El capítulo comienza con las lámparas
que convierten a Davy en un ancestro de Oliver.
Nos presenta a un Davy fascinante, su
primer trabajo desterró la idea de calor como sustancia y le valió
una invitación a trabajar en un laboratorio importante. Nos lo
muestra desarrollando y aprovechándose del trabajo de otros químicos
y siendo el primero en electrolizar sustancias para descubrir nuevos
elementos.
Alucinamos con la suerte de Faraday,
trabaja con una eminencia de la época y se va de luna de miel con él
para visitar a los mejores científicos de Europa. No sabemos si
Grace Millet pensaba lo mismo.
Si Davy era capaz de unir trabajo y
diversión llevando a su mujer, no deberíamos extrañarnos de que
tuviese otra faceta, la de literato. Si bien no parece que destacase
(nada comparado con su influencia en la química) si que era de los
mejores oradores del momento y su relación con los poetas ingleses
más importantes era más que cordial. Su obra más importante fue Algunas investigaciones filosóficas sobre la llama, el nombre lo dice todo. Destaca la nota que hace
referencia a su influencia en Frankenstein.
También volvemos ver a Sacks
repitiendo experimentos disfrutando, contagiándonos... y haciendo el
bestia.
Para terminar regresamos a la lámparas,
su importancia y su desarrollo.
Comentemos:
1 La valía Davy no ofrece lugar a
dudas aunque también se habla de su vanidad, ¿creéis que esta
“cualidad” es necesaria para triunfar en la ciencia?. Sin cierta
dosis de ella, ¿podría alguien cambiar tanto una rama científica
tan de moda como la química en esos tiempos?
1 Bis El científico se apoya en los
trabajos de otr@s para desarrollar algo
nuevo, los medios son cruciales. Hemos leído como los científicos
mostraban sus nuevas sustancias a Davy
2 La relación de la química con otras
materias aparece como algo normal en esa época, ahora se escucha la
excusa “es que soy de letras” (o de ciencias) para disimular
cualquier falta de conocimientos básicos. ¿Qué pensáis de ello?
2 Bis Esto me lleva (deformación
profesional) a las competencias básicas: lengua, matemáticas e
inglés. Parece un poco descompensado ¿no?. Por ejemplo, todas las
materias deben trabajar la lengua, lo que no es discutible, pero ¿qué
materia trabaja las ciencias?
3 Sigamos con las prácticas, si bien
en este capítulo la mayoría son peligrosas. La falta de medios
(temporales, humanos y pecuniarios) ha aparecido en las tertulias
como un problema. En el capítulo Davy triunfa con sus conferencias
con experimentos¿os parece una solución realizar experimentos
magistrales?
3 Bis También hemos hablado alguan vez de
proponer prácticas para que otros profesores vean facilitada su
introducción en el aula. Empecemos con una sencilla no exenta de
peligro, ahí está la diversión. Metal atacado por ácido. Como
esto puede dar para mucho, eso esperamos, trasladamos este hilo a otra entrada.
Este capítulo es de los que más me han gustado hasta ahora. Repleto de información, notas y detalles, es cierto que Sacks hace poco acto de presencia pero es debido a que nos introduce en la vida de los padres de la química moderna, volviendo a entusiasmarnos con su vivo interés en la historia de la ciencia.
ResponderEliminarCreo que ya lo he dicho alguna vez: conocer cómo pensaban y cómo vivían aquellos que han revolucionado el conocimiento científico es algo que me apasiona ―he aprendido que Cavendish quizá sufriera algún trastorno relacionado con el autismo y que Davy se codeaba con los poetas románticos―. Todo esto no hace sino aumentar mi curiosidad sobre ellos así que este capítulo ha incrementado mis deberes y tendré que estudiar más a fondo sus vidas…
1. No estoy seguro de que la vanidad sea una cualidad imprescindible para revolucionar la ciencia. Creo que la arrogancia no es buena compañera y sí en cambio la perseverancia, paciencia y una gran dosis de confianza en tus intuiciones para superar las barreras conceptuales de cada momento (ahí tenemos el ejemplo de Cavendish, la antítesis de la vanidad). Soy partidario de la tesis de las revoluciones científicas de Kuhn.
