, como bien dices, es un argumento para defender el método científico, la mejor herramienta para comprender objetivamente nuestro entorno.
EliminarPero, precisamente sobre este tema tuve una conversación no hace mucho tiempo con mi mujer (creo que fue a raíz de una película...) Era sobre la supuesta "capacidad" de algunas personas de "sentir" o "ver" a sus familiares fallecidos. Yo trataba de exponerle los argumentos científicos para dudar de que eso fuera posible, pero ella insistía en que algunas personas pueden tener un "sexto sentido" para captar porciones de la realidad que los demás no podemos (y, por ende, los científicos tampoco).
Si no somos capaces de captar el 95% de la realidad (aunque pongamos en duda si este porcentaje es correcto o exagerado), ¿sería posible que se nos escapen este tipo de cosas y que esas personas estén diciendo la verdad?
Hola Jose Luis, si somos muy estrictos, pienso que no podemos llegar a conocer nunca la realidad. Lo cual no significa, ni mucho menos, que todo conocimiento sea igual.
EliminarHay niveles de objetividad y por tanto de certezas.
Qué nivel de conocimiento es mayor entre:
a) la tierra es plana
b) la tierra es redonda
Y entre:
a) la tierra es redonda
b) la tierra es ovalada
Y entre:
a) la tierra es ovalada
b) la tierra es ovalada: achatada en el ecuador y alargada en los polos
Y entre:
a) la tierra es ovalada: achatada en el ecuador y alargada en los polos
b) la tierra es como esta imagen
Pero la imagen que te he enlazado tampoco puede ser la verdad absoluta (o la realidad), pues (por ejemplo) ¿con qué resolución está hecha?
Podemos hacer modelos de la realidad y compararlos con ella. Estos modelos podrán ser más o menos acertados, y hasta podremos evaluarlos objetivamente entre ellos. Pero un modelo nunca será la realidad. Como la imagen de la tierra, que te he enlazado, no puede describir exactamente (con todos sus detalles) la forma de la tierra.
Sobre si se nos puede escapar los “sextos sentidos” y que existan realmente, ¡y tanto! :P. Pero hay algo que se debe tener muy en cuenta y es que hay una alternativa a que existan: también pueden ser un invento de quien dice tenerlos :D (igualmente he tenido este tipo de discusiones XD).
Pero las dos opciones (que existan los “sextos sentidos” o que sean un invento) no tienen el mismo peso. Pues si se tiene en cuenta que nadie ha demostrado tener alguna habilidad sobrenatural bajo condiciones científicas (y si no me creéis ved el desafío paranormal de un millón de dólares de James Randi), se puede concluir que la realidad es compatible con su inexistencia. Y en ese caso prefiero pensar que es un invento de quien dice tener esos “sextos sentidos” (eso sí, algunas veces no se lo inventan, pues se lo creen: no siempre son mentirosos).
También me valgo de la Navaja de Occam, ese principio metodológico que nos dice: "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable". Y cualquier afirmación que permita a la realidad ser compatible con su inexistencia (o falsedad), encuentro que su inexistencia es una explicación bastante más sencilla, y, por tanto, bastante más probable.
Además os recomiendo la siguiente analogía de Carl Sagan, que dice cosas como: “Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutación son verdaderamente inútiles...”.
Me ha gustado toda tu exposición Conxi pero... voy a ser abogado del diablo y darle voz a los que intentas rebatir:
Eliminar"Todo eso lo dices porque te pagan las multinacionales, que argumentos me pones encima de la mesa (que estrategia despliegas) para quitarme mi último recurso para salirme con la mía, ¡la teoría de la conspiración!"
Nota: piensa que ellos están seguros de que realmente existe tal conspiración, que no es que mientan, es que lo creen.
Por cierto, vuelvo a repetir, me ha encantado tu comentario anterior
Juan Carlos, te he contestado en el siguiente comentario del "9 de marzo de 2016, 14:43"... Me he equivocado con el "Responder"...
Eliminar¡Y me alegra que te haya gustado mi exposición anterior! :D
¡Ay las conspiraciones! :P Es un tema que se mezcla con las creencias de las personas. Y aunque la fe no mueve montañas, sí que mueve personas que pueden mover montañas :).
ResponderEliminarEn esas conspiraciones absurdas, de las que nos quejamos los escépticos, se pueden utilizar al menos uno de los siguientes argumentos:
1.- Abarcan a demasiada gente, por lo que no es creíble que nadie se vaya de la lengua.
