El capítulo 15 me ha costado. Santi da pinceladas sobre distintos conceptos resaltando una idea, el caos matemático no es un CAOS. Introduce también al final del tema otro concepto, la entropía. Pero tanto saltar entre caos, orden, desorden, determinismo, aleatorio, exacto... me ha liado en más de una ocasión.
Me ha parecido entender que EL DETERMINISMO es la predicción correcta de estados futuros de sistemas que evolucionan. Pero que existen dos tipos de determinismo: el exacto (no lo llama en ningún momento así, pero de alguna forma lo tenía que llamar yo) y el caótico (que es muy dependiente de las condiciones iniciales y se descontrola transcurrido un tiempo; como existe "imposibilidad" de medir exactamente unas condiciones iniciales -principio de incertidumbre- el sistema se descontrola a partir de cierto tiempo; lógico, no conocemos realmente las condiciones iniciales y es muy dependiente a ellas).
Por cierto, me ha gustado la actividad: "seguir la espiral desde el centro con un boli durante unos 5 segundos", caótico de principio a fin.
Por otro lado están los sistemas. Los sistemas están formados por "cosas" en una determinada "configuración". Cada una de esas posibles configuraciones de "cosas" constituye un estado distinto del sistema. En principio, al mirar un sistema observamos de manera aleatoria un estado u otro. Teniendo claros estos conceptos se puede decir que los sistemas evolucionan hacia aquellos conjuntos de estados que más probabilidad tienen de estar; por ejemplo, es más probable una baraja desordenada que una baraja ordenada.
La entropía mide cuántas configuraciones tienen un determinado estado. Por eso observamos que evolucionamos hacia la máxima entropía: evolucionamos hacia alguna de las configuraciones de las del conjunto de configuraciones más probables.
Por cierto, me ha gustado el ejemplo de los nudos en las cuerdas.
El capítulo 16 también me ha costado. Va sobre los fractales. Me ha parecido entender que los fractales son "figuras/propiedades" que se repiten cuando las miramos "en detalle". Pone muchos ejemplos: dos espejos enfrentados donde se repite nuestra imagen hasta el infinito, las espiral donde aparecía el número de oro, un cristal cristalográfico...
Nos explica que una de las propiedades de los fractales es la autosimilaridad. Y nos dice que hay autosimilaridades exactas (por ejemplo, las numéricas y geométricas que nos generan el número de oro), las aproximadas (por ejemplo las que tienen un fin porque son las de la naturaleza, las conchas, los cristales...) y las estadísticas (que son las de los paisajes, la de los seres vivos... la que aparece porque las partes se asemejan, en cierta, forma al todo: la hoja a la pequeña rama, esta pequeña rama a la rama, la rama al árbol; y concluye con la afirmación "el cerebro es un fractal").
Otra de las propiedades es que son de dimensión no entera... pero esto no lo he pillado.
Y qué queréis que os diga, el ejemplo ¿cuánto mide la costa de Gran Bretaña? me encanta y alucina:
Según la escala mínima utilizada, según la "regla de medir", bordeamos mejor o pero la costa. Dependiendo de esto mediremos más o menos kilómetros, con una diferencia que puede llegar a ser grandísima.
Y lo de que con la fórmula de perímetro de una circunferencia no podemos calcular el perímetro real... ¡es una pasada!
Y hasta aquí los resúmenes de los dos capítulos, o lo que sea esto que he escrito. Más bien yo diría que es lo que creo haber entendido, mezclándolo con lo poco de lo que sé de todos estos temas. En los comentarios me decís algo, y me criticáis si lo que he puesto está terriblemente mal: ¡yo aquí he venido a aprender así que no os cortéis!
Hemos llegado a la mitad del libro, ¡nos está encantando!
Pero somos pocos, ¡y nos da lástima por nosotros (no nos
enriquecemos con vuestras aportaciones) y por vosotros (no disfrutáis de esta
experiencia que, de verdad, la vemos apasionante)!
¿Por qué seremos tan
pocos?
Desde luego culpa del libro NO es. Pensamos que "Un
número perfecto" tiene la combinación justa de humor, rigor y anécdotas;
todo ello tejido con un hilo conductor: la Historia de las Matemáticas.
Tampoco creemos que NO sea buena idea esto de
#TertuliasCiencia, así que pensamos que será porque no os habéis enterado o
porque no eran buenas fechas (empezamos más y, al final, nos hemos quedado muy poquitos).
Sabemos que muchos de los que leéis estás líneas "consumís"
divulgación científica más allá de lo que nadie es capaz de imaginar, pero
imaginamos que habrá otros muchos que estáis interesados en empezar pero nunca
sabéis cómo comenzar: ¡sobre todo es a los segundos a los que os queremos
animar (pero también son bien venidos los primeros)!
Por lo tanto, hemos decidido parar unas cuantas semanas.
Volveremos el sábado 28 de septiembre (un fin de semana después de #Naukas
Bilbao 2019).
¿Para qué paramos?
Paramos para que os animéis a participar. Quizás a algunos
profesores y maestros les apetezca ahora que comienzan nuevo curso. Quizás
algunas personas ajenas a la divulgación, al volver de vacaciones, quieran
participar. Quizás...
Durante estas semanas podéis leer los capítulos, leer los resúmenes y
participar en los debates.
#TertuliasCiencia solo tiene una regla, "hablar
(comentar) entre nosotros y aprender los unos de los otros" y solo tiene
dos normas "disfrutar y respetar". Vamos, que la cosa es simple.
Aquí tenéis los datos de libro que estamos leyendo, y los
enlaces a los capítulos que ya hemos colgado. Os invitamos a que pinchéis sobre
ellos, le echéis un ojo y participéis en los debates.
El libro
tiene 28 "minicapítulos" donde se resumen 28 ideas asombrosas de la
historia de las matemáticas... Sí!!! Es un libro de historia de las
matemáticas, de anécdotas curiosas, de matemáticas puras, ¡pero no duras! En
definitiva, de aproximación a la complejidad del mundo matemático, pero de una
forma amena
Fermaaaaaat, te has pasado macho.
Fermaaaaaat, y parecías buen muchacho.
Para continuar con la canción puncha con tino en el punto .
Me encanta, y me dan ganas de hacer bromas, como la del punto.
Perdón, perdón, ya me pongo.
Pierre Fermat la lió en el siglo XVII, un jurista aficionado a la matemáticas padre de la teoría de números. Y encima demostraba sus teoremas con métodos formas fáciles de entender.