1 bis. La transmisión del conocimiento es esencial. "Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes" es una cita tan manida que a veces nos olvidamos de su trascendente significado. Debemos tener presente que en aquella época, tan importante como leer los trabajos de los colegas publicados en libros o en las primeras revistas científicas era hablar con ellos, visitarlos personalmente y compartir impresiones. Era corriente hablar sin tapujos de los últimos experimentos sin importar que el otro te pudiera “pisar” un descubrimiento, había una gran “comunidad científica”. De ahí que la luna de miel de Davy incluyera un recorrido por las casas de los principales científicos europeos del momento, ofreciendo charlas al público y realizando experimentos por el camino. ¡Qué tiempos!
2. Detesto sencillamente la división entre las “dos culturas”. En el V Carnaval de Humanidades organizado por @Ununcuadio http://worlderlenmeyer.blogspot.com.es/2013/05/bienvenido-carnaval-de-humanidades.html discutimos este tema a fondo.
2 bis. Yo he estudiado “letras” pero recuerdo que en el colegio tenía varias asignaturas de ciencias, creo que en toda la EGB estudié matemáticas y una asignatura llamada “naturaleza” donde se tocaban todos los campos aunque fuera superficialmente. En BUP tuve matemáticas y física y química y, de hecho, en COU y selectividad me examiné de matemáticas (uff, cuánto tiempo hace de eso…). Es esencial y debería ser obligatorio para todos los niños este tipo de enseñanzas.
3. reo que sí. Los experimentos y hacer visual la ciencia es una gran forma de atraer al público en general hacia la ciencia y despertar su curiosidad y su interés por saber más.
3 bis. ¡Experimentos en Tertulias de Ciencia! Esto es la repera… Bueno, me tendré que poner a ello aunque desde ya digo que me parece genial que se abra un nuevo post para comentar los resultados y debatir.
Encantado como siempre de estar por aquí.
Saludos a todos
Una curiosidad: creo haber leído en alguna parte que cuando Hooke decía que se había apoyado sobre "Hombros de gigantes" realmente trataba de burlarse de Hooke, un personaje que al parecer estaba achaparrado, y que era la respuesta ante una carta que Hooke le escribió quejándose de la falta de reconocimiento en su contribución a los descubrimientos que hizo. Esa explicación me parece que la da John Faulkner, y parece maś acorde con el carácter de Newton. No sé si realmente esto era así, y tal vez me equivoque, pero parece que Newton era un poco cabroncete ;)
EliminarTienes razón, yo también he leído algo por el estilo... Newton sin duda era un tipo con carácter
EliminarHola a todos, magnífico resumen, hoy voy a empezar yo (si nadie se me adelanta mientras escribo estas líneas).
ResponderEliminar1. Yo creo que la vanidad es una ayuda cuando se dan charlas científicas, cuando te expones ante el público como Davy lo hacía. Da la suficiente seguridad en uno mismo para contagiar al público. Por cierto, una cosa que creo que ayudaría a divulgar la ciencia es hacer demostraciones experimentales ṕúblicas de los principios básicos de la ciencia. Algo así: http://thesciencewatcher.blogspot.com.es/2013/07/los-gases-de-la-atmosfera.html
También me acuerdo de Cavendish, su influencia en la ciencia fue fundamental sin ser para nada vanidoso. Supongo que lo más importante es el "afán por saber".
Sobre que los científicos se apoyan sobre el trabajo de otros, eso es algo que me parece en muchos casos fundamental. Davy se basó en las averiguaciones de Volta, Newton posiblemente en trabajos de Hooke, Galileo y Descartes, creo que la comunicación y puesta en común de resultados en la ciencia es una parte fundamental del método científico.
