“Muchos de mis
recuerdos infantiles son de metales: desde el principio, parecieron ejercer un
poder sobre mí. Sobresalían visibles entre la heterogeneidad del mundo, porque
brillaban, relucían por ser plateados, por su tersura y peso. Al tacto,
parecían fríos, y resonaban cuando los golpeaban”.
Oliver Sacks
hace un recorrido a través de los metales que estaban presentes en su vida
diaria: desde el oro del anillo de su madre, al cobre de los calderos de la
cocina, y el tungsteno que colorea las manos de su tío Dave porque se dedica a
fabricar filamentos de bombilla. Se servirá de los recuerdos y de las preguntas
que hacía de niño, para hablarnos de tradiciones familiares como la Hanuká
judía o cómo el abuelo ejerció una influencia sobre las carreras científicas de
hijos y nietos porque “era partidario de la educación-y sobre todo de la
educación científica-de todos sus hijos, fueran niños- tenía nueve- o niñas-
también nueve-.”
Temas a debatir
¿Se puede uno iniciar en la ciencia
mediante la curiosidad y la observación del mundo que nos rodea?
¿A partir de qué edad se puede
aprender ciencia? Interesante consultar lo escrito (aquí y aquí) por Héctor Busto, y escucharle aquí. Y otro también relacionado
Precisamente el propio Oliver Sacks da un esbozo de respuesta cuando cuenta cómo su madre le explicaba el sonido que emiten cinc y el estaño al doblarse «"Se debe a la deformación de la estructura cristalina", me dijo, olvidando que yo tenía cinco añosy no eentendía lo que me decía. De todos modos sus palabras me fascinaron, me hicieron querer saber más».
ResponderEliminarImagino que todos recordamos experiencias parecidas en que la dificultad de una materia no hizo sino aumentar nuestra curiosidad. Pienso que no debemos ser condescendientes, ocultar información porque pueda resultar compleja, un adulto, o a un niño, es privarle de una oportunidad de aprender.
En mi opinión la figura clave en la historia de Oliver Sacks es el abuelo, es el que los inicia a todos en la curiosidad y en la ciencia. También es llamativo el hecho de que el abuelo está intrigado por las matemáticas, y el resto de la familia se decanta por diferentes ramas de la ciencia, podríamos ver ahí cierta relación entra las matemáticas como el tronco desde el que salen ramificaciones (las otras ciencias) así como el abuelo es el tronco de la familia.
ResponderEliminarRespondiendo al asunto de a qué edad se puede uno iniciar en la ciencia me parece que en ocasiones el camino que se sigue en la vida te lleva a reconocer la ciencia como una respuesta a muchas preguntas a una edad más avanzada de la que se suele reconocer. Está claro que a cualquier edad, lo ideal a lo más temprana posible, pero me parece habitual buscar otras respuestas más fáciles e intuitivas antes que las científicas a una edad más temprana, y veo como en muchas ocasiones una mente más madura que busca respuestas fundamentadas encuentra en la ciencia un soporte más firme.
No se me había ocurrido relacionar el tronco de la familia (abuelo) con el tronco de la ciencia (matemáticas): al respecto me gustó la entrada de @QuimicaSociedad, http://educacionquimica.wordpress.com/2012/06/18/matematicas-y-quimica-una-necesaria-relacion/. Es un tema que da mucho juego.
EliminarIgual que lo que señalas de la formación científica en niños. Hay que tener en cuenta la pedagogía, pero me inclino hacia la postura de @PlanetaCiencias: explicar con rigor accesible lo que mueve a la curiosidad
En mi opinión la postura de Oliver Sacks niño está muy condicionada por el ambiente familiar. Esa respuesta es aceptable para el niño porque en el ambiente en que se mueve continuamente se habla de ciencia, por lo que no siente rechazo hacia una terminología que tal vez en otros niños podría causar indiferencia. Cuando Sacks dice que le "fascinaron" sus palabras, puede que como niño se refiriese a la fascinación que sienten los niños por sus padres, por querer ser mayores. Tal vez la comprensión desde un punto de vista científico de la naturaleza sea relacionable con un Oliver Sacks niño con el hecho de "ser mayor" ya que todos sus modelos familiares manejan esos conceptos. Pero , ¿y un niño en otra situación? ¿ y sin esos modelos? ¿le motivaría para seguir aprendiendo o haría que abandonase inmediatamente y se centrase en otra cosa?
EliminarSí, de hecho otro tema que se me ocurrió en este capítulo es la importancia del profesor (en este caso de la familia: primero la madre y luego el tío Tunsteno): hay un momento en que dice que la madre se cansaba de sus interminables por qué y le remitía al tío. Sin embargo, ¡bastante paciencia parecía tener la buena señora! Por tanto, la educación que reciba en la familia (@CuantosyCuerdas habla abajo de Elias Canetti y los libros) es importantísima. Pero si falta en la familia, al menos podemos implementarla desde colegios/guarderías... hasta que esté arraigado en la sociedad como estaba en la familia Sacks
EliminarComo profesora de ciencias en 1º ESO y de química en bachillerato me doy cuenta que el curriculum "mata" la pregunta y cuantas veces decimos "eso no lo vas a dar después " eliminando su curiosidad por investigar y llegar a conclusiones.Preguntar es querer aprender y desde pequeños surge la pregunta y tenemos que intentar contestar o hacer que el niño observe y quede saciada su curiosidad.