El Príncipe de los aficionados a las mates se codeaba con los mejores matemáticos del momento y los retaba a resolver problemas teniendo previamente la solución preparada, Lagrange, Pascal o Mersenne "disfrutaron" con sus retos.
Como ejemplo el que envió en Navidad a su mentor Mersenne: todo número primo que sea consecutivo a un múltiplo de cuatro se puede descomponer como la suma de dos cuadrados.
Ese es su Teorema de Navidad, sin palabras me hallo.
Aquí lo tenéis gráficamente que se entiende muy bien, ahora lo verás hasta fácil.
El susodicho se dedicaba a leer y comentar libros de mates y, ya que estaba, aprovechaba para ampliarlos. Le encantó la Arithmetica de Diofanto y se puso a trabajar con las ecuaciones.
Las ecuaciones diofánticas son las que tienen coeficientes enteros y sus soluciones también son enteras. Incluso Hilbert las incluyó en uno de sus famosos problemas. Tanto le gustaban las ecuaciones a Diofanto que se puso una en su epitafio.
Volviendo a Pierre, ya le he cogido cariño, destaca que descubrió un nuevo método para demostraciones, el descenso infinito. El nombre mola. Aquí lo explican, por si tenéis ganas de más.
Siendo ya grande su legado llegó a lo más alto en el escalafón de odio matemático gracias a su hijo.
Bueno, odio en el buen sentido, el de querer saber cómo lo hizo y no poder. El propio Santi lo califica de fantasma, a las pruebas me remito.
Está borroso porque así se quedaron las mentes de los matemáticos
Y añadió que lo había demostrado... pero que no le cabía en el margen y que la había realizado de forma excelente. No me extraña que le tuviesen manía.
La cosa es que él no dijo nada pero, tras su muerte, su vástago publicó todo lo que encontró y en 1670 apareció el Último Teorema de Fermat.
Casi 400 años para demostrarlo, la complejidad necesaria y su no publicación nos hacen pensar en que no lo logró. Revisando los logros en los siglos posteriores parece lógico pensar que encontrase una solución local y no fuese capaz de generalizarla y de ahí que el reto no fuese lanzado por él mismo.
Cerca de 4 siglos dan para mucho. Me ha encantado la aparición de Machado, se hace camino al andar. Muchas vueltas alrededor del Teorema ayudaron a descubrir muchas cosas mientras avanzaban pasito a pasito, suave...
El camino recorrido, muy resumido fue algo así:
Euler logró demostrarlo para n=3
Sophie Germain, o el señor Le Blanc, como se tenía que hacer llamar para hacer matemáticas, lo consiguió para uno de los dos casos posibles si n=5
Gauss, Cauchy o Lagrange no consiguieron nada a destacar en este problema.
Taniyama y Shimura enunciaron en 1955 una conjetura sobre superficies elípticas de nominada de modularidad que abriría un nuevo camino hacia la demostración. pero ellos no lo sabían.
Serre en 1985 enunció la conjetura épsilon según la cual la demostración de la conjetura de la modularidad demostraría la de Fermat. Ribet demostró que así sería y la conjetura de Serre pasó a llamarse teorema de Ribet. Es lo que tienen las ciencias.
1993, chan, chan, Andrew Wiles publica un "trabajito" de 100 páginas con su demostración... pero se le coló un error, sólo uno, que echaba por tierra el resultado.
1995, CHAN,CHAN, ahora sí. Wiles arregla su fallo y lo demuestra al fin con la ayuda de Taylor. No se llevaría otra la fama.
Hasta sale en las portadas de los periódicos.
Hasta en las caricaturas
Sí, sí que sonríe
Por el complejo camino recorrido se ha desarrollado el Álgebra y han aparecido más ramas de las mates como la Teoría de Códigos o la Criptografía.
Hubo intentos de demostrar que era falso con contraejemplos. Son famosos los de Ramanujan que posiblemente inspirasen el episodio de los Simpsons en el que aparece uno con trampa.
En este artículo lo comentan y yo reconozco que lo vi, el capítulo, la igualdad pasó desapercibida.
A Wiles le concediron el premio Abel por su trabajo, qué menos.
Siempre se dice que es, con diferencias, el Nobel de las matemáticas.
Podríamos crear, siguiendo ese camino, el Terbel. El Nobel de la tertulias.
Sí, ya parece que he tenido demasiadas vacaciones.
Venga las propuestas:
a) ¿Qué opináis de que puedas perder todo el trabajo si alguien lo mejora un poco?
La Ciencia está montada para que si yo mismo, por exagerar, hubiese arreglado el fallo de Wiles me hubiese llevado la fama.
b) Vuelvo a recordad a Newton dando caña a Hooke por no demostrar y publicar a Leibniz por hacer él mismo lo contrario. ¿La Ciencia necesita egos gigantescos para luego basarse en compartir conocimiento?
c) Estudiemos la portada del periódico, hay cosas que no cambian y otras que cambian mucho. Comentemos, que ya nos hacemos mayores.
Como no hay mucho movimiento tampoco propongo mucho.
Me ha gustado el capítulo y me lo he pasado muy bien resumiéndolo.
Feliz semana de ¡qué rápido ha pasado! y ¡no queda ná!
¡Buenos días de agosto! Aquí vuelvo, con los resúmenes de los capítulos 12 y 13 de un libro que me está gustando mucho, la verdad.
He cambiado el nombre del capítulo 12, respecto al que indica el libro (La probabilidad de los dados), pues a mi entender es un error. Y el correcto es el indicado por el índice publicado por ejemplo aquí.
12. Ramanujan y las matrículas de coche
Empieza este capítulo con una afirmación, a mi entender, algo discutible: “Ser matemático es, por la ley transitiva, ser científico”. Pienso que para la ciencia las matemáticas son imprescindibles, sí, y que la segunda es muy superior a la primera en certeza (en ciencia siempre hay algo de incerteza -p.e. que una ley se pueda explicar con más detalle en circunstancias especiales-, mientras que en matemáticas todo son verdades absolutas), por lo que ¿todo aquel que aporta herramientas para hacer ciencia son científicos? (1a. propuesta para el debate).
En este capítulo Santi hace interesantes reflexiones sobre la vida, el tiempo, el espacio, la enseñanza, la numerología (como pseudociencia) y (cómo no) los números; a partir de dos increíbles historias de dos grandes matemáticos, y lo fueron a pesar de que dispusieron de muy poco tiempo para desarrollar su trabajo.