2. Yo odio bastante cuando alguien me dice eso de "es que yo soy de letras", generalmente es una excusa para esforzarse menos, para ir por el lado que les parece más fácil. Parte de culpa creo que es no vender bien la materia de Física y Química en 3º de ESO, presentarla como algo difícil en lugar de algo bello. Hay que promover la curiosidad en esa edad, para que no vean la materia como algo complejo lleno de fórmulas y memorización, si no como una llave que les puede abrir una puerta a una comprensión del mundo a un nivel más elevado. Creo que los profesores de ciencia y divulgadores tenemos mucho que decir ahí.
Las competencias básicas probablemente las hizo alguien de letras :P. Pero así son las cosas, la ciencia se dejan en manos de los científicos, esa especie rara y achaparrada que habita cubículos llenos de erlenmeyer que desprenden humo y que se ríen de forma malvada. Menos mal que al menos están las matemáticas.
3.Como decía anteriormente, sí. Creo que ayudaría tremendamente. El mismo formato, ḿaterial suficiente, una demostración bien preparada, y explicar los principios básicos de la ciencia a partir de experimentos comprobados. Por ejemplo, empezando por la electricidad, que sé yo. Hay mil experimentos que serían maravillosos. Yo empezaría quedando en grupos pequeños para hacer las experiencias históricamente fundamentales en el avance de la ciencia para después poder difundirlas al gran público. Para nuestro propio disfrute y después para divulgación.
Me parece una buena propuesta para comenzar. Yo voy a proponer algo más sencillo, el Ludión o diablillo de Descartes. No puede ser más sencillo. Por tocar un poco la Física también. Yo lo hago con una botella de agua pequeña y un vial de los que llevan muestra de perfume ya vacíos. Y así funcionan (básicamente) los submarinos. Os dejo varios enlaces:
http://fq-experimentos.blogspot.com.es/2007/10/ludin.html
http://ciencianet.com/ludion.html
http://www.sc.ehu.es/sbweb/fisica/fluidos/estatica/ludion/ludion.htm
¡Por mí vale! ¿Cuándo quedamos para hacer experimentos?
Eliminar¡Bien, un capítulo más! ¡Qué interesante lo que comenta José Luís! Y por supuesto una síntesis muy bien hecha.
ResponderEliminarRespecto al primer punto, considero que en la vida, y por lo tanto en la ciencia, lo más importante es la capacidad de superación. Cuando mis alumnos me dicen: es que a fulanito o fulanita se le da bien todo, le cuesta muy poco; o menganito es superdotado (aunque mi instituto es público, del cinturón sur de Madrid, también tenemos alumn@s excelentes) les digo, incluso antes de que se plantee el tema, que para mi vale más una persona con ganas de aprenden, capacidad de superación y sacrificio que otra superdotada que desperdicia sus capacidades. Suelo ponerles el ejemplo de Ramón y Cajal, uno de nuestros científicos con más capacidad de superación y sacrificio.
Me parece importante valorar lo que se hace, pero los vanidosos suelen dejarse por el camino las aportaciones de personas muy válidas, con menos afán de protagonismo. Un puntito de vanidad puede, aunque tengo mis dudas, pero el científico que busca, comparte y valora lo que hacen los demás puede ampliar sus miras y sus descubrimientos. Uno de mis mejores profesores, el de bioquímica de segundo de carrera, era un auténtico comunicador de la ciencia. Una delicia asistir a sus clases y a sus experimentos, un transmisor nato, un embaucador (en el mejor de los sentidos), un científico de los que te hacía disfrutar con el ciclo de Krebs o la ATPsintasa.