EliminarLa ciencia se debe aprender a la vez que se enseña a comer, a escribir y a leer porque todo es ciencia ,todo lo que ven,todo lo que les rodea y eso hay que explicarlo.Enseñamos a leer,a sumar y restar y ¿no enseñamos como crece una flor?
Seas bienvenida.
EliminarDurante unos tres años di clase con mezcla similar a la tuya (1ºESO CCNN y 2ºBach Química). Era alucinante, unos jugaban a aprender ciencia y los otros estudiaban las complejidades de la ciencia.
Pero (siempre hay un pero, ¡como somos!), no creo que se pueda enseñar a comer, a comportarse, a amar... (cosas que creo que deben de enseñar predominantemente los padres/madres) a la misma vez que se enseña a leer, a sumar y restar, a razonar científicamente, a conocer las explicaciones científicas... (cosas que creo que deben de enseñar predominantemente los maestros/maestras).
Un saludo y espero saludarte también en otros capítulos.
La foto que aparece en mi último post sobre la enseñanza de Ciencias a niños es muy reveladora. La curiosidad de una niña ante algo que tal vez no le encuentra explicación pero no deja de fascinarla. La curiosidad de hoy es la Ciencia de mañana. En estas edades esta bien dar respuestas pero es mas importante generar preguntas!! http://mascienciapf.blogspot.com.es/2013/06/ciencia-los-7-anos.htm
ResponderEliminar¡Muy buenas a todos!
ResponderEliminarEn primer lugar, enhorabuena por esta preciosa iniciativa. Literatura y Ciencia, ¡doble cultura!
El debate (tertulia más bien) es apasionante. Yo creo que no hay límite de edad para aprender Ciencia, ni por arriba ni por abajo. Uno de los ingredientes fundamentales para ser científico es ser curioso y, ¿quién es más curioso que los niños? ¡si no paran de hacerse preguntas! ¡Y de hacérnoslas! La clave está en que estemos preparados para responderles. ¡Que no es tarea fácil! Tendremos que dar una respuesta de acuerdo a lo establecido por la Ciencia pero al mismo tiempo fácil de asimilar. En cuanto que esto se lleva a cabo desde la escuela, la formación científica de los maestros de Educación Primaria se convierte en algo fundamental. Por ello es imprescindible que profesionales de la Ciencia se involucren en esta formación. Como ejemplo, Héctor Busto y su gran labor como profesor de didáctica de las ciencias experimentales (Física y Química) en el Grado de Ed. Primaria de la Universidad de La Rioja.
Por otro lado, y por relacionarlo con el joven Oliver, como bien dice Bernardo Herradón, la Química es la ciencia de lo cotidiano. La Química está presente en nuestra vida cotidiana. ¿Por qué no demostrarlo en el aula (desde la educación primaria)? ¡Es fundamental! Además, es imprescindible que los jóvenes desde el principio pongan cara a los protagonistas de la Química: ¡las sustancias químicas! Que vean que el cobre es un metal pero que cuando está en disolución en forma de catión divalente da un color azulado (¡qué cambio! ¡si sólo se han perdido 2 electrones en cada átomo de Cu!), que vean que el mercurio es un líquido grisáceo que no moja, que el yodo es un sólido violeta, que el cromato potásico tiene un precioso color amarillo, que el cloruro de cobalto (II) (con alguna que otra molécula de agua de hidratación) es una preciosa sal de color morado-rojizo. ¡Es fundamental! Ver las sustancias química, entender que pueden transformarse cuando se ponen en contacto en las condiciones adecuadas...¡La esencia de la Química! ¡Como "la magia de los dibujos animados" pero con fundamento!
Es fundamental que desde pequeños los jóvenes perciban la Ciencia en general, y la Química en particular, como algo cercano porque si lo ven como algo ajeno, se asustarán y la rechazarán. Para ello también es imprescindible, como bien dice EDocet, no sólo tener un título de Química sino saber pensar químicamente y hacerlo. Yo en este caso añadiría, usar ese pensamiento químico para acercar la Química a todos, químicos en potencia y no químicos.
Yo a mi hermana le hablé de átomos, moléculas cuando aún no sabía nada de estas cosas en el colegio. Ha visto experimentos y ya sabe, por ejemplo, que todo eso de "sin Química" de la televisión no tiene fundamento. ¡Porque todo es Química!
La pasión por la Química y lo realmente maravillosa que es pueden ser nuestras mejores herramientas para que los más pequeños disfruten con ella y que los más mayores, no la teman.
Un placer escribir por aquí.
Un abrazo :)
Calpurnia Tate & Luis Moreno
No he leido el libro, pero el comienzo mola! Lo que nos define como humanos es la curiosidad! somos una pequeñisima parte del Universo que se pregunta acerca del Universo, ya desde muy niños :)
ResponderEliminarDice Einstein: "Lo importante de todo es nunca dejar de hacerte preguntas. La curiosidad tiene su propia razón de existir"
Ah, como agradecimiento, y hablando de curiosidades de metales, os dejo un experimento ALUCINANTE, el sonido de una bola de Niquel al rojo al introducirla en agua http://youtu.be/Ee2yJrqWcCA
Un abrazo
@Doc_Doofenshmir
En mi opinión no es que se pueda uno iniciar en la Ciencia mediante la curiosidad y la observación sino qué es el único camino. Recordemos que es este el modo como surge la Ciencia, cuando en los origenes de la Humanidad un puñado de individuos movidos por la curiosidad empiezan a plantearse preguntas, a mostrar interés por aquello que les rodea y en definitiva a buscar respuestas... Y en definitiva un niño hace lo mismo desde que nace, cuando tira un objeto y descubre como suena no esta haciendo otra cosa que descubrir, sus juegos son sus experimentos.