La primera historia (que es con la que se explaya) es la de Srinavasa Ramanujan, matemático autodidacta indio que con solo 32 años llegó a ser miembro de la Royal Society de Londres.
Srinavasa Ramanujan (Wikipedia)
Ramanujan, a principios del siglo XX, era un adolescente en una India pobre y con escasez cultural, viviendo en el seno de una familia sin recursos, envió cartas a varios matemáticos importantes del Reino Unido. Y así fue cómo G.H.Hardy, junto a Littlewood, se fijaron en que detrás de sus ideas había demostraciones inéditas y brillantes.
Hardy lo fichó como su pupilo en Cambridge y así se convirtió en uno de los referentes de la Teoría de Números. Pero, Ramanujan, tuvo siempre muchos problemas de salud (se cree que tuvieron origen en la India y que se agravaron en Londres tal vez por su condición de vegetariano) por lo que en 1919 decidió volver a su país natal, donde murió poco después.
Durante su corta vida fue capaz de proponer cerca de cuatro mil resultados (casi todos válidos, aunque algunos ya se conocían) muchos de ellos originales y poco convencionales, que han motivado una gran cantidad de investigaciones.
Ramanujan sabía mucho sobre números y conocía sus más íntimas curiosidades, y además las demostraba de forma muy creativa. Eso lo ilustra Santi con la famosa anécdota del taxi y el número 1729.
La segunda historia (de la que hace un breve relato) trata sobre Evariste Galois. En álgebra hay una teoría que lleva su nombre y eso que murió a los 20 años en un duelo en el año 1832 (hay pocas muertes más estúpidas… sí, ya sé que eran otros tiempos y que con 20 años era medio niño aún… pero es que la estupidez humana siempre sale por algún lado, por muy genio que seas).
13. Todos somos normales
Este capítulo va del Teorema Central del Límite, que es lo que da sentido a la Estadística y nos dice que estamos todos siguiendo unas leyes, llamadas leyes de normalidad (en promedio, todo es normal), que funcionan siempre en el infinito y, en nuestro universo finito, nos ayudan a entender nuestro entorno.
La ley débil de los grandes números nos dice que si un suceso, que tiene una probabilidad teórica M, lo evalúas experimentalmente una cantidad suficiente de veces tendrá una estadística cercana a M. Y cuantas más veces se evalúe experimentalmente, la diferencia entre su evaluación estadística y su probabilidad teórica (el error) disminuirá.
Gauss (Wikipedia)
Y tratando con estas diferencias Gauss creó, sin saberlo, la moderna teoría de errores, que indica cómo se comporta ese error. Y lo hizo a partir de su famosa curva normal y que se llamaría campana de Gauss. La cual responde a la función de distribución de errores que viene dada por esta fórmula:
En la que aparecen los números Pi y de Euler, junto con la media de la estadística del suceso y su varianza.
En una distribución normal, o campana de Gauss, la mayoría de los datos se acumulan en el centro, entorno a una media. Y aunque Gauss tan solo conjeturó el Teorema Central del Límite (que nos dice que X1..Xn es un conjunto de variables aleatorias independientes, que siguen una distribución media y con una varianza no nula, entonces si n es suficientemente grande, la variable aleatoria de la media aritmética sigue una distribución normal) en 1901 Aleksandr Liapunov la demostró.
Más tarde se propusieron nuevas demostraciones, pero Santi nos destaca la de Alan Turing; que en 1936, casi por casualidad, halló una nueva demostración en su trabajo sobre Teoría de Probabilidades. Ese trabajo fue premiado y le dió el prestigio necesario para entrar en el equipo que, posteriormente, descodificó la máquina cifrada de los nazis, “Enigma”.
Tengo un conocido, de 76 años, que siempre me dice que no cree en la estadística. La verdad, nunca me he atrevido a llevarle la contraria. Y aquí viene la 2a. propuesta para el debate: ¿Cómo lo rebatiríais? ¿Vale la pena que me meta en este berenjenal, teniendo en cuenta que acabará diciéndome que no se fia de la recogida de datos? Según vuestras respuestas, tal vez me atreva XD, pero recordad que, aunque lúcido, ¡tiene 76 años!
Hola a todos. Vuelvo a resumir unos capítulos de
#UnNúmeroPerfecto, todo un placer.
El libro me está gustando mucho. Hoy propondré retomar dos
debates que ya hemos tenido (es que somos unos “adelantaos” a nuestro tiempo y
es en estos capítulos cuando Santi los pone encima de la mesa). También os haré
alguna que otra pregunta más. Empiezo.
Gauss vio números imaginarios
El autor dedica todo este capítulo al príncipe de las
matemáticas: Gauss.
Lo compara con los magos, con los artistas, con los niños
que se hacen preguntas (con el Principito de Antoine de Saint-Exupéry)… El caso
es que Gauss se plantea la solución de x2+1=0 y encuentra (o
inventa) los número imaginarios: i2=-1. Y es ahora cuando el debate
que nosotros tuvimos en el segundo resumen lo plantea el autor: ¿las
matemáticas existen o no las hemos inventado?
Conxi planteaba que ella creía que nos las inventábamos, yo planteaba
que quizás si existían. Santos se encontraba entre las dos posturas. Otros se
posicionaban en alguna de estas posturas (cada cual con sus matices). Y ahora
llega el autor y se posiciona con… (redoble de tambores)… Santos.
Y añado más. Me ha convencido… en cierto modo. Le he dado vueltas
y matizo mis ideas:
Ahora pienso que en la Naturaleza están los números reales,
está la geometría (las esferas perfectas)… pero las Matemáticas no son los
números o la geometría. Las Matemáticas son un lenguaje inventado por el hombre
(hola Conxi) que tiene una parte asociada a las cosas reales y otra parte totalmente
inventada, como por ejemplo los números imaginarios.
No sé si me habré explicado, pero lo que si que tengo claro
es que si no es por estos debates aprendería mucho menos. #TertuliasCiencia me
enriquece, me hace pasar muchos buenos momentos y me “obliga” a participar y
debatir (quien algo quiere algo le cuesta)… No le puedo pedir más a estos ratos
que paso con vosotros.
Así que aquí tienes dos cosillas para la parte de
comentarios.
1) Tú, después del
capítulo, dónde te posicionas ¿las matemáticas se inventan, se descubren o un
poquillo de cada cosa?
2) Y, a ti, ¿qué te
aporta #TertuliasCiencia? Animaros a contestar. Nota: estáis invitados a
contestar TODOS los lectores de este blog… hay muchas más visitas que
comentarios, jajaja… ;-)
Vuelvo al resumen.