2.- Abarcan demasiado tiempo (al menos medio siglo) por lo que no es creíble que nadie se haya dado cuenta del engaño, teniendo en cuenta (además) el tener que pasar el testigo de la conspiración a la siguiente generación.
3.- Las evidencias a favor de otra explicación más sencilla (ya he hablado de la Navaja de Occam).
Los dos primeros implican una complejidad organizativa tal, que se hace inverosímil su ejecución.
Las supuestas conspiraciones de los científicos se pueden tratar con estos tres parámetros anteriores, para argumentar su falsedad: ¿Cómo es posible que, con tantos científicos revisando el tema que se oculta, no haya ninguno que se vaya de la lengua? ¡Pues eso le daría fama mundial! ¿Y a todos les pagan para mantenerlo en secreto? (como dice Juan Carlos ;)) ¡Vaya dineral se tienen que gastar los conspiradores! Y con el tiempo que ha pasado desde que se empezó a mantener un paradigma (pongamos el de que la tierra es redonda en vez de plana), ¿se ha mantenido esa paga a todas las generaciones de científicos? ¿Y para qué?. Además están las evidencias que puede tener cualquiera desde su casa, y que demuestran una solución más sencilla (por ejemplo, en el caso de intentar demostrar que la tierra es redonda, haciendo el experimento de Eratóstenes).
Aunque para quien no quiere dejar de creer, da igual los argumentos que le des. Esto solo sirve para quien tiene dudas.
Un problema que existe con otros tipos de conspiraciones es que pueden ser reales. Porque de haberlas las ha habido. Por ejemplo, todos los golpes de estado han empezado siendo conspiraciones. Pero no suelen abarcar a muchísima gente, y, sobre todo, no se suelen alargar demasiado en el tiempo.
Seguro que ya lo habréis leído (yo lo acabo de hacer, porque me sonaba tener pendiente de leer algo sobre este tema), pero (por si no lo habéis hecho) os recomiendo este post de José Ramón Alonso: El mito de las conspiraciones.
Chapó
EliminarSabía que no me defraudaría tu exposición, por eso te pregunté.
EliminarResumiendo, me quedo con las siguientes ideas:
- Si va de conspiranoico le hablo de que las conspiraciones no aguantan ni tanto tiempo ni a tanta gente.
- Si va de sobrenatural usaré el premio que ofrece Randi (esta ya la usaba)
Con esas dos cosas que son claras y concisas se quedan con la duda y el resto es trabajo para otro día (pero el terreno está abonado).
Gracias por el argumento simple contra las conspiraciones (yo usaba ese, pero de una manera mucho más liosa)
Dejadme poner mi granito en el asunto. Un argumento que suelo usar es el de la evolución.
ResponderEliminar1-Limite físico. Nuestra visión es la que es, por mucho que sepamos que existe la luz ultravioleta y que la puedan ver las abejas, nosotros no podemos. Por muy sensible que tenga la vision una persona, nunca podrá ver los rayos ultravioleta ya que ha evolucionado del mismo homino que el resto de todos nosotros, no hay nadie especial. El argumento es extrapolable a otras supersensibilidades. Pero para ello primero hay que entender correctamente el concepto de evolucion.
2-Otros mundos, que mundos? Porque yo no los puedo ver ? Existen? No lo se y enlazo con argumentación anterior. Nadie puede, lo siento, no hay super poderes. Y si no recurrir a C. Sagan como Conxi
“Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutación son verdaderamente inútiles...”.
Creo que muchos de estos asuntos son cuestiones relacionadas con el primigenio pensamiento mágico y vienen de fábrica.
Impresionante argumentacion sobre teorías conspiratorias, si me permites, lla usaré en más de una ocasión. Me voy a a leer al artículo que recomiendas
Interesante usar el concepto de evolución, lo mismo en algún momento es tremendamente efectivo para cosas sobrenaturales.
EliminarYo la evolución la uso en muchísimas ocasiones para otros contextos: hoy, sin ir más lejos, lo he usado para explicar la repulsión que generan en los animales los olores que desprenden los alimentos en mal estado (ahora llegaréis alguno y me diréis que estoy equivocado y no están relacionados, XD -es que sabéis mucho,jajaja...-)
Saludos