ResponderEliminarY volviendo al libro, a mí, este primer capítulo me ha recordado la vida de uno de mis escritores favoritos, Elias Canetti, el cual cuenta en sus fantásticas memorias como su madre le inculcó el afán por la literatura y la cultura desde bien pequeño. Ya de niño "devoraba" todos los libros que caían en sus manos con un único temor: ¿Qué pasaría cuando hubiera leido "todos" los libros?
En definitiva, la cultura cuanto antes mejor...
Un saludo a todos y enhorabuena y gracias por la iniciativa.
Dan. Cuantosycuerdas.blogspot.com.
La verdad es que no puedo decir nada con respecto al libro, ya que no lo he leído, en cuanto tenga oportunidad lo haré :) Desde mi opinión yo creo que no hay edad, desde mi experiencia ya desde bien pequeño preguntaba por todo, sobre todo lo relacionado con el cuerpo humano. Y con 6 años mi madre, y yo creo que ha sido gracias a ella el amor por la ciencia, decidió comprarme la fantástica colección de libros de Érase una vez...El cuerpo humano. Nos sentábamos juntos y leíamos los libros, me explicaba las cosas que no entendía. Antes de que existiera internet en casa, colección de libros sobre animales y me acuerdo de mis primeras revistas relacionadas con ciencia, no se si os acordaréis: Newton, hasta que he acabado leyendo Investigación y Ciencia. Por ejemplo en el instituto la pasión por la ciencia fue creciendo gracias a una profesora, disfrutaba con los experimentos químicos que hacíamos (valoraciones, aislamiento de la caseína...). Y todo ello me llevó a decidirme a estudiar Biología y Bioquímica y todo ello me ha llevado a seguir un camino por la investigación (muy duro, pero poco a poco). Y como me gusta descubrir todo, os recomiento leer el último de Stephen Hawking "El gran diseño" que el mundo de la física es también apasionante.
ResponderEliminarUn saludo a todos
@Sergio_Pomares (http://blogdeunbioquimico.wordpress.com/)
Los niños tienen mucha más curiosidad por lo que les rodea que muchos de sus maestros. Esa es una barrera que tenemos que intentar salvar!
ResponderEliminarEs evidente que todos los presentes tuvimos predisposición en nuestra infancia por aprender e investigar en ciencias. En ese sentido, la pregunta que nos lanza David Bañón podría ayudarnos a salir de nuestro contexto personal. Porque la realidad es que hay muchas más personas alejadas o incluso temerosas de la ciencia, que las que estamos interesadas en ella.
ResponderEliminar¿Puede la causa ser el exceso de rigor con que se muestra cuando aún no ha habido tiempo para interesarse por ella?
En mi opinión, uno de los valores más importantes que la ciencia puede aportar a la sociedad, es el rigor, la defensa contra el argumento falaz. Sin embargo, este rigor no tiene por qué ser mostrado exclusivamente a través de enunciados complejos o conceptos abstractos. La experimentación, el contacto con las sustancias químicas como dice @luisccqq es un elemento inherente a la ciencia, que muchas veces deja de lado el sistema educativo y que puede conectar muy bien con la curiosidad natural de los niños.
Así que recogiendo la pelota de @deibitbanon diría: cada individuo es diferente, por eso debemos buscar diferentes medios para acercar la ciencia, atacar por todos los frentes para permitir que cada cual la integre en su forma de pensar a su manera.
Bueno... Aquí tengo que decir que yo no "estuve estimulada hacia la ciencia", aunque sí me enseñaron la importancia de la lectura (somos una familia de ratones de biblioteca), así que coincido con @cuantosycuerdas y su ejemplo de Elias Canetti, porque yo quería dedicarme a la literatura (y varios de mis hermanos también) y creo que fue un campo de abono para cuando me encontré con la ciencia (con la química) en 2ºESO. Ahora soy química, y tengo dos hermanos ingenieros. Así que pienso que tampoco hace falta enfocarlo hacia la ciencia, con "cultura en general" se puede conseguir lo mismo.
EliminarDe hecho, Oliver Sacks habla como en su casa faltaban cuadros porque a sus padres lo pictórico no les atraía especialmente y la decoración les daba igual, y él lo menciona como una carencia de la que se dio cuenta aún faltándole una educación 'más artística'.
El problema que veo al orientar a los chavales hacia la cultura en general (por supuesto, también necesario y deseable) es que puede estimular su interés por el arte, la literatura y por las humanidades en general, pero no suele estimular, en mi opinión, el interés por la ciencia porque la sociedad no suele incluirla en su concepto de "cultura".
EliminarY el interés por la ciencia no busca, desde luego, que todos nos convirtamos en químicos o en matemáticos, sino el desarrollo de un juicio crítico fundamentado para afrontar cuestiones como la energía nuclear o los alimentos transgénicos, que tanta polémica suscitan.