Gauss, gracias a esos números imaginarios, es capaz de
dejarnos como legado el Teorema Fundamental del Álgebra (lo demostró hasta de
cuatro formas distintas). Dicho teorema consigue que cualquier polinomio sea
descompuesto en una multiplicación de monomios (análogo a la descomposición de
todo número en producto de números primos): Por ejemplo:
x3+x2+x+1=(x+1)·(x+i)·(x-i)
Pero, como he dicho, el autor dedica el capítulo a la vida
de Gauss:
- Gauss a los 9 años, en su primera clase de aritmética,
deja a sus maestros y compañeros atónitos. Le plantearon el problema se sumar
los 100 primeros números y, momentos después, lo calculó: 5050. Si no habéis
leído el capítulo y no sabéis como lo calculó, os invito a que lo busquéis por
la web, os dejará atónitos.
- A los 18 años ya había demostrado ideas matemáticas
suficientes para pasar a la historia y, gracias a ello, logró el apoyo
económico necesario del duque Kart Wilhelm Ferdinand (su familia no podía
ofrecérselo), siempre le estuvo agradecido.
- Con 24 años le pidieron que realizara cálculos sobre las
orbitas planetarias. En aquellos tiempos se estaba buscando un “planeta
perdido” entre Marte y Júpiter usando la Ley de Titius-Bode. Gauss realizó otros
cálculos, y con sus cálculos, se encontraron otros astros del cinturón de
asteroides.
(Otra preguntilla para el debate: 3) ¿Será la ley de Titius-Bode una afortunada coincidencia matemática?)
- También están la Campana de Gauss, la Ley de Mínimos Cuadrados…
pero el autor reserva estás aportaciones del “Príncipe de los Matemáticos” para
otros capítulos.
El infinito en la palma de la mano
En este capítulo nos habla del concepto infinitesimal (lo
que ocurre en los detalles): límites, derivadas, integrales…
El autor nos dice que en el Sistema Educativo hay demasiadas
recetas de cálculo y de que se habla poco de la verdadera naturaleza de las
funciones. Retoma el tema de las funciones que ya salió en el capítulo 9,
aunque en este capítulo se dedica a como se estudian/analizan matemáticamente.
Por supuesto nos vuelve a hablar de la controversia del Cálculo: Leibniz us
Newton. Yo soy más de Leibniz.
Estoy de acuerdo con lo que dice del Sistema Educativo, pero
creo que faltan por nombrar otros elementos. Santi nos cuenta lo que mucha
gente le ha dicho (y repito: estoy de acuerdo) pero, aquí viene una nueva
pregunta para el debate: 4) ¿No
recordáis vosotros como pasabais de los profes y de aprender? Mirándolo con
perspectiva, ¿Habéis pensado que aquellos profes a los que casi no escuchabais
lo mismo os explicaban las “esencias” de sus asignaturas? Yo si lo pienso
pero quizás yo soy el único que lo hacía.
Y que conste que esto no le quita realidad a lo que dice
Santi, simplemente añade una nueva variable.
He de decir otra cosa. Para mí, los dos capítulos de
funciones tienen un problema, creo que solo se entienden bien si ya sabes lo
que son las funciones y como se estudian, cosa que por desgracia creo que no es
muy común. A mí me han gustado los detallicos (la función no derivable es una
pasada), las curiosidades, las relaciones que establece el autor entre
funciones y vida… pero creo que el autor no profundiza en la explicación de
función. En esos capítulos pienso que le falta profundizar en el concepto.
En otros capítulos no ha sido así, por ejemplo, en el 7 con
las teseladas, Santi SÍ profundizó. Alguien que no supiera nada sobre ello (yo)
puede “sentir” que aprende mucho en la lectura de ese capítulo (aunque como
dice Miguel Ángel, algún dibujo más hubiera ayudado).
Poco más que decir. Me está gustando el libro, y de estos
dos capítulos me ha gustado más el Gauss. Un placer compartir mis impresiones
con vosotros y ahora, con vuestros comentarios, seguro que disfruto mucho más.
Como siempre, añadir el que vosotros deseéis y criticar mi resumen si lo veis
pertinente.
Bienvenidos queridos e-tertulianos
Me alegra que os apetezca pasar por las #TertuliasCiencia hasta en agosto.
Me corresponde resumir dos capítulos muy diferentes pero que me han vuelto a sorprender gratamente, buen trabajo Santiago García.
El capítulo 8 trata de hacernos ver la importancia del cero. ¿El cero importa? ¿Seguro?
Comienza con la analogía perfectamente cuadrada por nuestros ingenieros, esos que nos indican cuándo hay que comenzar un libro para que pasen estas cosas. La llegada a la Luna hace 50 años en esta misma semana.
Neil y Buzz, los famosos, dejaron a Michael Colins en la nave dispuesto a solucionar cualquier problema sobrevenido. El necesario Michael, el que volvió con las suelas limpias, nos da una idea de la necesidad del cero como piloto delas matemáticas.
Venga, vamos a empezar con el numerito.
Cero, nada, no hay, ¿para qué representarlo?
Pues, sí, se va complicando.
Los romanos no lo tenían, no hay año 0, lo que me sorprendió mucho cuando me enteré. De ahí que me tome en serio lo de la dificultad. Aquí acierta de pleno el escritor al dejar caer que para los niños le es fácil de asumir pero no para los mayores.
Nuestro sistema decimal se apoya en él. Nos sirve para añadir cifras y que los números crezcan en orden, nos simplifica mucho los cálculos. El autor nos lo refuerza con el intento de multiplicar en números romanos.
Aquí os voy a hacer recordar la época de estudiantes. Cuando ibas a acabar el último tema de 30 folios e ibas por el 20. Te faltaban 10, no eran 11. Ahí estaba el cero ocupando una posición que con la resta no habías controlado.
Los Mayas ya lo representaron los primeros, los europeos tuvimos que esperar a Ptolomeo para hacerlo y a Fibonacci para popularizarlo (a partir de conocimientos indios y árabes) como número frente a la ausencia que denotaba en esos momentos. El cambio de visión matemática que aporta el cero empujado por un personaje que defendió no cambiar de modelo en el sistema solar, muy curioso.
Como el cero es todavía más importante que llegar a la Luna, Santi nos lo relaciona con el modelo Kübler-Ross sobre las etapas del duelo.