Es importante reconocer lo se le debe a los genios anteriores, a su clarividencia, a su acierto, estar y ver lo que había que ver en ese momento. Siempre recordaré, llegado este punto a R. Franklin (se siente soy bióloga) la gran olvidada del DNA, sin ella las cosas no hubieran sido tan rápidas. Ahora alguien pensará ¿y Pauling? Sí, él y otr@s tantos también. Me resulta apasionante la historia, como decíamos en el capítulo anterior, de la ciencia, cómo han ido apareciendo los conocimientos hasta llegar a hoy.
De acuerdo con David y José Luís en lo de la división en ciencias y letras, se trata de CONOCIMIENTO, en mayúsculas. Tan vergonzoso es no saber quién fue Cervantes como no ser capaz de dividir mentalmente 48 entre 6, o conocer cualquiera de los científicos básicos.
Lo de los experimentos me parece estupendo, los observaré y comentaré en la medida de mis posibilidades. Aportaré alguno de biología, geología, bioquímica o genética. Los de química o física tendré que trabajármelos más o me dejaré llevar por los que más sabéis (¿habéis visto, he evitado decir que yo no soy de química?). Gracias, anticipadas, por lo mucho que sé que voy a aprender con ellos.
Coincido totalmente con José Luis en el delicioso ambiente científico que nos muestra el capítulo. Dan ganas de trasladarse allí.
ResponderEliminarPienso, como David, que se necesita algo de vanidad pero no tanta como para quedarse solo como indica Margarita. Solo algunos genios como Newton (coincido con los calificativos) o Cavendish, por poner extremos opuestos, pueden aislarse.
También odio la separación de conocimientos, el conocimiento no es clasificable, todo está interrelacionado.
Las prácticas serán las que propongáis, de cualquier materia para que todos aprendamos. He empezado por química porque es lo mío y lo más relacionado con el capítulo. De física también he realizado unas cuantas aunque no el Ludión, pero estoy deseando aprender esas que promete Margarita.
Con respecto a lo de la vanidad, si es necesaria o no, me parece que según.
ResponderEliminarMe explico. La vanidad es algo que me da igual en una persona, no me afecta como alguien se ve a si mismo, es su problema no el mio. Lo importante es que lo tenga compensado y no sea algo insoportable.
Yo creo que cada uno es como es. Unas cualidades se compensan con otras, la buena gente no es la que tiene una cualidad u otra es la que es capaz de compensarlas para no resultar un ser desagradable. Para liar aun más la cosa una persona que me sea agradable a mi (tiene sus cualidades bien compensadas según mi criterio) puede serle desagradable a otra (porque le gustan otras mezclas de cualidades).
Resumiendo, no me gusta hablar de cualidades que una persona tiene que tener, me gusta que esa persona me enriquezca y respete. XD como soy.
Cada uno tiene sus hobbies y uno de los míos es buscar Ciencia en todos sitios (viajes, parque, libros...). En fin, que lo de las lámparas me ha recordado un párrafo del libro "La caída de los gigantes" de Ken Follett:
ResponderEliminarPrice salió de la oficina.
- Está bien, venid conmigo. – Y echó a andar con paso decidido.
Los muchachos lo siguieron al interior de la lamparería. El lamparero le dio a Billy una brillante lámpara de seguridad de latón y él se la enganchó al cinturón, tal como hacían los demás hombres.
Había aprendido mucho acerca de las lámparas de los mineros en la escuela. Entre los peligros de la explotación del carbón se hallaba el metano, el gas inflamable que se filtraba por las vetas de carbón. Los hombres lo llamaban grisú, y era la causa de todas las explosiones subterráneas. Las minas galesas eran especialmente famosas por el alto contenido en gas de sus galerías. La lámpara había sido diseñada de manera muy ingeniosa para que la llama no prendiese el grisú, sino que al entrar en contacto con el gas, la llama cambiaba de forma y se alargaba, sirviendo de este modo de aviso, pues el grisú no desprendía olor ninguno.