Si nos fijamos en la preparación de los futuros maestros de primaria tienen multidud de menciones o especialidades: música, inglés, educación física... pero y Ciencia?? Y más aún la Ciencia que ven los niños esta en una asignatura (conocimiento del medio)junto con geografía, historia... Y otro detalle para la reflexión. En su mayor parte lo futuros alumnos de los grados en educación acceden a el mediante especialidades de letras del Bachillerato.
EliminarUn mínimo de Ciencia en el Bachillerato y una especialización científica de los futuros profesores no vendría mal!
Estoy completamente de acuerdo contigo en lo de más ciencia en el currículo de Magisterio y de Educación Infantil (grado superior). Es fundamental.
EliminarEl ejemplo que más me ha sorprendido de fascinación por la ciencia fue el de Sofía Kovalevsky, que se inició, siendo niña, cuando empapelaron su habitación con las páginas de un libro sobre cálculo diferencial e integral, porque el papel pintado se había terminado.
ResponderEliminarNo es frecuente que el acercamiento a la ciencia en la infancia suceda a través de una vía tan abstracta como las fórmulas y los teoremas. Lo natural es que ocurra por medio de la experimentación y la observación, y esto puede y debe estimularse desde muy temprana edad, hasta que este modo de pensar forme parte intrínseca de la persona. "Ser científicos del mismo modo que éramos judíos o ingleses", afirma Sacks.
La observación de las velas del Sabbath me ha recordado los experimentos que Michael Faraday realizaba ante los jóvenes, y que se encuentran recogidos en el delicioso libro "Historia química de una vela".
Saludos a todos
@DivuLCC
Me gustó el primer capítulo del libro, tan fresco, tan entusiasta y tan lleno de evocaciones. Esos recuerdos de la infancia que marcan toda una vida. Esa mirada tan original, que parece preparada para recibir al mundo en toda su riqueza. El ser de las cosas, que diría Heidegger, en cualquier objeto.
ResponderEliminarEs verdad que los científicos encuentran más respuestas, más control, en sus laboratorios, pero la primera curiosidad nos llega de la naturaleza. «Los datos que proporciona el voltámetro, quizás justifiquen la inferencia de un número mayor de proposiciones científicamente importantes que el de la conducta de una determinada gota de lluvia» (Carnap, en Ayer, El positivismo lógico). Pero nadie se pone a investigar, si no ha tenido antes algún motivo de sorpresa.
«Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones filosóficas fue, como lo es hoy, la admiración» (Aristóteles, Metafísica, A, 982b). «Lo que experimentas es muy propio de un filósofo, el maravillarse. En efecto, no hay otro principio de la filosofía que no sea éste. Parece que el que dijo que Iris [mensajera de los dioses] es hija de Thauma [admiración en griego] no hizo una mala genealogía» (Platón, Teeteto, 155c-d).
Como sigue diciendo Aristóteles, la dinámica del asombro tiene como fin el descubrimiento de las causas. Aparece entonces aún más maravilloso. Y ese es el camino de la ciencia, de la filosofía y de la educación, que en ese capítulo no puede separarse de la saga familiar, y quizás en ningún caso.
El comienzo del libro me recordó muchísimo a lo que pasó en Grecia. Cada vez que Sacks habla sobre los metales o los distintos elementos que le provocaban tanto interés, me parece estar viendo a Tales con el agua, a Anaxímenes con el aire, a los físicos de Mileto y a todos los presocráticos. A los pitagóricos, a los atomistas... El color de las llamas del fuego de Heráclito... Es curioso que el arché que buscaban los primeros filósofos sea también como los distintos aspectos físicos, matemáticos y químicos de la materia que se encontraba el autor. Los primeros pasos se parecen, son naturales y decisivos. Pero sólo es el principio.
Saludos.
Totalmente de acuerdo, cuánto tenemos que aprender de los primeros científicos-filósofos...
EliminarNo puedo hablar sobre el libro porque desgraciadamente no lo he leído. Me lo apunto, ya que por lo que se cuenta aquí debe ser muy interesante :)
ResponderEliminarCon respecto a la primera pregunta, pienso que la curiosidad es fundamental para todo aquel que se mueve en el mundo de la ciencia, y habría que aprovechar mucho más esa curiosidad innata que tienen los niños para enseñarles que la ciencia no es aburrida, que la ciencia puede responder a las miles de preguntas que circulan en su cabeza. A veces me da la sensación que en el colegio, instituto y, lo que es mucho peor, universidad, la ciencia pierde toda la parte de curiosidad y se convierte en un "me estudio este tocho, respondo algunas preguntas a ver si me cae un 5 y hala, otro aprobado más", y así hasta que consiga un título.
Por supuesto hay muchísimos profesores que consiguen contagiar ese interés y esa pasión que sienten por lo que hacen. En mi caso, y pese a que he estudiado Biología, fue un profesor de Química de 2º de bachillerato. Hay cosas que aprendí con ese profesor que no creo que se me olviden en la vida. Además de dar el temario (lo que es lógico) se dedicaba a hacer un montón de experimentos explicando el porqué de lo que ocurría, consiguiendo mantenernos a todos ensimismados durante su clase. A raiz de conocer a este profesor tengo que decir que estuve a punto de hacer química, aunque al final la biología ganó la batalla.
En cuanto a la segunda pregunta, como ya ha dicho alguien anteriormente, creo que no hay edad para aprender ciencia. El problema es como llegar a la población sin que suene a inaccesible y aburrida; y ahí los científicos tenemos trabajo por hacer.