Vamos con las etapas aplicadas a nuestro personaje principal: Negación, no existe el cero, ni los números negativos. Es que sois unos locos, con lo bien que estábamos los matemáticos. Ya se conocía casi todo y os ponéis modernos.
Ira, venga aceptamos que cero es neutro para la suma. Ahora voy con la mulitpi... ¿Atractor absoluto? A la p... mier.. Negociación, vale, podemos verlo como el equilibrio entre tener y deber. Lo aceptamos como número. Depresión, ¿y si divido algo entre cero? ¿Otra vez me la has liado? Aceptación, ale, pasa y haz lo que quieras.
Finaliza el capítulo con el Teorema fundamental de la numeración que no dice que cada número se escribe de forma única en cada base. El ejemplo del 69 no lo termino de pillar. En octal sería 105, mientras que por el lado sexual no veo la importancia de tener un dedo más o menos.
Reto 1:
De esta parte os invito a comentar si érais concientes de la dificultad implícita en el concepto de 0
El capítulo 9 versa sobre funciones y crecimiento siendo el hilo conductor el amor. No me extraña, entre viajes y escribir el libro ya te tiene que querer Nuria para seguir contigo.
Comienza hablando del duelo Leibniz / Newton, la Controversia del Cálculo.
Gottfried publicó sus descubrimientos e Isaac dijo que él ya lo utilizaba antes, pero no lo había publicado. Mira al revés que hizo con Hooke.
Finalmente ambos han quedado como referentes en su campo Calculus / Principia.
Entrando en harina recordamos las definiciones antaño tan importantes de función inyectiva, suprayectiva y biyectiva. Y ya blanquecinos vamos a comparar las variaciones de las funciones con la evolución del amor en pareja.
La derivada de la función nos da la pendiente y parece más interesante que ésta aumente y cuanto más mejor para que nos queramos cada vez más. Esto confirma a quién va dedicado el capítulo, truhán. Pero la realidad dominada por la química (moléculas y envejecimiento, en el sentido de madurez) no es tan optimista.
Según el tipo de función:
Constante, no hay aumento
Recta, siempre aumenta igual
Polinomio, con buenas subidas pero también bajadas
Raíz y logaritmo, aumento cada vez menor. Con eso ya nos conformaríamos.
Seno y coseno, todo el tiempo subiendo y bajando. No, por Dios, que acabe pronto.
Exponencial, cada vez crece más. El ideal... para morir de amor
Terminamos con unos ejemplos del uso de las exponenciales en dataciones isotópicas o crecimientos de poblaciones de bacterias. Y la Ley de Moore con su límite de aplicación en la computación cuántica.
Reto 2:
Si bien la enseñanza siempre va detrás de los conocimientos, por definición, también es cierto que los cambios son demasiado lentos. Yo utilicé tablas para calcular logaritmos o senos ciando ya había calculadoras. Hoy prohibimos en clase los móviles que es el aparato con el más tiempo pasan los alumnos (y los profes... y los demás). ¿Qué os parece? ¿Innovación?
Os dejo el último informe Horizon para ojear lo que se espera de la tecnología en la educación. Y la comparativa entre lo esperado cada año del 2004 al 2018 para comprobar la velocidad real.
Es este capítulo vamos a relacionar entre sí tres cosas tan
aparentemente poco conectadas como la Alhambra de Granada, el artista Maurtis
Cornelis Escher y las matemáticas.
Es necesario comenzar sabiendo que para cubrir un plano
necesitamos figuras de dos dimensiones. Teniendo esto en mente, los únicos
polígonos que pueden cubrir a otro en un plano son el triángulo y el
cuadrilátero. Sin embargo, la figura más eficiente para cubrir una superficie
es el hexágono regular.
Esto se conoce como teselar: un polígono tesela el plano si
podemos rellenar completamente el plano (es decir, sin que queden huecos) con
copias de dicho polígono que no se superpongan entre sí.
La naturaleza ya ha empleado esta solución en múltiples
situaciones, siendo quizás la más conocida la del uso de estas figuras
geométricas por las abejas para construir sus panales.
¿Qué relación tiene esto con la Alhambra de Granada?
Lo primero que hemos de saber es que el arte musulmán tiene
prohibido representar seres vivos, por lo que a la hora de decorar el palacio
real de Muhammad ibn Nasr, primer monarca del reino nazarí de Granada, los
artistas emplearon una profusión de teselas y dibujos geométricos.
En 1910, Ludwig Bieberbach demostró que el número de formas
diferentes que hay para rellenar un plano con teselas es de 17. Se trata de un
problema de cristalografía. Y si bien no tenemos constancia de que los artistas
musulmanes conocieran esta hecho, lo cierto es que la Alhambra es el único
edificio construido antes del descubrimiento de la teoría de grupos que cuenta
con al menos un ejemplo de cada uno de los grupos cristalográficos planos.
Al igual que pasó con la belleza «oculta» de la Alhambra, que
no fue valorada en su justa medida hasta su total «compresión»; Maurits Cornelis
Escher sorprendió a todos con unas obras donde experimentó con
diversos métodos de representar (en dibujos de dos o tres dimensiones) espacios
paradójicos mediante figuras imposibles, ciclos, metamorfosis. Asimismo,
destacaron sus trabajos sobre la estructura de la superficie y la partición
regular del plano (es decir, los patrones que rellenan el plano o teselado,
como hemos visto con la Alhambra).
Escher supo, como nadie, unir dos mundos: la innovación
artística con teselaciones que van cambiando de forma, con vida propia; y la
innovación científica, gracias a conceptos como la metamorfosis, la cinta de
Moebius, o las lentes convexas reflexivas.
Finalmente solo queda que nos fascinemos con las
matemáticas.
Actualmente hay 15 pentágonos irregulares que sirven para
teselar un plano, el último de ellos descrito hace tan solo cuatro años, tras
una búsqueda que comenzó en 1918 con Karl Reinhart.
Lo bonito de este tema es que no se ha demostrado que no
haya más, es decir, estamos ante un problema abierto. De hecho, las sospechas
apuntan a que esta clasificación todavía está incompleta ya que habría más
tipos de pentágonos esencialmente distintos a estos 15 que también pueden
teselar el plano.
Las matemáticas y el arte han estado «cogidas» de la mano
desde siempre. Del mismo modo, el arte ha servido en ocasiones como estímulo
para la investigación matemática.