Si la lámpara se apagaba, el minero no podía volver a encenderla. Estaba prohibido llevar cerillas a la mina, y la lámpara estaba cerrada con llave como medida disuasoria para que nadie contraviniese la norma. Una lámpara apagada debía de llevarse a un punto de encendido, normalmente al fondo de la mina, cerca del tiro. Para ello a veces había que recorrer a pie más de un kilómetro y medio, pero merecía la pena con tal de evitar el riesgo de explosión subterránea.
A los muchachos les habían enseñado en la escuela que las lámparas eran una de las maneras que tenían los patronos y propietarios de las minas de mostrar su preocupación por el bienestar y la seguridad de sus trabajadores. “Como si evitar las explosiones –había dicho el padre de Billy- no fuese a beneficiar al patrón, que así no tiene que interrumpir el trabajo en la mina ni reparar los daños en los túneles”.
Creo que no somos conscientes de la cantidad de vidas humanas que pudo salvar ese invento.
Por otro lado, no os recuerda a algún ministro esos comentarios sobre la escuela: "enseñarles lo que necesita el patrón, adoctrinarles..."
Un saludo
Mi homenaje de hace algún tiempo a Davy en el post que enlazo a continuación:
ResponderEliminarhttp://www.losavancesdelaquimica.com/blog/2012/05/29/grandes-quimicos/humphry-davy/
Davy fue una de las figuras fundamentales en la historia de la ciencia; y uno de los científicos más célebres (en el sentido de "celebrity") de su tiempo.
Bernardo Herradón
No me extraña que Davy presumiera de descubrir a Faraday. Y Faraday tuvo la suerte de que Davy no fuera un "Hijo de Sir".
EliminarPero, a veces, Davy trató un poco mal (con bastante desdén y arrogancia) a Faraday; especialmente cuando Faraday empezó a crecer como científico, pues Davy no le ayudó demasiado.
EliminarPero, con la perspectiva del tiempo, Faraday tuvo mucha suerte de ser discípulo de Davy; cualquier otro no le hubiese aceptado como ayudante.
Realmente la "historia vital" que vivieron es digna de analizarse. No sabía que Davy había tratado a Faraday, algunas veces, con desdén y arrogancia.
EliminarEllo me hace imaginar una relación donde Faraday aguantó prudentemente, aprendió diligentemente, se ganó la confianza de muchos de su entorno y finalmente ganó la partida. ¿Pudo ser así?
Lo dicho, historia digna de ser analizada.
Según leí en Historia de la Ciencia de John Gribbin (creo recordar), en los últimos años a Davy se le subió un poco la fama a la cabeza, y empezó a estar bastante más descentrado. Aunque con las aportaciones que hizo, supongo que se podría permitir vivir un poco a lo loco.
EliminarRecientemente Sergio Parra escribió una biografía sobre Faraday en la que supongo que explicará estas cosas, me gustaría echarle un vistazo en cuento pueda.
¡Menudo nivelazo de comentarios y de resumen! Ya estoy maquinando dónde y cómo hacer la práctica propuesta por @estapillao, ¡esto promete mucho!
ResponderEliminarHoy no me meteré de lleno en las cuestiones planteadas (creo que ya está dicho casi todo :P o puede que necesite pensar más). Si que quería señalar que cuando empecé a indagar por la separación entre "ciencias" y "letras" descubrí con asombro que no es ni de lejos algo viejo, sino que viene tan solo de la Ilustración. Y justo ese dato aparece también en este capítulo: en el siglo XIX aún se estilaba saber un poco de todo como Davy. Sacks hace hincapié en cómo a través de metáforas químicas los literatos innovan en literatura. Pues bien, no tengo una demostración empírica de esto pero creo que los científicos perderíamos mucha creatividad si igniramos las "letras". Hace tiempo realicé una investigación sobre la "biomímesis": el ingeniero responsable del tren bala japonés asistió a una conferencia de ornitología donde el pico de un martín pescador le inspiró a cambiar la parte delantera del tren. Sin ir más lejos, @2qblog nos pone un ejemplo de lectura científica con Follet.
Saludos a todos!