Saludos!!
Madre mía, os habéis puesto las pilas. Una vez leído todo poco más puedo aportar. Simplemente decir que ahora tengo un científico de 10 meses en casa y me lo paso pipa viendo sus experimentos improvisados: el colisionador de juguetes, caída libre de objetos amados por papi, pruebas de tacto y sabor, babeo de gadget... Y si hay algo que le alucina es tocar uno de nuestros anillos y ya ni os cuento con mi reloj XD. Así que cuando Oliver hablaba de la fascinación por el anillo de su madre no me sorprendió en absoluto.
ResponderEliminarCuando somos niños, somos esponjas, estamos continuamente aprendiendo e interesándonos por todo lo que nos rodea, recuerdo cuando aprendí a leer y le leía a mi madre todos los carteles que había por la calle, tenía que ser un niño insoportable jeje, pero mi madre siempre me animaba a seguir leyendo carteles. Los mayores responsables de llenar bien esa pequeña esponja que crece poco a poco somos los padres, en el colegio los profesores tendrán su parte de responsabilidad, pero en la familia es donde el niño debe aprender los valores que tendrá que aplicar en su vida adulta y donde deberemos inculcarle el amor por la cultura (entendiendo la ciencia como una parte importante de esta).
Mis padres tienen una formación muy humilde, pero tenían claro que querían que sus hijos "estudiaran y llegaran a algo" como se solía decir, así que nunca faltó un buen libro en casa y siempre nos inculcaron la responsabilidad en el estudio.
Ahora es mi turno y tengo que decir que la responsabilidad abruma, pero leer este primer capítulo me ha recordado la importancia de ayudar a mantener la pasión por el mundo que nos rodea a los niños. Si hay algo que quiere enseñarle a mis hijos, es que nunca pierdan ese brillo en la mirada cuando se encuentren con algo que no comprenden, ese brillo que significa que no pararás de preguntar ¿por qué? o ¿cómo? y que seguirás fascinándote ante el funcionamiento de la naturaleza y de las invenciones que hemos llegado a hacer. He visto mucha gente perder ese brillo en la mirada y confundirlo con la madurez, es una pena, porque cuando una persona deja de preguntarse por el funcionamiento del mundo, una gran parte de lo que le hace humano, se ha perdido, como lágrimas en la lluvia (tenía que decirlo :P)
Ahmm y para los que no conozcan mi identidad no no-muerta, soy el infame zombi de Schrödinger
Suscribo totalmente lo de que son pequeños científicos, mi hija, por ejemplo, me enseño que la Luna está muchísimas veces de día en el cielo (a la misma vez que el Sol). Como van en el carricoche y miran desde abajo siempre están contemplando el cielo, cosa que los adultos no hacemos.
EliminarY lo de ver un museo con ellos (a partir de 4 años) ni te cuento: se fijan en cosas que tu ni habías percibido.
También diría que son objetos de estudio increíbles. Cuando esté aprendiendo a andar sácalo donde haya charcos, verás que va a ellos pero sin ser consciente de ir a ellos. Ponlo en cualquier posición y verás que existe una fuerza inexplicable que hace que tu hijo se encamine al charco (y no es el charco, que conste). Luego me cuentas jajaja
Perdón por el retraso, la boda de anoche no me ha dejado llegar antes...
ResponderEliminarPara mi ha sido un placer releer este capítulo y disfrutar con la pasión por la ciencia que te impregna al hacerlo.
Entrando en el tema de la tertulia:
Creo la curiosidad que aparece tras una observación y, si mantienes el interés por entenderla, te lleva a la explicación, a la ciencia. Sin curiosidad no hay ciencia.
¿Edad? Cuando algo te interesa, cuando quieres entender algo, ese dato carece de importancia.
Estoy de acuerdo con todo lo expuesto así que solo me queda añadir unos matices:
Si, David, el abuelo es el culpable. Claramente es el el que marcó el camino de la ciencia a la familia. Ese cabrón generó en dos generaciones más estudiantes de ciencias que yo en los muchos años que llevo dedicados a la enseñanza. Fue capaz de mostrar la ciencia en casa.
Si, Héctor, la curiosidad es la clave. Nuestro trabajo debería ser sencillo: mantenerla viva. En secundaria llegamos un poco tarde aunque asumo mi parte de culpa por no conseguirlo.
Lo que nos lleva a la idea de José M, si hay una pasión por aprender debemos mantenerla. Pero esa pasión no desaparece, permanece y los ojos pueden recuperar ese brillo.
Si, Luis, tienes razón, hay que dejar a los alumnos conocer la química en el laboratorio. Pero cuando me encierro allí rodeado por veintitantas almas inquietas suelo encontrar dudas razonables para repetir la experiencia. Eso no evita que crea que ése es el camino. Creo en la necesidad de una "ciencia táctil" en el sistema de educación. Si miro y toco, querré saber por qué suceden las cosas y lo aprenderé, como nos comenta Ángel.
Gracias mil, Juan Carlos y Dolores, por brindarme esta oportunidad de encontrarme rodeado por amantes de la ciencia.
My two cents: http://www.esepuntoazulpalido.com/2012/03/nacemos-cientificos.html
ResponderEliminarSalud!
De este primer capítulo destacaría dos cosas: primero, la curiosidad insaciable de Oliver que era atendida pacientemente por su padres (él menciona especialmente a su madre) y el resto de familiares; y la segunda, el ambiente en que se crió.