Por eso me planteo, en relación con el debate mantenido en los capítulos anteriores, ¿es posible que el sentido artístico, la armonía, el gusto
por una obra de arte simétrica, tenga alguna relación con nuestra mente
analítica? Es decir, ¿es posible que si vemos una representación artística con pinceladas matemáticas nos pueda parecer más «bonita» o más estética?
Buenas a tod@s. Arrancamos otro fin de semana con otro par
de lecciones sobre Historia y curiosidades de las matemáticas de manos del
autor @santigarciacc. Esta vez le toca el número a dos de los grandes números
irracionales, con el permiso de “Pi, el magnánimo “. Así que pongamos en
funcionamiento la razón para hablar de irracionales. ¡Al turrón!
Capítulo 5) Hasta mi ombligo usa el número Phi.
El primero de esos dos capítulos está dedicado al número
Phi, aka número de oro, razón áurea, proporción divina,… un número con ego un
poco desbordado, jajaja.
De la misma manera que pi reside en todos los círculos, el
pentágono es la guarida de este número. Phi hace referencia a una propoción
entre dos segmentos de una misma recta, tal que la proporción entre la longitud
total y el segmento mayor es igual a la proporción entre el segmento mayor y el
segmento menor. Un poco trabalingüístico pero, como casi siempre, una imagen
vale más que mil palabras.
El autor trata de describir al lector los porqués de
atribuir a este número sus cualidades divina y áurea. A saber, un número que es
único, que es infinito (irracional) y además trascendente, como Dios, es un
número divino. Una anécdota histórica
que, quizás por ser graciosa, ha perdurado en el tiempo, igual que ocurrió con la
“partícula divina" o "partícula de Dios”.
Phi además esta muy presente en la naturaleza (la obra de
Dios), reforzando su divinidad. Resulta curioso como, a diferencia de Pi, El
número divino surge de una sucesión tan célebre y tan presente en la naturaleza
como la sucesión de Fibonacci. El cociente entre un número de esta sucesión y
el número inmediatamente anterior se aproxima cada vez más a este ideal divino,
que supone ser Phi.
Sucesión de Fibonacci en una chimenea de Turku (Finlandia)
Su carácter áureo viene, sin embargo de ser una proporción
muy utilizada en el arte, la obra hecha por el hombre. Phidias, arquitecto del
Panteón griego, utiliza en su diseño esta proporción. De hecho Phi debe su
nombre al arquitecto. Da Vinci la utiliza en la Gioconda y también en el hombre
de Vitruvio para construir un hombre perfecto utilizando proporciones áureas. Son
obras destacadas por la humanidad con un consenso de belleza, hasta el punto de
que hemos hecho responsable a Phi de dicha belleza. Aquello que siga una
proporción Phi, es bello…. Y Phi es la proporción de oro. Aquí dejo un vídeo
breve sobre el poder de Phi, ya sea en la obra de Dios (Naturaleza) o en la del
Hombre (Arte).
Y es por aquí por donde me gustaría arrancar el debate. Ya que
el autor es un poco crítico con eso, y yo estoy de acuerdo. A veces nos
volvemos un poco locos “encontrando” la proporción áurea donde quizás no esté,
forzando un poco la “Cuadratura del Círculo”. Quizás la proporción áurea no sea
realmente onmipresente y, por tanto, no sea tan divina. ¿Qué pensáis?
Y una vez horadada la divinidad de Phi, empleémonos con su carácter
áureo. ¿Debe correr este número con la belleza del universo? ¿Es la belleza
algo innato e invariable como un número irracional o cada persona tiene su
belleza? Todo aquello en lo que encontramos el número Phi, ¿es bello por
contener el número Phi? ¿O tal vez nosotros reforzamos su belleza por el hecho
de cumplir esta proporción? A fin de cuentas, ¿qué es la belleza? Evidentemente
no es algo fijo, definido, constante y universal como pueda ser la razón entre
el diámetro y el perímetro de todos los círculos.
Parece ser que la belleza es
una sensación que está muy relacionado con la simetría. El hombre siente que es
bello aquello que es simétrico. Buscamos cara simétricas, casas simétricas y
hasta teorías científicas que sean simétricas. Por otro lado, la simetría y la
proporcionalidad sí van cogidas de la mano. ¿Es posible que haya en la
naturaleza o en el arte objetos que sean simétricos y proporcionales entre sus
partes, sin que exista la proporción áurea, y aún así nos parezcan bellos? Yo
creo que es posible, e incluso altamente probable.
Capítulo 6) Raíz de 2 y Pitágoras “el cachondo”.
Este capítulo está dedicado por completo a dos figuras: La
figura humana de Pitágoras, y la figura geométrica del triángulo. Un binomio
indivisible.
Tras una breve introducción al papel crucial de Pitágoras de
Samos y su Escuela Pitagórica que cultivaba el conocimiento y la espiritualidad,
el autor del libro lleva al lector a la figura más simple en la geometría plana
de Euclides: el triángulo. Pensar en Pitágoras es pensar en triángulos, es
pensar en catetos e hipotenusas. Pitágoras y uno de los teoremas más conocidos
y con más demostraciones diferentes. Dejo por aquí otro video-demostración que
vi hace tiempo y me pareció muy gráfico sobre la demostración del teorema de
Pitágoras.
Si del círculo surge el número pi, y del pentágono o la
recta surge el número phi. Parece más o menos claro que una figura como el
triángulo también guarda uno de sus números irracionales, infinitos y
trascendentes de las matemáticas. En este caso hablamos de la raíz de 2 (la
hipotenusa de un triángulo rectángulo de lado 1). Aunque, todo hay que decirlo,
raíz de 2 siempre ha sido menos divino y menos aureo. Hasta en los números
irracionales hay clases, jajaja.
Los triángulos siempre han sido mágicos. Se usaban en el
antiguo Egipto para la agrimensión del terreno y de ellos surge la
trigonometría que sirve para medir la altura de las pirámides de Egipto o para
demostrar que la Tierra es esférica. Eratóstenes sólo necesitó de un palo y la
ciencia que esconden los triángulos para calcular el radio de la Tierra hace 23
siglos. Aquí lo explica Carl Sagan, otro flamante capitán del barco de la Historia.
Con varios centros y otros teoremas que orbitan a su
alrededor, los triángulos y la Escuela Pitagórica constituyen uno de los ejes
más importantes de la Historia de las Matemáticas. Era evidente que Pitágoras
de Samos tendría un papel central en este libro. Todo un capitán de barco.