Tengo que agradeceros este proyecto que nos da para leer, pensar y escribir, y conocer mejor la historia de la química cada semana.
ResponderEliminarSobre las cuestiones planteadas, diría que la vanidad me parece una cualidad superficial. Bien sabemos cómo cualquiera puede ser famoso por cualquier cosa. Y aunque la timidez no ayuda mucho, un poco de vergüenza a veces es necesaria.
Lo mismo pasa con la colaboración y los reconocimientos: el progreso se produce al combinarse el trabajo y el talento con la educación recibida. La visión heroica de la ciencia que tiene Popper insiste en los aspectos individuales del genio, mientras que la ciencia normal de Kuhn es más una tradición rutinaria establecida con pequeñas aportaciones.
En cuanto a la evaluación por competencias, aún no lo tengo claro. Ni que las instrumentales sean las que dicen, ni que se puedan considerar separadas de los contenidos o del conjunto. Los conocimientos filosóficos, artísticos, históricos, científicos... son tan importantes en la educación y están tan relacionados que sería preferible encontrar sus conexiones antes que sus diferencias o utilidades prácticas a corto plazo.
Los experimentos serán como volver a aquellos tiempos de descubrimientos.
Saludos.
Gracias a ti por enriquecerlo con tus comentarios.
EliminarPersonalmente me encantan las continuas referencias que haces a la filosofía de la Ciencia (Popper, Kuhn...). Me gustan porque intentas en una pequeña frase ir desgranando esas corrientes filosóficas e ir relacionándolas con el tema debatido. Es una buena forma de aproximarse (o de recordar) la filosofía de la Ciencia.
Un saludo
Coincido con @2qblog: ¡gracias por aportar todo esto! Tú y José Luis que venís del área "de letras" nos dais amplitud a estas tertulias. Sigue hablando de filosofía ;)
EliminarLo mismo digo.
EliminarAdemás de aportar otro punto de vista demostráis que la separación de que hablamos es un invento, algo en lo que coincidimos pero que (por lo menos para mí) es mucho más sencillo de decir que de hacer. No me imagino en una tertulia de filosofía.
El tema de la vanidad es muy interesante para mí. Padezco de timidez patológica y gasto buena parte de mi energía diaria en tratar de contenerla. A menudo miro con admiración a las personas vanidosas que son capaces de exhibir todo su potencial con el convencimiento de que tendrá el resultado que esperan.
ResponderEliminarComo @2qblog, creo que quizás el juzgar la vanidad como una cualidad positiva o negativa sea una cuestión cultural y no natural. ¿Puede hacer más daño que la timidez, en verdad?
La historia de los Grandes Personajes está llena de ejemplos y contraejemplos de cualquier cosa. Genios que eran trabajadores o vividores, metódicos y apasionados, ascetas o glotones, vanidosas o tímidas, alegres o depresivas y cualquier cosa que se quiera buscar. Siempre encontraremos ejemplos que nos mostrarán que la genialidad no tiene mucho que ver con la personalidad.
Eso sí, personalmente, creo que la humildad es una cualidad fundamental para aprender. Cuando una persona cree que ha alcanzado el éxito, lo más probable es que en verdad haya alcanzado el estancamiento. Asentarse es una posición es dejar de crecer y para mí, dejar de crecer, es lo más triste que se puede hacer.
En cuanto a la separación “ciencias y letras” estoy de acuerdo con todos los comentarios. Añadiría que la ciencia debería considerarse una materia básica, no solamente porque forma parte de la cultura, sino por todo lo que al desarrollo del individuo y la mente puede aportar.
Yo utilizo todos los días la forma de pensar que el método científico me ha aportado. Desde que abro el periódico hasta que preparo la cena, porque aunque es cierto que es un método que no puede aplicarse tal cual fuera de la ciencia, es una herramienta muy útil para ir más allá de la lógica y el sentido común.