ResponderEliminarCreo que un niño es por definición alguien que se cuestiona todo porque tiene que aprenderlo todo (como muchos habéis señalado antes). Desde este punto de vista, la curiosidad es la piedra angular del nacimiento de todo científico (y yo emplearía la palabra "humanista", una persona que ansía conocer el funcionamiento de las cosas y, al mismo tiempo, entender el pasado y la cultura en general).
Sin embargo, creo que el caso de Oliver es particular porque el interés por comprender lo que pasa a tu alrededor (la ciencia en definitiva) se alimenta de su entorno familiar. Y aquí respondo a la segunda cuestión, la mejor edad para comenzar a aprender ciencia es desde el nacimiento. La labor de todo padre con sus hijos recién nacidos es enseñarles: a andar, a hablar, a leer etc... Por eso el entorno es tan importante.
En el caso de Oliver, visitaba la fábrica de su tío para ver las máquinas, el mineral y disfrutaba con las explicaciones que le daba su tío o el capataz. Sus padres tenían esa misma sed de conocimientos que les inculcó el abuelo Mordechai Fredkin (luego Landau).
Por lo tanto, me pregunto si a la vista de la enorme lista de familiares científicos (tanto por línea materna como paterna) y el fervor por la educación del abuelo Landau, un científico nace o se hace. ¿No habrá algún tipo de predisposición genética hacia la ciencia? Quizás la respuesta, como suele suceder, es que haya un poco de todo, nature and nurture (lo innato y lo adquirido).
Estoy encantada de compartir tertulia con tantas mentes inquietas e interesantes. Es todo un privilegio estar invitada a esta discusión.
EliminarMi experiencia haciendo talleres de ciencia para niños, es que resulta muy fácil conectar con la curiosidad infantil que nombrais los padres.
Pienso que mi trabajo cobra sentido cuando la actividad que he diseñado se ve multiplicada por la propia creatividad de los niños, porque ellos llegan siempre mucho más lejos de lo que mi humilde imaginación puede programar.
Se hacen preguntas que yo nunca podría hacerme, que ya estoy condicionada a buscar las respuestas que sé verdaderas, diseñan dispositivos imposibles que muchas veces terminan funcionando y que mi escepticismo me habría impedido animarles a intentar.
Por eso pienso que en la educación científica es tan importante estimular la autonomía. El trabajo científico, por definición, debe ser una indagación sobre el mundo desconocido y sólo puede estimularse la creatividad científica permitiendo que los alumnos se hagan sus propias preguntas aún a riesgo de equivocarse. Al fin y al cabo, las hipótesis fallidas alimentan el conocimiento científico tanto o más que las acertadas. Aunque ños equivoquemos, la ciencia siempre sale ganando.
Parece que muchos estamos de acuerdo en que la experimentación sobre la pura lección magistral es más efectiva pedagógicamente. Y en que hay que ampliar el objetivo, no sólo a encender vocaciones científicas, sino a estimular la capacidad para buscar respuestas sobre cualquier disciplina.
También parece que hay consenso en cuanto a que la infancia es una buena edad para empezar a aprender ciencia, porque la curiosidad de los niños les convierte en científicos. Pero en este punto, me gustaría apuntar algo.
Los niños experimentan, pero no analizan sus resultados como lo hace un científico. Para llegar a ese modo de pensar, desde los atenienses a Newton, hicieron falta más de 2000 años. El método científico no es intuitivo, no encaja, como lo hace el lenguaje por ejemplo, con el funcionamiento natural de la mente.
Un niño lanza un objeto para ver qué pasa. Pero, ¿y si las consecuencias no son inmediatas? Si el objeto se rompe unos días más tarde, por ejemplo, ¿será capaz de relacionarlo? Y, ¿cómo averiguará el niño si se ha roto por la fuerza con que lo lanzó, o porque el objeto era de cristal, o porque era verde?
Ahí me gustaría conocer vuestra opinión. ¿Es el método científico y su práctica importante o prescindible en la cultura de un individuo? ¿A qué edad puede empezar a enseñarse? ¿Es más efectivo enseñar ciencia a través de su método de trabajo o es mejor empezar relatando sus maravillosos resultados?
Disculpad que haga tantas intervenciones siendo nueva. Ha coincidido que el tema elegido para el debate es precisamente el de mi especialidad y que estoy muy ilusionada por la oportunidad.
Completamente de acuerdo contigo (@planetaciencias), mi comentario (más abajo) intenta explicar lo que tú has explicado mucho mejor.
EliminarUn honor leerte.
Hace tiempo que leí el libro, pero lo que queda en mi memoria es la gran curiosidad del niño y la pasión que transmite al recordarla. ¡Gran Sacks! Luis Moreno Martínez recordará que, en mi charla en National Geographics, mencioné a Sacks al hablar de la relación entre la química y el arte (cuando tenga un rato debería escribir un post sobre aquella conferencia) y saqué una foto preciosa de sacks con una camiseta con el "icono de los químicos"
ResponderEliminarFelicidades por la iniciativa de esta tertulia.
¿Me podré suscribir por E-mail?
Vamos por partes (y voy a intentar ser corto).
ResponderEliminarLo primero
Muchas gracias, también de parte de @Ununcaudio. Yo estoy abrumado, no por el seguimiento o la cantidad de contribuciones, sino por lo enriquecedora que está siendo está tertulias sobre ciencia.