Uno de los puntos de debate que surgen en este capítulo es
el papel místico que siempre ha rodeado a la Escuela de Pitágoras, con esa
conjugación del mundo espiritual con el mundo de la Ciencia. ¿Creéis que esto
surgió en un momento de la historia irrepetible? Hoy el día el mundo de la
Ciencia y la Espiritualidad (no confundir con esoterismos ni pseudociencias, o
nos arriesgamos a un tirón de orejas pitagórico) están muy desvinculados.
¿Deberíamos tratar de volver a reunir estas dos facetas de nuestra relación con
el universo? Existen grandes científicos que han tenido una parte espiritual
importante, relacionada con la música como los ejemplos de Plank o Einstein. ¿Puedo
esto mejorar la manera de entender, explicar y predecir los fenómenos de la
naturaleza que es el fin último de la Ciencia? ¿Volveremos a ver una Escuela
Pitagórica y todo lo que ello aportó?
Estaré encantado de leer y aprender de todos vuestros
comentarios. Muy feliz semana.
La manera en que Santi nos va enseñando matemáticas es humanizándola, como si se tratase de personas. Y eso me gusta.
Empieza el capítulo 3 describiendo a los números primos con características de personalidades humanas (egoístas, avariciosos, maleducados, etc.). Y todo porque solo se parten por ellos mismos o el 1.
Nos hace una pregunta algo vergonzosa: ¿sabemos dividir? Bien… he de reconocer que ahora sí, pero que lo tuve que refrescar cuando mi hijo estaba estudiándolo. ¿Y vosotros? ;)
Nos explica que para dividir se suele usar el método de división larga o el de galera. Y para visualizar este último método nos explica “la prueba del nueve”, que se utilizaba para ver si había un error en la operación.
Pasa después a cómo se comprueba que un número es primo: si no es divisible por 2, quiere decir que no lo es por ningún número par; pero ocurre también con el resto de números (si no es divisible por ese número tampoco lo es por sus múltiplos). Y así es como Eratóstenes hizo una criba de números y sobre ello obtuvimos un teorema fundamental: cualquier número natural mayor que 1 tiene una descomposición única de factores primos. Con lo que vemos al número 1 separado del resto y negándole la propiedad de ser primo.
Y la razón por la que relaciona a los números primos y a los bichos (en el nombre del capítulo) es porque existen dos tipos de cigarras cuyas larvas pasan un tiempo muy concreto enterradas en el suelo. En una son 13 años y en la otra 17 años, ambos números primos. Con lo que de esta manera les es más fácil librarse de los parásitos que suelen aparecer cíclicamente.
En el último párrafo Santi nos deja un frase, que aunque preciosa, me apetece cuestionar: “Lo único seguro que permanecerá aquí son las Matemáticas...”. Esta sentencia presupone que las matemáticas existen independientemente de los seres que las utilizamos. ¿Estáis de acuerdo?
Y entramos en el capítulo 4, donde Santi nos habla del número Pi, al cual le asigna características emocionales por los siguientes motivos:
Sencillez: El número Pi está en los círculos y allí lo descubrieron. Aunque para mí, que el número Pi sea un número irracional (por lo que no se puede calcular exactamente) es muchas cosas, pero no sencillo XD.
No le importa el tamaño: Pues se define como la división entre el perímetro y el diámetro de cualquier círculo (tenga el tamaño que tenga).
Irracional y transcendente: Al ser irracional tiene infinitas cifras, pero no tiene un periodo; por lo que es imprevisible. Y trascendente, pues no se puede estudiar con una ecuación de números enteros.
Es motivador, inspirador, atractivo (ya estamos con características humanas XD): Debido a los intentos históricos en calcularlo exactamente. Primera referencia: 1900 a.C., que le da un valor de 28/34. Arquímedes: 250 a.C., que le da un valor de entre 3,1408 y 3,1452 (en el libro hay una tabla muy chula con la historia de la aproximación del número Pi).
No para de crecer: Pues, al ser infinito, siempre se puede descubrir algún decimal más. En 2016 se habían calculado 22.459.157.718.361 decimales.
Le gusta la montaña, el río y hasta el mar: Está en todas partes donde haya una curvatura. En la Física Cuántica, en la sinuosidad de los ríos y de los meandros (en geología, se encontró que la relación entre el doble de la longitud real del río y su longitud en línea recta tiende a Pi).
Y, siguiendo con cuestiones relacionadas a la que os he hecho antes (la del final del capítulo 3), ¿el número Pi realmente está en la naturaleza (o en la realidad)? ¿O nos lo encontramos al describir con matemáticas la realidad/naturaleza porque lo que hay son círculos? ¿Existe un círculo perfecto en la naturaleza/realidad (ideal a nivel platónico)?
Hola a todos y a todas.
#TertuliasCiencia ha vuelto. Menuda responsabilidad hacer el primer resumen de
#UnNúmeroPerfecto de @SantiGarciaCC.
Santi es un tipo encantador
(además de un gran divulgador), quizás se pase por aquí en más de una ocasión,
sería genial.
Pero vamos a lo que vamos. Me
centro en el libro. Leed el prólogo de @PiedrahitaLuis
Jo! Se me olvidaba.
Es el primer resumen, os explico brevemente cómo funciona #TertuliasCiencia:
- Cada fin de semana, alguien
resumirá un par de capítulos (algunas semanas será un solo capítulo). Si os apetece resumir, solo tenéis que solicitarlo.
- En la zona “comentarios” del
resumen intercambiamos opiniones. Para facilitar interacción, él/la que resume
pondrá algunas propuestas de debate, pero vosotros podéis comentar lo que os
plazca (siempre que venga a cuento).
El prólogo de Piedrahita lo
comparto. Poco más que añadir.
El prólogo de Álvaro Carmona
NO lo comparto. Por lo tanto, ¡algo tendré que añadir!
No comparto el axioma “las
matemáticas son aburridas”. Coincido con Carmona.
Pero no comparto el axioma que él
postula “La forma de enseñar matemáticas es aburrida”.
Creo más bien, que el axioma sería
“mucha gente está sesgada, una mentira mil veces repetida está siendo
considerada una verdad indiscutible: NO ES CIERTO QUE LA
FORMA DE ENSEÑAR MATEMÁTICAS SEA ABURRIDA”.
Estoy seguro de que muchos
disfrutaron aprendiendo matemáticas. Me atrevo a decir que, incluso los que
dicen que no disfrutaron, disfrutaron en muchas ocasiones. Los maestros/profesores, y más
los actuales (usando métodos de lo más variopintos), les hacen pasar muchas
horas de disfrute a sus alumnos.