Quizás sería más útil obligar a aprender menos fórmulas y explicaciones y más a resolver dilemas, realizar experimentos donde los propios alumnos sientan la necesidad de aislar parámetros, analizar resultados, indagar, dudar y razonar. Esa magia de la búsqueda del resultado visible de un proceso invisible. Un experimento bien hecho y razonado sobre el crecimiento de los ajos puede ser mucho más educativo que aprender la fórmula del movimiento uniformemente acelerado.
En cuanto a la propuesta de los experimentos. Me ha encantado, así que ¡Temblad!
Desde luego, un experimento que realizas tú no se te olvida, un fórmula o problema memorizado nunca te enriquecen.
EliminarMe ha gustado mucho la frase del éxito.
No temblamos por tus experimentos estamos ansiosos por compartir.
Venga, me meto de lleno a las cuestiones de Santos:
ResponderEliminar1. Una vez escuché que cualquier escritor se cree superior a la media, porque ¿por qué si no se atreve a escribir su propia visión del mundo y darlo a conocer a todo el mundo? Desde ese punto de vista parece necesaria la vanidad, y por participar en estas Tertulias, todos seríamos vanidosos... Probablemente por pura vanidad, prefiera hablar de seguridad en uno mismo y ganas de aprender, jajaja, pero el caso es que da igual. Mi madre diría (perdón si parece ordinario) que hay que tenerlos bien puestos para la vida. Y no sé si me paso de optimista, pero pienso que estamos colaborando (pasito a pasito) a hacer algo grande, así que da igual la vanidad o lo que sea. Según entiendo, lo bueno del método científico es que nos ayuda a utilizar el conocimiento anterior (por medio de meta-análisis y demás herramientas) y evaluarlo críticamente, de manera que ayuda al progreso.
2. Todos deberíamos tener conocimientos de cualquier área. Es verdad que como mucho podremos ser expertos de una, dos o tres cosas. Pero eso no impide que exista cierta cultura general de "ciencias" y "letras". ¿Por qué pensamos lo que pensamos? ¿De dónde ha salido este cacharro que uso cada día para escuchar música?
2 bis. La asignatura de Naturaleza (de José Luis) o Conocimiento del Medio debería tener la importancia que tienen las matemáticas o la lengua (igual es solo mi percepción pero tenía menos importancia). En mi caso, me gustaba muchísimo leer y escribir, y como para mí las "ciencias" eran exclusivamente las mates para mí repetitivas y aburridas, decidí que yo iría siempre por "letras". Hasta que en 2º de la ESO me deslumbró la física, pero sobre todo la química. Como otras veces ha apuntado @hebusto, la Química puede enseñarse en Primaria, y sería algo positivo y bueno.
3. Sí, sí, sí. Justo me quedé con esta frase del capítulo con respecto a los metales alcalinos: "Después de eso uno jamás olvidaba las propiedades de los metales alcalinos". Y (puede que @2qblog me mate porque no sé si es muy seguro enseñar este vídeo) me recordó a esto
Y ahora me paso a comentar por la estupenda práctica de Santos, saludos a todos
Por suerte si un Oliver intenta comprar francio en un tienda no lo tiene fácil.
EliminarPor desgracia no creo que nosotros lo tengamos mucho más fácil.
Eso sí, la red nos puede ayudar a encontrar reactivos en sustancias comerciales accesibles y convertirnos en nuevos Sacks
Bueno no sugería comprar francio... Si no, hacerlo con sodio y potasio, y luego enseñar el vídeo de los restantes.
Eliminar¡Bueno, bueno, tertulias con experimentos! Magnífica idea, estas mentes preclaras no dejan de discurrir...
ResponderEliminarMe ha hecho recordar con cariño la primera clase de mi profesor de química, mientras hacía circular por los pupitres un tubo de ensayo con ácido sulfúrico, al que había añadido un pequeño trozo de cinc. Cuando el tubo regresó a sus manos, el cinc había desaparecido supuestamente porque uno de nosotros lo sustrajo, con su lógico enfado. Tras eso, nos explicó la broma junto con la reacción química que había tenido lugar.