Lo segundo.
Aunque me encanta el pensamiento "nacemos científicos" creo que no es cierto. Nacemos de nuestra madre y nuestro padre, literal y metafóricamente hablando. Poseer pensamiento científico es algo más que sentir curiosidad por las cosas, por ejemplo hay que ser crítico, objetivo, escéptico, razonar de manera acorde con el método científico... Y algunos niños salen con la potencialidad (genética) y otros no. Obsérvese que digo potencialidad, debe de desarrollarse posteriormente.
¿Eso quiere decir que no todos pueden tener razonamientos científicos? ¡no!. Todos pueden desarrollar dichos razonamientos, pero a algunos les saldrá de manera natural y a otros les costará más, algunos los utilizarán de forma compleja y otros solo operarán con ellos de forma simple
Lo tercero.
Ahora viene el tema de los padres, tampoco estoy totalmente de acuerdo con lo dicho. Es genial que los padres enseñen ciencia pero ¡no todos los padres están preparados! Desde mi punto de vista los padres están para lo que están. Y para enseñar ciencia están los educadores. Si un padre enseña, ¡genial! pero conformémonos con que no pongan piedras en el camino y con que hagan bien su labor de padre.
Lo cuarto. Los educadores científicos iniciales (escuelas infantiles y primaria).
Aquí pensaba decir mucho pero quiero informarme un poco más, ya contaré lo que me ronda por la cabeza. Pero está tarde se ha dicho lo fundamental "los currículos de educación infantil (ciclo formativo de grado superior) y de infantil y primaria no son correctos científicamente hablando".
Veamos, yo opino que los maestros tienen el futuro de los niños en su poder. Siempre he respetado su trabajo, lo considero mucho más importante que el mío (secundaria) y mucho más difícil. Yo creo que son ellos los que tienen que formar en pensamiento crítico, razonamientos matemáticos y objetivos, escepticismo... ¡son ellos los que deben de construir el pensamiento científico!
Es muy difícil generar esos pensamientos cuando ya son adolescentes, si nos llegan acríticos, con fe ciega en las cosas, sin capacidades matemáticas y objetivas... poco podemos hacer en secundaria. Observese que digo razonamientos científicos, especifico porque yo creo que ellos no tienen que hacer científicos, ni si quiera tienen que inculcar muchos conceptos científicos, eso es fácil y nos toca a los siguientes. A ellos les toca la parte más dura y difícil, y por desgracia son los menos preparados científicamente hablando.
Y me parece que hacen una gran labor, señal de que se preparan posteriormente, siguen estudiando...
Y lo quinto.
¿Cómo solucionar lo de los maestros? Pero si lo sabemos, casi todos los que estamos por aquí somos enamorados de la Ciencia pero también de la divulgación. Pues aquellos que se vean preparados (en la medida de lo posible porque vuelvo a decir admiro a los maestros, ellos si que valen), qué no lo duden, qué ofrezcan sus servicios a las escuelas, asociaciones infantiles, maestros individuales..., es decir ¡a los niños! Pero no solo ofrezcamos espectáculos alucinantes para dejarles con la boca abierta, preparemos también verdaderas actividades de cultura científica.
Reitero las gracias a todos.
No es el lugar y no quisiera extenderme haciendo propaganda de mi proyecto aquí. Sólo quisiera decir que Planeta Ciencias fue creada exactamente con los objetivos que propones, @2qblog. Y que estaríamos encantados de contar con divulgadores como vosotros.
EliminarTienes razón, es fundamental la labor de los profesores, los maestros tienen un potencial enorme, a esas edades los chicos son verdaderas esponjas. Trabajar desde la experiencia les atrae, a veces es muy difícil porque hay muchos niños y el maestro se ve desbordado pero es fácil convencer al niño para que juegue a descubrir, si se consigue sembrar la chispa de la curiosidad se habrá ganado muchísimo. Creo que los mayores, que rodean al niño son fundamentales, para hacer crecer el gusanillo de la curiosidad. Si valoras lo que hacen es más fácil que se sientan creadores de ciencia, de sueños. Es cierto cada niño tiene sus capacidades y sus inquietudes pero si hay cerca un adulto que valora lo que hace aumentan sus ganas o sus deseos por descubrir, por conocer. El principal problema que veo es la cantidad de niños que hay por aula y lo poco que confiamos en sus capacidades. Es sorprendente lo que pueden llegar a descubrir y las dudas que pueden surgirles e incluso buscar una solución si se les plantea la pregunta adecuada o se le acompaña en la búsqueda de las posibles soluciones.
EliminarVaya me estoy enrollando mucho. Me está gustando esta puesta en común sobre la ciencia. Sabéis mucho, creo que voy a disfrutar y aprender un montón.
Perdón por el intrusismo, pero soy seguidor de blog's y twits de la mayoría de vosotros.
ResponderEliminarNo he tenido ocasión de leer el libro, pero lo estoy buscando porque habéis despertado mi interés por él, y no conocia su existencia.
Me empecé a interesar de pequeño por la ciencia, quedaba alucinado con cualquier experimento o efecto, pero fue en 1º de BUP (hace muchos años ya de esto) que un profesor nos hizo en clase un par de reaccioes con cuetro reactivos que podíamos tener por casa lo que despertó mi curiosidad.