Por favor, cerrar los ojos y recordar.
Las matemáticas no fueron lo peor de lo peor. E incluso, aunque para vosotros lo
fueran, seguro que recordáis que muchos otros disfrutaron.
Creo que, muchos “gurús educativos”
están vendiendo sus "filosofías baratas", están convenciendo de que
en las escuelas los alumnos solo aprenden de memoria. También repiten que los
alumnos desean aprender lo que se les explica y que los métodos de instrucción
son los responsables de que los alumnos no se apasionen. Creo que, así ellos pueden decir que
lo único bueno es lo que ellos "venden".
Veamos, es cierto que hay malos
profesores (y también ratios altas), pero la gran mayoría hacen un trabajo
genial:
- Consiguen que aprendan muchos de
los que no quieren aprender
- Consiguen que trabajen muchos de
los que no quieren trabajar
- Consiguen individualizar la enseñanza (todo
lo que pueden teniendo en cuenta las ratios con las que trabajan)
- ...
Pararos y pensad detenidamente un
poco. Pensad cómo erais vosotros de niños/adolescentes, pensad en todos los
maestros/profesores que tuvisteis. Apuesto que ganan por goleada los buenos
maestros/profesores y apuesto que os enseñaron mucho más de lo que de pequeños
pensabais que existía.
Primera propuesta de debate ¿estáis conmigo o con Álvaro Carmona? Y por
favor, sé que he sido "exagerado" en mi alegato, pero creo que se me
entiende. Repito:
¿Crees que la forma de explicar las matemáticas es aburrida o crees más
bien que al ser humano no le gusta, en muchas ocasiones, esforzarse y/o estudiar
y que en la gran mayoría de las ocasiones (por mucho que esté de moda
criticarlos) los maestros/profesores logran cosas increíbles (y más increíbles
si pensamos en las condiciones en las que enseñan)?
Yo soy profesor, por lo tanto
puedo estar terriblemente sesgado. Pero este debate lo veo interesante, ¡te animas!
Y
ahora hablemos un poco de los dos capítulos que me ha tocado resumir: “La
agricultura y los números naturales” y “El arte y la geometría”.
Me han encantado. Aunque una
crítica voy a realizar. Vosotros luego me criticáis a mí, XD.
El primer capítulo va sobre
cómo nacieron las matemáticas. No hay civilización sin números, no hay números
sin sedentarismo, "todo" lo realmente humano nació con la agricultura
y la ganadería.
Veamos. Sin instrucción, nuestra
cabeza, como la de un niño pequeño, es capaz de distinguir la ausencia (el 0),
la presencia de una cosa (el 1), la presencia de dos cosas (el 2) y quizás
algún número más. Después pasa al concepto "gran puñao" (el mucho) y
al "poquica cosa" (el poco).
Pero la agricultura forzó que
contáramos. Seguramente empezamos apoyándonos en los dedos de las manos. Así nació
el concepto abstracto de 1, 2, 3, 4... Nacieron los números naturales.
En este capítulo nos explica cosas
sobre esto, sobre si el 0 es un número natural o sobre el número más grande, el
gúgolplex.
Os cuento. Yo creo que medio visualizo
el número gúgol (1·10100) porque soy capaz de verlo en su forma no
potencial (10000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000).
Obviamente no soy capaz de imaginar esa cantidad de cosas (visualizar el número no significa tener clara su dimensión). ¡Cómo no creo que nadie
sea capaz de imaginar un mol de cosas (6'022·1023 cosas), no creo que nadie sea capaz de imaginar un gúgol de cosas!
Repito, en cierta forma lo
comprendo (ver el video de Carl Sagan que he insertado, lo mismo os puede
ayudar a medio interiorizar ese número), pero no soy ni siquiera capaz de medio visualizar un
número como el gúgolplex, ¡no sé si alguien es
capaz! (creo que, el vídeo de Carl Sagan, en la explicación del gúgolplex, se
queda muy, pero que muy, pero que mucho más que muy, muy, muy, muy... corto).
Por cierto, no sabía de dónde
venía el nombre de google, ¡y ahora sí!
En este capítulo también nos
introduce a la esencia de las matemáticas: una construcción de verdades de
perfección absoluta. Nace de unos principios, los axiomas, que se aceptan
como irrefutables dentro de ese "edificio matemático".
En este capítulo nos habla de los
axiomas de Peano. Y aquí viene mi queja ¿por qué no demuestra la fuerza de ese
quehacer matemático incluyendo algún teorema creado a partir de los axiomas? En
el capítulo siguiente tampoco lo hace, pero me he permitido el lujo de
introducir algún vídeo que justifica mi queja.
Segunda propuesta para debate ¿no creéis que le falta esa pincelada de
los teoremas al bellísimo cuadro que nos dibuja Santi?
Y el segundo capítulo...
Genial!!!
Algunas bellas artes (la
arquitectura, la escultura, la pintura, el cine...) se apoyan fundamentalmente
en la geometría. Y la geometría la formularon los griegos: los cinco postulados
de Euclides generaron la Geometría Plana.
Aquí, como he dicho antes, voy a
introducir una demostración de cómo se deduce un teorema, en este caso:
"la suma de los ángulos internos de un triángulo dibujado en el plano nos
da un valor de 180º"
Por cierto, falta por deducir un par de
teoremas en los que se apoya la deducción anterior: "los ángulos
colaterales formados por dos rectas que se cortan son suplementarios (suman
180º)" y "los ángulos alternos internos formados por una recta
secante a dos rectas paralelas son iguales". Yo me he calentado la cabeza
un rato, después de ver el vídeo anterior, y los he deducido (aunque seguro que
chapuceramente), ¡os animo a intentarlo!
Y llegamos al final del capítulo. El autor nos vuelve a
mostrar el poder (y la belleza) de las matemáticas. Nos recuerda que cambiando
el quinto postulado de Euclides nos surge otro tipo de geometría, la Hiperbólica.
Esta geometría nos genera todo un nuevo edificio lleno de nuevos teoremas. Por
ejemplo, en esta geometría "la suma de los ángulos internos de un
triángulo es menor de 180º" como puede visualizarse en el dibujo:
Poco más que añadir. Hay muchos,
pero que muchos más temas posibles para el debate, sentiros libres de hablar de
lo que queráis.
Y una cosa más, estoy encantado de
que hayan vuelto #TertuliasCiencia, espero que vosotros también. Bienvenidos y
pasemos un verano debatiendo a lo grande.