Aunque este capítulo está dedicado a Humphry Davy, y reconociendo sus aportaciones en electroquímica y en el aislamiento de nuevos elementos, me siento más atraído por Michael Faraday, con los mismos orígenes humildes, igual de autodidacta y con menos vanidad.
Su empleo como encuadernador le facilitó mucho el acceso a textos científicos. Su primer contacto con la química fue a través de un libro de divulgación científica, en principio dirigido a las mujeres: "Conversations on Chemistry" de Jane Marcet. Su faceta de comunicador me parece más notable que la de Davy, con su ciclo de entretenidas conferencias para los jóvenes "La historia química de una vela".
Casi tendría la osadía en remarcar lo que he leído en alguna ocasión: el mayor descubrimiento de Davy fue Faraday.
Habrá que investigar más en Faraday
EliminarSobre Davy, recomiendo el libro "La edad de los prodigios" donde una tercera parte está dedicada al mentor de Faraday. Muy recomendable.
ResponderEliminarY sobre lo que comentáis de la lámpara, como dice Roke, la cantidad de vidas que salvó este invento es incontable. Si se me permite la auto-cita/bombo ---> http://www.esepuntoazulpalido.com/2011/10/la-lampara-de-davy.html
Salud!
Recomiendo entrar en el enlace que nos ha propuesto @DaniEPAP. Tiene un par de vídeos impresionantes.
EliminarRealmente es muy buena entrada, ¡por fin he entendido la lámpara de Davy! ¡Eureka! ;)
EliminarBuena discusión, como ya llego tardísimo solo quiero comentar sobre la vanidad.
ResponderEliminarEn este punto los divulgadores como todo el mundo tiene su personalidad, cosa que es una virtud o un problema. La vanidad así, sin más, no es una buena cualidad, ya que aunque no tenga porqué ser un problema en el ámbito científico, si lo es a nivel personal.
Me explico la ciencia está por encima de la personalidad del científico, si el desarrollo o descubrimiento es bueno y válido pues adelante. Sin embargo, a la hora de divulgar ya me parece que es un problema, ya que aquí hay que acercarse a todo el público, con lo que ciertas actitudes (con "c") no son nada recomendables ya que predisponen al público en contra de ti, y lo que es peor pueden predisponerlo en contra de la ciencia.
Supongo que todos conocemos a muchos buenos divulgadores por estos lares de la blogosfera, que nos caen mejor o peor. Quizá se debería estudiar esto ¿no? ;)
Muy buena reflexión, me has recordado este post de Molinos
EliminarCon respecto a la vanidad, copio lo que he leído esta mañana y me he tronchado de risa pensando en #TertuliasCiencia: "No solo es verdad que la humildad sea algo mucho más sensato y vigoroso que el orgullo, es que incluso la vanidad es algo mucho más sensato y vigoroso que el orgullo. La vanidad es social, se trata casi de un tipo de camaradería; el orgullo es solitario y poco civilizado. La vanidad es activa, busca el aplauso de multitudes infinitas; el orgullo es pasivo, desea solo el aplauso de una persona, que ya tiene. La vanidad es divertida, y puede reírse de sí misma; el orgullo es aburrido, y ni siquiera sonríe." xDDDD [por si interesa la cita es de "Herejes" de Chesterton]
No me refería exactamente a el nivel o la "talla" de divulgación, aunque es muy interesante. Era más bien a la forma de tratar los temas. Tratar la ciencia con sentido del humor me parece fantástico, el problema es que el sentido del humor de uno puede no coincidir con el de muuuucha gente.
EliminarAsí que cuidado. ;)
Jajaja! Me parto con la cita de Chesterton!
EliminarEstoy de acuerdo en que unos divulgadores nos caen mejor que otros, pero que una persona vanidosa nos caiga mal hace peor su trabajo?