Creo que aquellas prácticas sembraron la semilla de mi futuro. Estudié químicas, me doctoré, y ahora trabajo en la industria química.
De vez en cuando doy alguna clase de repaso y despues de explicar el tema, los problemas, y aprender a resolverlos, intento buscar alguna aplicación de la vida real que refleje lo que he explicado en la teoría, y tendríais que ver las caras que ponen.
Y es que creo que cuesta tan poco buscar ejemplos cotidianos y hacerles ver que lo que estudian tiene aplicación real y que no son meras reacciones y calculos...
Igual el profesorado actual anda saturado por la masificación de las aulas (desconozco el tema) pero sí hayaran la forma de motivar un poco a los alumnos tendríamos más gente interesada por la ciencia.
Viendo esto me he animado a hacer un blog sobre temas científicos, aunque reconozco que no os llego a la suela de los zapatos a ninguno de vosotros... todo se andará
Un saludo y espero participar mas veces en ésta iniciativa
Alfonso
Bienvenido!
Eliminar@2qblog encontré su blog: http://alfquimista.blogspot.com.es/
Tenemos un gran debate con la enseñanza del método científico. Están también las dificultades que señala Santos de llevar a los alumnos al laboratorio.
Y aunque no lo hemos desarrollado, es interesante lo que plantea @deibitbanon de que las matemáticas son el tronco de la ciencia. Quizá cuando acabemos con este debate de educación, podría empezar! :D
Hola a todos! Acabo de descubrir este libro gracias al Cuaderno de Calpurnia Tate. Me encantará comentarlo en cuanto lo lea :)
ResponderEliminarHola a ti también!
EliminarEn cuanto lo tengas y lo leas tus comentarios serán bienvenidos
Un saludo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Hola a tod@s!
ResponderEliminarCon un poco de retraso, pero comentaré por fin sobre el primer capítulo, y sobre las preguntas planteadas para debate.
Primero sobre el capítulo, Oliver Sacks comienza el libro con una intensidad muy atractiva, (me costó dejar de leer el 2º capítulo, por que ya me veía terminándolo sin esperar a participar en estos comentarios).
Presenta a un Oliver Sacks rodeado de ciencia por todos los sitios. Toda su familia parece infectada por ese gusanillo, que por lo que parece nos picó a todos los que comentamos aquí en algún momento. Sin embargo estoy con @2qblog, aún presentándose todos esos condicionantes, me puedo imaginar perfectamente a un niño que aún creciendo en esa familia podría no haber desarrollado el interés por la ciencia.
Los niños son curiosos por naturaleza eso es innegable, supongo que igual que si los niños ven leer tendrán más posibilidades de convertirse en lectores, si los niños están rodeados de ciencia tendrán más posibilidades de seguir esos pasos.
A la vez que escribo estas líneas estoy escuchando el programa http://www.ivoox.com/grupos-espacio-aprendizaje-ii-radio3w-audios-mp3_rf_2060108_1.html y sobre la enseñanza de la ciencia, pues si es más que notable que en primaria deja mucho que desear, y que depende mucho de encontrar un profesor motivante, o que haga experiencias en clase, ¿Puede estar esto provocado por la falta de formación científica de los maestros? Podría ser que en parte si, pero desde luego no hace falta tener un gran nivel. No sabría decir un motivo, pero esto de que se vea la ciencia como algo difícil es un gran problema. ¿De quien en el problema? francamente no lo sé, pero como experiencia personal aportaré que, a mi, en el Bachiller, todos lo profesores de Física o Química que tuve me parecieron unos "chulos" "prepotentes", en serio, nunca entendí porqué, y no estoy diciendo que todos lo sean, pero es lo que me encontré. ;(. Ahora, no pudieron con mis ganas XD.
Un saludo a tod@s y espero pronto comentar el segundo capítulo.
Ya me estaba extrañando que no participaras. Bienvenido seas.
EliminarNOTA:
Yo no aprobe química en COU hasta septiembre, no me gustaba mi profesora. También tuve algún profesor "chulo" en Física y Química y otros del perfil "científico loco".
Me metí en Químicas, ahora doy clase como esa profesora que no me gustaba, me encanta la coletilla "científico loco" (así dices todo lo que se te ocurre y nadie se ofende porque eres "el raro"). Pero he fallado a uno de mis antiguos profes de instituto: ¡no soy un chulo!... XD
Estaba de fiestas en mi pueblo ;).
EliminarQue conste que no he dicho que todos los fuesen yo tuve esa suerte.
Y finalmente estudié Física, y sigo sin ver la razón de esa prepotencia, aunque igual era una apreciación de adolescente. Pero vamos soy de los que piensan que cualquiera puede estudiar cualquier carrera. Pero evidentemente en una que no te guste lo pasarás mal.
Seguiremos comentando. ;)
Me parece un libro de lo más interesante. Este capítulo (el único que he leído, por ahora) me parece que expresa con gran viveza cómo la curiosidad de un niño por lo que le rodea le puede llevar a hacerse preguntas que sus familiares de mayor edad no serán capaces de contestar.
ResponderEliminarPero, ¿por qué este niño, precisamente, cuando creció, terminó estudiando supongo que física? Para mí es fundamental que, en este caso, su madre, le orientara desde pequeño para que no perdiera la curiosidad, tan sana y tan necesaria para cualquier persona que quiera aprender a pensar por sí misma.